La constante digitalización de la sociedad, así como el acceso de buena parte de la población mundial a la tecnología, han suscitado el debate sobre los "límites" del arte.
Varios han sido los artistas que se han valido de las "máquinas" para optimizar su trabajo. Algunos, incluso, han tenido a la inteligencia artificial como "co-autora" de sus piezas.
Aunque puede resultar difícil distinguirlos, la característica esencial de los troles en Twitter es que no tienen la intención de solucionar los problemas.
Videos manipulados con esta tecnología han alcanzado altos niveles de viralización, lo que ha servido para desinformar grandes segmentos poblacionales.
La propagación de información falsa tiene como objetivo de manipular la opinión pública, muchas veces con intereses electorales, políticos o lucrativos.
Contrario a la primera postura de rechazo al magnate, este 25 de abril el consejo de administración de Twitter aceptó de manera unánime el traspaso a Musk.