La implementación de la televisión digital terrestre (TVD) en Cuba comenzó en el año 2013 luego que 45 mil hogares recibieran cajas decodificadoras DTBM de la señal analógica donadas por China. En ese momento, las proyecciones indicaban que el proceso finalizaría en el 2021 con el “apagón analógico”, cuando todos los canales de televisión en el país pasarían a ser transmitidos digitalmente.
Sin embargo, el “apagón” no llegó. Según las autoridades cubanas debido a “dificultades financieras y a las limitaciones en la capacidad de compra y liquidez del país para adquirir los equipos receptores”.
Desde entonces se ha hablado de la posibilidad de realizar “apagones” parciales, pero estos se han postergado. Las nuevas proyecciones señalan al 2024 como el posible año en que se daría el “apagón analógico”.
¿En qué consiste el proceso de digitalización de la televisión cubana?
Inicialmente el programa de digitalización en Cuba fue concebido en tres etapas:
1. La primera, de acuerdo con la Empresa de Servicios Profesionales y Técnicos (ESAC), consiste en un proceso de simultaneidad, donde coexistirían los servicios de televisión analógica y algunos servicios limitados de TVD.
El principal objetivo era crear las condiciones para instalar los equipos transmisores de la señal digital sin afectar a los hogares que no contaban con cajas decodificadoras. Esta etapa debía concluir en una fecha (no específica) entre 2016 y 2018, y con un máximo de duración de cinco años. No obstante, en 2019 todavía Cuba se encontraba en esa fase.
2. La segunda etapa era la sustitución gradual de transmisiones por TVD. Es decir, a medida que se implementara la televisión digital, se iría “apagando” la analógica.
3. La tercera etapa consistía en el “despliegue del segundo servicio de televisión digital, el cual consiste en la instalación de un segundo transmisor para ser utilizado como redundancia y tener la posibilidad de transmitir programas en alta definición”.
¿Cómo va el proceso?
El “apagón analógico”, estimado para comenzar en 2016 y finalizar en 2021, debió haberse efectuado de forma gradual en las siguientes zonas y en este orden:
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Artemisa, La Habana, Mayabeque e Isla de la Juventud.
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Pinar del Río y Matanzas.
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Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spíritus.
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Ciego de Ávila, Camagüey y Las Tunas.
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Holguín y Guantánamo.
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Granma y Santiago de Cuba.
Sin embargo, al cambiar las condiciones y no efectuarse la transición antes de 2021, se modificó la estrategia, resultando en el siguiente orden de prioridad:
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Las provincias occidentales hasta Matanzas, incluyendo el municipio Isla de la Juventud.
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Las provincias centrales hasta Camagüey.
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Las provincias del oriente del país.
El 15 de junio de 2022, según informaron TelePinar y Radio Guamá, Pinar del Río comenzó su segunda etapa, cesando las transmisiones analógicas de los canales Educativo y Educativo 2, y reorganizando el resto de la señal no digital.
Sin embargo, esa información es contradictoria con la revelada por la ministra de comunicaciones Mayra Arevich, quien aseguró que este tránsito para el occidente del país comenzaría en Pinar del Río pero en septiembre de 2022.
La ministra también refirió que, luego de comenzado el proceso, continuarían visibles en la señal analógica los canales de más audiencia en Cuba: Cubavisión, Multivisión y Tele Rebelde.
Mientras, los últimos reportes indican que otros territorios cubanos también ya comenzaron el “apagón analógico”, de manera parcial, a modo de prueba:
En agosto de 2019, cinco municipios de Sancti Spíritus (Cabaiguán, Taguasco, Jatibonico, La Sierpe y la cabecera provincial) comenzaron a recibir la programación del Canal Educativo solo por la frecuencia digital. También la Isla de la Juventud comenzó a recibir ese canal vía TVD en 2019, y en marzo de 2022 sumó la programación del Canal Educativo 2.
En Cienfuegos existen dos zonas donde se realizó el “apagón analógico”: Rancho Luna y La Tatagua, ubicadas en el Circuito Sur, según informó Pablo Morales Concepción, director territorial de Control del Ministerio de Comunicaciones. Morales añadió además que “se pretende continuar en sitios como Yaguaramas y Abreus” (en la misma provincia).
Para completar este mapa de la televisión en Cuba, es importante agregar que hasta el cierre de 2020 se habían identificado 138 “zonas de silencio” distribuidas en siete provincias, según informaciones compartidas por Jorge Luis Perdomo Di-Lella, exministro de Comunicaciones del país. Las "zonas de silencio" son áreas donde no llegan señales de radio ni TV analógica ni digital.
Problemas con equipos decodificadores
De acuerdo con declaraciones a TV Yumurí de Geobel Quintero Hernández, coordinador del gobierno matancero, “la primera etapa que iba a realizarse a fines de 2021 y que luego fue aplazada para marzo de 2022, nunca se terminó de concretar”.
Muchos hogares de las provincias Pinar del Río y Matanzas no tenían cajas decodificadoras ni televisores adecuados para esta transición. En Matanzas, por ejemplo, solo el 64% de los hogares contaba con dispositivos para recibir correctamente las transmisiones digitales.
Uno de los motivos de este déficit es el atraso en la producción nacional de decodificadores digitales. Para finales de 2021 el plan de producción era de 300 mil unidades (entre cajas DTBM y televisores híbridos); sin embargo, solo se alcanzó un 75% de este número, es decir, aproximadamente 225 mil unidades.
Las cifras de producción en el 2022 son aún más modestas, solo se han fabricado hasta la fecha alrededor de 61 mil 150 dispositivos decodificadores, de acuerdo con declaraciones de la ministra Arevich.
Por otro lado, según la presidenta del Grupo Empresarial de la Informática y las Comunicaciones (GEIC), Ariadne Plascencia, casi 39 mil personas en condiciones de vulnerabilidad recibieron cajas decodificadoras de la producción de 2021. “Además, se garantizó la totalidad de los televisores híbridos destinados al proceso educativo en todos los niveles de enseñanza”, explicó Plascencia.
El diario oficial Granma informó que a mediados de 2021 existían 147 transmisiones de definición estándar con un 76,23 % de cobertura poblacional, y 51 transmisiones de alta definición que cubren el 45,7 % de la población servida.
Desde 2013 hasta 2021, según información proporcionada por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), tres millones de equipos receptores (entre televisores híbridos y cajas decodificadoras) se habían vendido a la población. Sin embargo, esta cifra sigue siendo insuficiente ante la demanda de casi cuatro millones de hogares (según los registros del último censo de población y vivienda realizado en 2012).
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