Cada vez hay menos turistas en Cuba. Aun así, cada vez se construyen más hoteles, gigantescos y monstruosos. Al paso que vamos, próximamente no habrá ni siquiera mojito para brindarles a los camaradas visitantes de tierras extranjeras.
Pero no hay por qué temer. En lo que esperamos por el minuto de generación eléctrica que nos prometieron para 2024, vayamos buscando el azúcar, la yerbabuena y los cubitos de hielo, que el show debe continuar.