La serie de contenidos agrupados con el nombre "Para Elisa", son un proyecto editorial de nuestro colaborador Amilkar Feria, quien compendia reseñas periodísticas publicadas por él entre 2008 y 2013. En su mayoría, el contenido se centra en la actividad artístico-pedagógica desarrollada en la Universidad de las Artes (ISA).
Nuestra publicación se hace eco de este acontecimiento editorial en proceso, compartiendo testimonios actualizados de algunos de los protagonistas de sus páginas.
Amilkar Feria dialoga en esta ocasión con Maria de Lourdes Mariño Fernández, Candidata a Doctorado en el Departamento de Historia del Arte en Temple University, Filadelfia. Asimismo, se desempeña como Profesora Adjunta de Historia del Arte General y Arte Latinoamericano y Caribeño en el Departamento Art+Art History en Washington College, Maryland.
Amilkar Feria: ¿Qué trascendencia tuvo para ti el vínculo pedagógico con el ISA durante los años en que impartiste docencia?
Ma. de Lourdes Mariño: Hace poco redescubrí que, en mi statement en Facebook, creo que de cuando abrí la cuenta, escribí sobre mi vida en el ISA: “Una de las mejores experiencias de mi vida, a pesar del totalitarismo, la desidia y la corrupción administrativa que reina en Cuba.” Creo que resume muy bien mi visión. Desde la fundación del ISA en 1976 se ha censurado y expulsado a profesores y estudiantes por razones políticas y de género. Creo que esa historia es parte “estructural” de la historia de esa institución. Sin embargo, en mi opinión, esa no es la única historia que ha transcurrido en el ISA.
Trabaje en el ISA del 2007 hasta enero de 2015. Yo me encontré, sobre todo en los primeros años, con estudiantes maravillosos y para mi representó la oportunidad de crecer como profesional. En el ISA descubrí que me apasionaba la curaduría, algo que nunca había imaginado en mis años de estudiante en la Universidad de la Habana (todo lo que veía en galerías en aquel momento me parecía tremendamente aburrido).
En el ISA descubrí toda la belleza y profundidad teórica de que es posible el arte contemporáneo. No le debo esa experiencia a ningún burócrata, se la debo a los amigos maravillosos que encontré, a los estudiantes que generalmente estaban muy bien informados, a la magia del lugar. No quiero pensar que esa magia se haya acabado o ya no exista, me imagino que otras personas la estarán viviendo también a su tiempo y en su momento. Sin embargo, hay un punto en que todo eso se me agotó, y entonces me fui. Si no me hubiera ido sé que me hubieran botado por razones políticas, pero preferí irme y guardarme los buenos recuerdos.
AF: ¿Cómo ha sido tu recorrido profesional desde que ejerciste como docente en el ISA hasta la actualidad?
MLM: Creo que he tenido mucha suerte, porque entré a Estados Unidos para hacer la Maestría y luego casi enseguida pude entrar en el doctorado que es un camino más largo. Ahora ya estoy en el cuarto año y empezando a escribir la tesis. Al mismo tiempo doy clases sobre arte en un colegio en Maryland. Ha sido una experiencia increíble.
Es muy difícil estudiar y trabajar al mismo tiempo, pero poco a poco va saliendo. Ahora estoy terminando una beca en la Universidad de Miami (Goizueta Fellowship) que me ha permitido trabajar con los archivos del Cuban Heritage Collection. Luego estaré en el Smithsonian con la Audrey Flack Fellowship. El trabajo en archivo es una pasión que descubrí aquí. Ha cambiado por completo mi manera de pensar y estudiar el arte. Siento que es un camino que comienza y lo vivo con mucha ilusión.