Soy Nevenka, la nueva película de la directora española Icíar Bollaín, tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de San Sebastián 2024. La cinta, coescrita y dirigida por la reconocida cineasta, narra el caso real de Nevenka Fernández, una joven que, en el año 2000, mientras ejercía como concejala de Hacienda en el ayuntamiento de Ponferrada (Castilla León, España), denunció por acoso sexual a Ismael Álvarez, el entonces alcalde de la ciudad.
La historia, que conmocionó a España en su momento, sentó un precedente al convertir a Álvarez en el primer condenado por acoso sexual en el país en 2002. "Ella es una mujer muy inteligente", comenta Icíar Bollaín en una entrevista a El Diario.es, "en la película había cosas incómodas, pero ella también entendía que había que contar eso". Bollaín destaca la valentía de Nevenka al exponer su historia, a pesar de las dificultades y la posible revictimización.
"Las responsables de la película asumen el reto de ceñirse al rigor de los hechos para exponer las dinámicas del acoso", se lee en una crítica publicada por el medio Fotogramas, “la indefensión asumida y el clima de presión de una sociedad que todavía no estaba concienciada sobre el tema.”
El filme, protagonizado por Mireia Oriol (Nevenka) y Urko Olazabal (Álvarez), con guion de Isa Campo, compite por la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián. Se estrena en el resto de cines de España el viernes 27 de septiembre, ya fuera de competencia.
Las consecuencias de la exclusión social
"Sus padres al principio no lo comprenden, aunque luego en el juicio la apoyaron, pero eso no lo íbamos a edulcorar”, explica Bollaín con respecto a varios momentos tensos del filme. “Hay frases que se dijeron muy duras, y eso podíamos haber optado por no contarlo".
Nevenka Fernández, quien tuvo que emigrar al Reino Unido para reconstruir su vida debido a la exclusión social que sufrió, estuvo presente en el estreno junto a la directora y el equipo. El público, que ovacionó a la antigua concejala, comprendió que el caso de Nevenka tuvo lugar ya que, según la directora, “somos una generación a la que se nos dijo que eso no podía pasarle a un alcalde".
Asimismo, Bollaín reflexiona sobre la complejidad del caso y la importancia de contar la verdad, sin idealizar ni simplificar ningún acontecimiento. "Las cosas contadas como malos y buenos no tienen mucho interés, porque la realidad siempre es más compleja", afirma. "Todavía hay muchos MeToo pendientes", asegura la directora, "hay que cambiar el foco y mirar al agresor, no ser cómplices con el silencio".
Soy Nevenka no solo es una película sobre un caso de acoso sexual, sino que también es un retrato de la sociedad española de principios de siglo XXI, de la lucha contra la impunidad y de la valentía de una mujer que decidió enfrentarse a un sistema que la silenciaba.