En la última semana los medios de prensa independientes han informado sobre al menos siete derrumbes en diferentes lugares de Cuba, la mayor parte de ellos ocurrido en La Habana, lo cual pone de manifiesto la alarmante crisis de vivienda en el país así como la falta de mantenimiento a los inmuebles más antiguos.
El más reciente de los siniestros reportados fue el colapso parcial de una vivienda en la esquina de las calles Florencia y San Gabriel, en el municipio Cerro de La Habana, donde afortunadamente no hubo víctimas mortales.
En imágenes publicadas por usuarios en las redes sociales se podían ver grandes cantidades de escombros en la calle, resultado del desplome del portal y parte de la azotea de la vivienda.
Este tipo de desastres se ha vuelto cada vez más común, especialmente cuando ocurren intensas precipitaciones como las de este fin de semana, aumentando así el temor de los residentes de que la situación empeore cuando el sol seque las estructuras ablandadas por la humedad.
Otro siniestro significativo ocurrió el pasado viernes en un edificio situado en la intersección de las calles Martí y Gonzalo de Quesada, frente al Parque de La Libertad en el municipio de Colón, provincia de Matanzas.
El detonante de este desplome parcial fueron las intensas lluvias recientes, aunque vecinos del lugar, citados por el medio independiente 14yMedio, confirmaron el estado de abandono en el que se encontraba el edificio, el cual había sufrido un grave deterioro y falta de mantenimiento.
El mismo viernes por la noche una vivienda en la calle General Betancourt, en el poblado de Alacranes del municipio Unión de Reyes, también en Matanzas, sufrió un derrumbe parcial. Este incidente fue reportado por el periodista Hanoi Moreno Enríquez, de la emisora estatal Radio Unión, a través de una publicación en Facebook.
El primer derrumbe reportado en los últimos siete días tuvo lugar el 19 de junio en La Habana Vieja, donde el colapso del pasillo de una edificación dejó al menos una persona herida.
La situación se agravó aún más el jueves 20 de junio con la caída de un balcón sobre la cafetería El Tablazo en el Vedado, frente al Malecón habanero, donde tres personas resultaron heridas.
Al día siguiente, el 21 de junio, se reportó el incidente más grave: el derrumbe de una pared en el municipio Cerro provocó la muerte de una persona y dejó a dos más lesionadas. Ese mismo día, otro derrumbe parcial ocurrió en el municipio Playa, aunque afortunadamente los residentes pudieron evacuar a tiempo para evitar consecuencias mayores.
El Gobierno cubano ha intentado justificar estos derrumbes citando causas como la falta de mantenimiento y las condiciones meteorológicas adversas. Sin embargo, no ofrecen soluciones a estos problemas mientras destinan la mayor parte de los recursos constructivos a los hoteles para turistas.
Según cifras oficiales, Cuba tiene un déficit de aproximadamente 800,000 viviendas. Esto se ha visto agravado por la lentitud en la construcción de nuevas edificaciones. En los primeros cinco meses de 2024, solo se han construido 3,579 viviendas, lo que representa apenas el 0,8% de las necesarias para cubrir el déficit.
No obstante, la cuarta parte de la inversión estatal en la primera mitad de 2023 fue destinada a la construcción de hoteles e instalaciones turísticas, para lo que se invirtieron 41.616.003 millones de pesos, de acuerdo con los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
La situación de la vivienda en Cuba está marcada por una crisis profunda que requiere atención urgente. Los derrumbes frecuentes, el déficit habitacional, y las prioridades de inversión del Gobierno reflejan una problemática que afecta a miles de cubanos, demandando soluciones efectivas y sostenibles para garantizar condiciones de vida seguras y dignas.