Las autoridades cubanas confirmaron que un tren que transportaba petróleo hacia la refinería Sergio Soto, ubicada en Cabaiguán, Sancti Spíritus, se descarriló en la zona de Siguaney, municipio Taguasco, este sábado.
El accidente tuvo lugar en el kilómetro 364,2, según la información ofrecida por la Unión de Ferrocarriles de Cuba. Aunque no se lamentaron muertes ni lesiones por parte de la tripulación, sí se afectó la vía férrea y los tanques de combustible.
Tras el suceso, las autoridades cubanas abrieron una investigación para determinar las causas del accidente, el cual dicen no fue un sabotaje. Ninguna agrupación clandestina de la Isla o del exilio ha manifestado vínculo alguno con el suceso por el momento.
El delegado del Ministerio del Transporte en Sancti Spíritus, José Lorenzo García, declaró al diario estatal Granma que el accidente afectó al cabús, que es el último vagón de un tren de carga para uso de los tripulantes, y a dos de las 11 cisternas transportadas por la máquina.
García explicó que el contenido de una de las cisternas afectadas no se perdió totalmente debido a que pudo ser sellada cuando se comenzó a derramar el crudo.
El descarrilamiento del tren también provocó afectaciones al transporte ferroviario en Cuba, pues al menos 300 metros de la vía se destruyeron, lo que obligó a desviar por ramales alternativos la circulación de trenes en Cuba.
El accidente tiene lugar en un contexto marcado por la crisis económica cubana, que se evidencia especialmente en la escasez de petróleo para garantizar el suministro eléctrico en el país.
Estas carencias, acompañadas por las de alimentos y medicinas, han provocado numerosas protestas antigubernamentales a lo largo de todo el país en los últimos años.