Un contenedor de ayuda humanitaria enviado por la organización británica International Aid Trust a la Iglesia Evangélica de Cuba “En Jesucristo Libres” fue decomisado por el Departamento de Atención a Instituciones Religiosas y Asociaciones Fraternales del régimen cubano, según denunció el Instituto Patmos en un comunicado.
La donación, financiada por religiosos británicos, contenía un generador de electricidad, 15 máquinas de coser Singer, tres cortadoras de césped eléctricas, alimentos, ropas y zapatos, equipos electrodomésticos, colchones, guitarras, ukeleles, violines, flautas, panderetas, teclados, baterías eléctricas, micrófonos alámbricos, juguetes, sillones de ruedas, muletas y andadores.
El comunicado publicado por el Instituto Patmos recordó que “en el 2020 habíamos denunciado el robo de cuatro contenedores que habían sido enviados también a Cuba recolectado por cubanos, en lo que se denominó SOLIDARIDAD ENTRE HERMANOS, a través de una iglesia en USA que realizó el envío a otra iglesia en Cuba con el objetivo de que fuera distribuida al pueblo cubano a través de una red de pastores e iglesias que la esperaban”.
En esta ocasión, el pastor Berbard Cocker, fundador y director ejecutivo de International Aid Trust, escribió al Embajador del Reino Unido en Cuba, el Sr. George Hollingberry, solicitando ayuda para reclamar el contenedor de ayuda humanitaria:
"Según sabemos, la razón oficial para la demora de nuestro contenedor es la presunción de los agentes aduaneros de que la carga contiene artículos prohibidos. Si embargo, no hay evidencia que sostenga lo anterior, ni podría haberla, dado que la carga humanitaria contiene solo bienes esenciales para personas necesitadas en Cuba (ropa, comida, sillas de ruedas, colchones, zapatos, comida para bebés, juguetes para niños, etc.)".
También la Iglesia Evangélica de Cuba “En Jesucristo Libres” ha realizado varias reclamaciones por el contenido de la donación.
La única respuesta que han conocido hasta el momento vino por parte de Ignacio Valdivia O’Farril, analista del Departamento de Atención a Instituciones Religiosas y Asociaciones Fraternales del Consejo de Ministros, quien confirmó que el contenedor fue confiscado.