¿Qué implica vivir bajo un régimen que silencia la disidencia y viola los derechos humanos con total impunidad? En las últimas semanas, la evolución de tres presos políticos cubanos, tres casos de artistas independientes, acosados y detenidos por el gobierno cubano, ha puesto de relieve cómo el poder en la isla sigue sofocando cualquier atisbo de libertad.
El Observatorio de Derechos Culturales publicó un resumen de la situación actual de Duannis León Taboada, Fernando Almenares y Ángel Cuza, "cuyas vidas han estado en riesgo" debido a la represión política y el abuso de poder.
Duannis León Taboada
El pasado 29 de julio culminó una huelga de hambre de 12 días en la prisión del Combinado del Este, en la capital cubana. Según detalla el post del Observatorio, "Jenni M Taboada pudo ver a su hijo después de más de una semana intentándolo infructuosamente y sufriendo amenazas y secuestros por ello. Al constatar el deterioro ostensible del joven, consiguió persuadirlo de comenzar a ingerir alimento".
"Duannis está extremadamente delgado y debilitado, apenas podía sostenerse en pie sin perder el equilibrio. Permanecerá en el hospital del penal por un tiempo hasta que esté mínimamente recuperado y se chequee el funcionamiento de los riñones, afectados por la huelga".
Fernando Almenares
Estuvo incomunicado más de 10 días en el centro penitenciario Cuba-Panamá, en Güines, lo que constituye una violación flagrante del reglamento penitenciario. Esta cárcel es conocida por las dificultades de comunicación, algo que ha sido denunciado por numerosos familiares de presos políticos.
Después de intentar visitarlo sin éxito el 24 de julio, su madre finalmente pudo verlo 5 días después. Durante la visita, Fernando le explicó que había estado en huelga de hambre, pero que decidió suspenderla debido a sus problemas de salud, ya que sufre de sicklecia (anemia falciforme), lo que lo coloca en una situación de riesgo permanente.
Almenares, quien lleva ya siete meses encarcelado sin juicio ni solicitud fiscal, aún enfrenta acusaciones de sabotaje y propaganda enemiga contra el orden constitucional, sin que la Fiscalía haya presentado pruebas concretas en su contra.
Ángel Cuza
El 29 de julio, el reportero y activista Ángel Cuza realizó una llamada inesperada para informar que estaba siendo trasladado a la prisión del Combinado del Este, de donde había sido excarcelado a principios de mayo. Este traslado ocurre porque la Fiscalía está considerando abrir un nuevo expediente penal en su contra, ahora por un cargo relacionado con la tenencia de explosivos.
"Activistas cercanos al artista y familia han explicado que el motivo consiste en que portaba un casquillo de bala como prenda de resguardo religioso, que le fue ocupado al ser detenido en la calle el 25 de julio", detalla la publicación.
El Observatorio de Derechos Culturales aclaró que los casos de estos tres presos políticos cubanos, expusieron una escalada represiva que coincidió con la cercanía del 26 de julio, fecha de celebración oficialista. Recordó también que, simultáneamente, el Gobierno de Santiago de Cuba destinó recursos para la realización de un carnaval con la participación de cantantes cubano-americanos, otro episodio de manipulación política de la cultura, en un contexto de creciente penuria generalizada.