El pueblo de Cuba necesita que se reconozcan, a través de la Constitución de la República de Cuba, las garantías que necesita un periodista Independiente. Necesita garantías constitucionales de la libertad de expresión y la libertad de prensa, ya que esta implica un profundo compromiso nacional, donde el principio fundamental es el debate sobre asuntos públicos, los cuales deben ser vigorosos, abiertos y sin inhibiciones, e incluso pueden incluir ataques vehementes, cáusticos y a veces desagradables contra el gobierno y los funcionarios públicos.
Sin embargo, el gobierno de Cuba pone obstáculos en todo momento, no quiere que la realidad tenga luz, haciendo que se mantenga siempre en la oscuridad, en secreto. El gobierno debe dejar que los periodistas Independientes propongan debates y estén bien informados sobre asuntos públicos, sobre todo debates que resulten embarazosos para los funcionarios, porque si el pueblo no sabe lo que está pasando, es decir, si el gobierno oculta sus actividades con la evasión y el secreto, el pueblo siempre vivirá oprimido y engañado.
Los ciudadanos cubanos necesitan hablar con entera libertad, esto es muy apreciado, tal vez más que cualquier otro derecho. Se necesita que el pueblo estudie y comente temas concebibles, sin el menor temor a represalias, porque ningún país vive en la libertad si su pueblo está expuesto al riesgo de sufrir daños físicos o económicos por hacer críticas al gobierno. Cada persona tiene derecho a su propia opinión y se debe sentir cómoda al expresar sus puntos de vista discrepantes, sin temor de ser castigada.
Cuando se expresa la propia opinión, los individuos están en libertad de apelar a la razón y a la lógica para atraer a quienes los apoyen. A veces sus expresiones pueden ser poco razonables e ilógicas, pero la constitución cubana declara que no le compete al gobierno la responsabilidad de decidir si lo son. Tales expresiones se deben permitir para que la gente pueda juzgar si se le dice la verdad. Las noticias deben ser legítimas, se deben decir como tales, no importa a quien se refieran, cuando no es así, y la noticia es tergiversada por el gobierno, el pueblo cae en la incertidumbre de siempre. La prensa cubana ha perdido muchos valores, por no reflejar lo bueno y lo malo de nuestra sociedad. Los cubanos a veces necesitan desahogarse y no tienen la oportunidad de hacerlo porque sufren temor a represalias.
En un país se arreglan las cosas cuando sus ciudadanos saben la verdad y luchan por ella, la libertad de expresión reconoce también que los ciudadanos pueden influir mejor en la conducción de su gobierno cuando se trabaja de manera mancomunada. Por eso, el Estado tiene que hacer cumplir el Estatuto cubano, nuestra Constitución. Los periodistas independientes, que se juegan la vida buscando información para que el pueblo conozca la otra parte de la moneda, deben estar autorizados por el gobierno, y trabajar juntos para que le llegue al pueblo una información verdadera.