El sábado 8 de junio de 2024 tuvo lugar un multitudinario altercado en la Finca de los Monos, en el municipio capitalino de Cerro, en lo que debía haber sido una celebración por el inicio de las vacaciones de verano, pero que terminó con varios heridos. Los protagonistas del suceso fueron adolescentes de entre 14 y 18 años, muchos de los cuales portaban cuchillos y machetes.
Al día siguiente, en el programa televisivo “Hacemos Cuba”, el vocero Humberto López aseguró falsamente que la actividad en la Finca de los Monos “no se aprobó por las autoridades del municipio ni de la provincia”. #CubaChequea, la unidad de verificación de Árbol Invertido, ha desmentido las palabras de López en un trabajo publicado en nuestra web.
En esta declaración, el Frente Democrático de Concertación (DFrente) le exige al gobierno cubano que afronte con "transparencia y determinación" el problema de la violencia en Cuba, tristemente normalizado.
La violencia social está ganando la partida a la sociedad y al Estado y se normaliza
El Gobierno debe afrontar con transparencia, determinación y búsqueda de la buena gobernanza un asunto (la violencia) que debilita cualquier noción de país
El pasado sábado 8 de junio una exhibición de violencias, que duró hasta altas horas de la noche en varios puntos de La Habana, se desató en la Finca de Los Monos, espacio de recreación para niños, adolescentes y jóvenes, situado en el municipio Cerro, en las inmediaciones de la Ciudad Deportiva, remozado y convertido en una aproximación de parque tecnológico para el aprendizaje y entretenimiento lúdicos.
La información verificada hasta el momento habla de varios adolescentes y jóvenes heridos, presuntamente pertenecientes a bandas delincuenciales que decidieron llevar su ajuste de cuentas a un lugar y momento concebidos, en una muestra de ridícula alienación política por parte de la Unión de Jóvenes Comunistas, para inaugurar sus fiestas de verano con el nombre de “Crea tu felicidad”; un título y mensaje abismalmente divorciados de las condiciones económicas, sociales y culturales en las que habitan la mayoría de los niños, adolescentes y jóvenes cubanos.
"Nos consume la pobreza, se destruyen los mínimos valores de convivencia y nos aliena la ideología."
Destruida la gobernanza en un régimen incapaz de colectar la basura y de proveer de alimentación apropiada, agua potable, vivienda adecuada y valores cívicos a las futuras generaciones, estas están tomando revancha contra el gobierno y la sociedad misma a través de prácticas autodestructivas que se refuerzan en los climas y ambientes de creciente drogadicción. Nos consume la pobreza, se destruyen los mínimos valores de convivencia y nos aliena la ideología.
Frente a ello, solo nos encontramos con la negación de cara a las múltiples expresiones de violencia y al empleo de la violencia de Estado por parte del gobierno contra ciudadanos y ciudadanas pacíficos, en su mayoría ancianos que intentan buscarse la vida vendiendo lo que pueden, y otras mayorías que sólo ejercen derechos reconocidos por la Constitución.
Para la concertación democrática DFrente es preocupante esta profundización de la condición fallida del Estado. El ecosistema de violencia políticamente alimentada por la retórica, la pedagogía y el comportamiento del gobierno −la reciente resolución del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias que militariza más el país y autoriza el uso de municiones solo agrava la situación− están pasando factura a cualquier intento de reconstrucción de las bases de la nación y amenazan con “haitianizar” nuestra vida en común.
"El Régimen cubano debe estar claro de que la violencia es lo único que queda cuando se suprime la civilidad de la vida organizada."
El espectáculo de la Finca de Los Monos solo ilustra lo que sucede cotidianamente en el casi inexistente transporte urbano, en escuelas, en mercados, en las playas y en diversas comunidades marginadas del país, empeorado con 23 feminicidios hasta esta fecha. Desde Shanti, la estrategia global contra todas las violencias, lo hemos venido advirtiendo hace exactamente un año. Con escasos recursos estamos trabajando en distintos barrios y con un creciente número de ciudadanos y ciudadanas a lo largo de todo el país para intentar neutralizar un fenómeno peligroso, ya instalado, de inseguridad ciudadana. Un problema que lo es también de seguridad nacional.
DFrente ofrece su apoyo a las familias de estas jóvenes víctimas, reitera su llamado a la ciudadanía para que se una a Shanti, y conmina al gobierno a afrontar con transparencia, determinación y búsqueda de la buena gobernanza un asunto que debilita cualquier noción de país. El Régimen cubano debe estar claro de que la violencia es lo único que queda cuando se suprime la civilidad de la vida organizada, del orden institucional, de la educación cívica para un país humano. Ella ocupa los espacios de la legalidad, del Estado de Derecho, de la autonomía de la sociedad civil, del respeto a las diferencias y de la realización de los derechos humanos. Y es el gobierno quien está en la posición central para recuperar el lenguaje civilizado, abandonar sus violentas prácticas habituales y la violencia institucional que destruye toda esperanza de paz social.
En todo caso, solo una reforma política profunda, que establezca el Estado de Derecho, nos devuelva a la soberanía de las y los ciudadanos, y abra paso al pluralismo cívico y político podrá conjurar, con pleno respeto a los derechos humanos, el creciente fenómeno de la violencia en Cuba.
La Habana, 11 de junio de 2024