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Arquitectura | Cuba, sus cariátides y sus muertos

Por el descuido al que ha sido relegado, un referente cultural y artístico camagüeyano como las cariátides ha devenido motivo de peligro y muerte.

Cariátides: columnas con forma de figuras femeninas en edificio deteriorado en Camaguey.
Cariátides en el edificio camagüeyano conocido como "La casa de las cariátides". | Imagen: Flickr

Las cariátides de Camagüey han vuelto a ser noticia. El sábado 18 de febrero de 2023, un hombre resultó gravemente herido y murió a causa de un derrumbe parcial del balcón del edificio multifamiliar conocido como “La casa de las cariátides”, ubicado en la Avenida de los Mártires. Por el descuido al que ha sido relegado, un referente cultural y artístico camagüeyano como este ha devenido motivo de peligro y muerte.

Esta pieza arquitectónica camagüeyana de inicios del siglo XX (1905-1915) es de estilo ecléctico y fue diseñada por el arquitecto catalán Claudio Muns Piqué. En su página de Facebook, el arquitecto cubano Diango Esquivel Andino (graduado en la Facultad de Construcciones de la Universidad de Camagüey) explica que “sus columnas en forma de cariátide lo hacen un ejemplo excepcional dentro de la arquitectura de Camagüey.” También, en su post del 25 de septiembre de 2021, alertaba que “actualmente este excepcional ejemplo de la arquitectura de Camagüey se encuentra en un estado crítico de conservación” el cual “amenaza con su definitiva desaparición”. Añadía además que “se hace inminente acciones urgentes para su restauración, pues sería muy lamentable perder este caso excepcional de la arquitectura camagüeyana.”

Justo en la zona frente al edificio camagüeyano de las cariátides, exactamente en la Avenida de los Mártires No. 60, está uno de los hoteles de la cadena Islazul, el Hotel Puerto Príncipe (un edificio construido en 1943, antes de los sucesos de 1959). El 10 de noviembre de 2021, el periódico camagüeyano adelante.cu daba noticias de la reanudación del turismo en el país y de las reparaciones que se llevaban a cabo en algunas instalaciones, entre ellas, el hotel Puerto Príncipe, vecino del edificio en ruinas: “alrededor del 15 de diciembre [de 2021], debe abrir operaciones el ‘Costa Blanca’, en tanto el ‘Isla de Cuba’, el ‘Puerto Príncipe’ y el ‘Florida’ tendrán labores de mantenimiento constructivo para dejarlos listos en el primer cuatrimestre de 2022”, declaraba para la publicación Edel Carmenate Ramírez, director de la Unidad Empresarial de Base Sucursal Islazul Camagüey.

Sin embargo, si uno realiza una búsqueda a través de la página del periódico Adelante verá que la palabra “cariátide(s)” no arroja ningún resultado. Se puede, por supuesto, comprender la escasez de recursos, los problemas añadidos que pudo haber traído la pandemia, pero definitivamente es ofensivo el modo en que la prensa insular hace caso omiso de las condiciones en que se encuentra este edificio que forma parte del patrimonio cultural cubano y que se ha convertido en un peligro para los transeúntes, ya sean nacionales o turistas. Porque valdría la pena preguntarse, también desde la lógica turística del gobierno cubano, lo siguiente: si dejar en total descuido parte del patrimonio arquitectónico pone en peligro la vida de cubanos y extranjeros, ¿no es entonces bueno y necesario también para el turismo y para la ciudad que estos sitios tengan reparaciones adecuadas tal y como las tiene el hotel de Islazul que queda justo al frente del edificio con amenaza de derrumbe? Mucho más si las páginas turísticas cubanas sobre Camagüey insisten una y otra vez en el cuidado del patrimonio “con viviendas perfectamente conservadas”.

"Como parte de la herencia arquitectónica española y europea, Cuba es un país lleno de motivos escultóricos de tintes clásicos, y uno de esos motivos son las cariátides, figuras femeninas esculpidas con función de columna o pilastra, que se remontan a los modelos griegos del Erecteion, uno de los templos de la Acrópolis de Atenas, dedicado a Poseidón, el dios de los mares..."

Al revisar el sitio digital de Islazul, uno se encuentra que una de las características que destacan sobre Camagüey es su patrimonio (incluidas viviendas) bien conservado. Entre esas viviendas no se encuentra, definitivamente, la casa de las cariátides, a pesar de estar tan cerca, justo al frente, de uno de sus hoteles:

Con viviendas perfectamente conservadas desde los primeros años de la villa, Camagüey se destaca asimismo por la gran cantidad de construcciones religiosas que ostenta, entre las que sobresalen la Catedral, la Iglesia del Carmen y la de Santa Ana, todas parte de un significativo centro histórico declarado Monumento Nacional y el de mayor extensión del país.

Pero basta hacer una rápida búsqueda en Internet para saber que esta no es la primera vez que la casa camagüeyana de las cariátides es noticia por su deterioro y por el peligro que representa también para su habitantes. Entre el 12 y 13 de agosto de 2020 algunos periódicos independientes como Diario de Cuba, Cubita Now y ADNCuba reportaban sobre los derrumbes parciales de la edificación, aunque en aquel momento no hubo pérdidas humanas. Hace años, por tanto, que se viene denunciando el estado ruinoso de la edificación.

Cariátides: columnas con formas femeninas sostienen un templo antiguo griego.
Cariátides de Erecteion, uno de los templos de la Acrópolis de Atenas. | Imagen: Viajeros por el Mundo

Como parte de la herencia arquitectónica española y europea, Cuba es un país lleno de motivos escultóricos de tintes clásicos, y uno de esos motivos son las cariátides, figuras femeninas esculpidas con función de columna o pilastra, que se remontan a los modelos griegos del Erecteion, uno de los templos de la Acrópolis de Atenas, dedicado a Poseidón, el dios de los mares. La versión masculina de dicho motivo escultórico se conoce como atlantes o telamones, los cuales son también muy comunes en la arquitectura de la Isla. Entre las más famosas cariátides cubanas se encuentran las del Centro Hispanoamericano de Cultura (antiguo Centro Cultural de España, cerrado a causa de los enfrentamientos entre el gobierno cubano y la administración de Aznar), edificio ubicado frente al mar habanero en Malecón No. 17 y conocido también por el nombre de “Palacio o casa de las cariátides”. Según el periódico El país, en un artículo sobre el cierre del centro español en 2003, “la remodelación de este edificio costó unos dos millones de euros aportados por la administración española”. El artículo explicaba, además, que:

La medida [del cierre del centro español] se convirtió en la primera dispuesta por el gobierno de Cuba contra un país de la Unión Europea después de que el bloque de los Quince condenara en una declaración al régimen de Castro tras las penas de cárcel a 75 disidentes y la ejecución de los tres secuestradores de una lancha en La Habana, en abril pasado.

Cariátides: columnas con formas femeninas restauradas en el Centro Hispanoamericano de Cultura, La Habana.
Cariátides del Centro Hispanoamericano de Cultura en La Habana. | Imagen: Alejandro Gavilanes- Medium

En la revolución de Castro, más de una vez, las cariátides (esas figuras jóvenes que desde la Atenas clásica representan la vida y la belleza) se han visto envueltas en asuntos de injusticia, persecución, decadencia y muerte. La archiconocida frase de “revolución es construir” ha terminado siendo todo lo contrario: ruina y destrucción, si se tienen en cuenta los cada vez más comunes derrumbes en distintas ciudades del país que frecuentemente son causa de lesiones y muertes de ciudadanos cubanos, incluidos niños.

"La archiconocida frase de ´revolución es construir´ ha terminado siendo todo lo contrario: ruina y destrucción, si se tienen en cuenta los cada vez más comunes derrumbes en distintas ciudades del país que frecuentemente son causa de lesiones y muertes de ciudadanos cubanos, incluidos niños"

Algunas otras cariátides de la Isla que merecen mención son las de la sede de la Academia de Ciencias de Cuba, en la habanera Calle Cuba No. 460. También en La Habana están la cariátide de la casa de estilo art nouveau ubicada en Calle Ánimas No. 272, la cariátide art nouveau del edificio "El cetro de oro" en Calle Reina, y las cariátides en la casa también de estilo art nouveau Josep Crusellas Faurá (1908) en Calle Reina No. 352. Están además las de la Quinta “Las delicias” del Cerro (también conocida como “Finca de los monos”). Y en Santiago de Cuba, en el Cementerio de Santa Ifigenia, están las cariátides que representan las antiguas provincias cubanas, como parte del mausoleo dedicado a José Martí.

La prensa oficialista cubana, más de una semana después de la muerte del transeúnte camagüeyano, sigue sin darse por enterada de los hechos. La Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (al ser cuestionada en las redes sociales por lo ocurrido) ha dicho que ya había avisado sobre el peligro de derrumbe y que “la intervención en ese edificio multifamiliar pertenecía a otro organismo”. Las cariátides camagüeyanas, esas muchachas eternamente asomadas al balcón, cada vez se vuelven más un símbolo de amenaza, destrucción y muerte, que de juventud y vida. Para salvar tanto a los transeúntes como a las cariátides sigue siendo necesaria la denuncia ciudadana en las redes y en la prensa independiente. Mucho más ante una prensa oficial y ante organismos que no mencionan siquiera ni a sus cariátides ni a sus muertos.

Yoandy Cabrera

Yoandy Cabrera en Árbol Invertido

(Cuba). Profesor de Clásicas y Español en Rockford University. Estudia la recepción clásica y la poesía hispana. Su libro más reciente es Ballet clásico y tradición grecolatina en Cuba (Aduana Vieja, 2019). Es editor jefe de la revista académica Deinós (https://deinospoesia.com/).

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