MUERTE DE UN PAYASO
Qué ha pasado una aguda hora ha sobrevenido
un oscuro país se ha adentrado por mis ojos
y aquí dentro algo como sueño del corazón labra o destruye un nido
Dime madre ¿es qué no soy yo mismo?
Sobre la tierra tenía una cabaña
una pobre carpa una tienda en el desierto
y yo mismo grité un día hasta cuándo
hasta cuándo este ridículo oficio
este hilo por el aire, esta máscara cruel
Pero ahora una oscura caverna multiplica mis pasos
de la que no han de sacarme ni gemidos de niños
Qué ha pasado cuervos llegan incesantes
Sobre la tierra tenía un dominio
una pobre heredad que mis abuelos araron con sus huesos
Qué sueño parece vestirse otra vez de carne
de una carne prestada o robada a los muertos
Qué ola parece contar con un susurro los años
sobre las arrugas de las frentes
¿Qué ruina plagada de preguntas como un rey se levanta?
Sólo ante el mar el juglar ofrece su última función
torpe volatinero y prestidigitador frutos vuelan de sus manos
a sus manos de sus manos a la tierra
No sabe que el mar es implacable
y solo en medio de la playa va perdiendo sus maravillas
porque los frutos ruedan cansados hacia el mar
atraídos y devorados por el soberbio mar
lentamente su tienda se esfuma cae sobre la arena sin aliento
¿Quién es este hombre que ha dado su respiración al mar
quién es este hombre que todo lo ha dado mar
que sobre la arena exánime descansa
o brotando del mar parece arrastrar una cruz o mujer desnuda?
Madre era la oscuridad lo que deseaba
mi paso se hundía en la piel de la noche
y yo era feliz
No vale oscuridad sin mano de madre
En este sueño temeroso un castillo fabricaron tus manos con caricias
era el vientre de la noche lo que yo deseaba
mi madre la noche bajo cuyas estrellas ofrezco este espectáculo sin sentido
no veía que como un hijo pródigo
funánbulo sobre un hijo regresaba al ciego padre abismo
Mas ya nada deseo
sólo estoy tendido junto al mar con el rostro en el cielo y no deseo nada
estoy oyendo un trueno incansable ¿o eres tú mar de fuego?
estoy tendido junto al mar y en mis ojos las nubes se reúnen
corre la lluvia por mi rostro ¿o es que estoy llorando?
Ay qué oscuro sueño siento
adentrarse en mi pecho qué perfume
de mar ha sobrevenido
Era la noche lo que deseaba y ya la tengo.
Claves de lectura
"Muerte de un payaso" apareció en el libro Enigma de las aguas (Universidad de La Habana, Departamento de actividades culturales, La Habana, 1983. Premio de Poesía del Concurso 13 de Marzo 1982), con prólogo de Cintio Vitier.
Jorge Luis Arcos: "Estaba profundamente desencantado de la política nacional"
Todo este complejo proceso nacional, que tanto afectó a la producción literaria del país, tuvo que dejar una huella, una marca en sensibilidades y percepciones tan singulares como las de Ángel [Escobar] y Raúl. No por gusto, como muestran algunos poemas inéditos de corte satírico y algunas confesiones personales a amigos (entre los que me cuento), Raúl, ya a fines de los 80 y antes de su suicidio, estaba profundamente desencantado de la política nacional, sin renunciar por ello a su inequívoca filiación con un humanismo revolucionario. Su excelente introducción a la vida y a la poesía de César Vallejo ofrece varias claves importantes para comprender la propia posición ideológica, e incluso literaria, de Raúl. Al menos en su caso, ese desencanto adicional, como por añadidura a otros muy suyos, tuvo que influir en su suicidio (Período Especial mediante). La proverbial indefensión de Raúl, agravada por la muerte de su madre y la enfermedad terminal de su padre, hizo que su profunda tendencia suicida se manifestara precisamente en el momento más crítico, que lo tornaba más débil, más vulnerable, cuando comenzó a funcionar lenta, silenciosa e implacablemente (1992-1994) una suerte de selección natural: los más débiles perecían.
Jorge Luis Arcos: Carta, Madrid, 19 de febrero, 2005. En "Cartas sobre dos poetas suicidas", Cubaencuentro.
Jorge Luis Arcos: "Lo ineludible de la muerte en su imaginación"
Cuando es operado del corazón, ve a un niño morir en su habitación. O acaso se ve a sí mismo, en otro escenario posible. Iniciación. Algo que también registra en su archivo poético personal en muchas ocasiones. Esa operación pospuesta durante su niñez, fue como una sombra que lo acompañó durante años. Lo ineludible de la muerte en su imaginación. No insisto en este tópico, la poética de la muerte, porque, como ya comenté, es omnipresente en toda su poesía. Pero si hubiera que poner un ejemplo (tentativa casi imposible), este podría ser "Muerte de un payaso", de Enigma de las aguas, uno de los mejores textos que escribió R. H. N.
Jorge Luis Arcos: "Hacia país inaccesible" o el suicidio de/en la escritura: Raúl Hernández Novás", Incubadora.
Dainerys Machado Vento: "Su muerte fue también un triste poema"
Su muerte fue también un triste poema, aunque ella vendría a representar la materialización de la única vía posible para lograr su deseo, para determinar por fin su rumbo. No le será posible reencontrar el paraíso anhelado del vientre materno, por el que clama en sus versos y que muchos coinciden en hallar por vez primera en "Muerte de un payaso", incluida también en Enigma de las aguas. Para alcanzar ese límite del retorno, al que no puede llegar como ser humano, sólo la muerte sería salida para que “el solitario hombre”, que sentía como “un payaso lo irrisorio de su papel”, dejara de ser movido por los hilos del ciego e “infinito azar”.
Dainerys Machado Vento: "Los enigmas de un viaje por las aguas de la muerte".
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