Con la difusión de este video, se anuncia la captura del tercer mercenario cubano en Ucrania. El prisionero es Ernesto Míchel Pérez Alvelaes, un joven de 26 años natural de Trinidad, en la provincia de Sancti Spíritus. Según su propio testimonio, aceptó un contrato militar bajo la promesa de que trabajaría en tareas de reconstrucción en zonas ocupadas, lejos de los combates.
En ese momento residía en Rusia, donde se ganaba la vida como constructor y a donde también había viajado su pareja. Movido por la necesidad de mejorar sus ingresos, decidió firmar, pero pronto fue enviado a las trincheras sin cumplirle lo acordado. Actualmente se encuentra detenido y afirma haber tenido más suerte que otros cubanos que conoció en el frente y que murieron en combate.
El caso de este mercenario cubano en Ucrania se suma a un fenómeno más amplio que ya preocupa a las autoridades de Kiev. De acuerdo con fuentes de inteligencia militar, citadas por medios como Business Insider, más de mil personas procedentes de Cuba han sido identificadas entre las tropas rusas, aunque la cifra real podría ascender a veinte mil. Los reclutadores ofrecen salarios de alrededor de dos mil dólares mensuales y la promesa de empleos seguros, pero numerosos relatos aseguran que esos contratos no se respetan y que los plazos de servicio se prolongan de manera forzosa.
En septiembre de 2023, el Gobierno cubano informó de la detención de diecisiete personas vinculadas a esas operaciones que operaban tanto en la isla como en territorio ruso. Estas redes, según denuncias, atraían a jóvenes con la oferta de supuestos trabajos de construcción. Aunque La Habana niega cualquier participación directa, analistas internacionales sostienen que el volumen de reclutados difícilmente podría sostenerse sin algún grado de complicidad oficial.
Ucrania ha advertido que los prisioneros cubanos no serán devueltos a la isla salvo en intercambios con Rusia, mientras que en Cuba las familias de los combatientes denuncian desapariciones, falta de apoyo estatal y ausencia de información verificada.