En la era contemporánea, el término "vintage", que se refiere a "lo antiguo pero popular, de moda", está definiendo las preferencias de consumo. El interés por productos que encajan en esta categoría se expande, ya sea a través de subastas, en plataformas dedicadas como Worth Point, o en webs de compraventa reconocidas como Ebay, evidenciando un crecimiento sostenido en este nicho de mercado.
"Los innovadores y digitalizados millennials han optado por recuperar los productos de sus predecesores", señala Mayte Rius en La Vanguardia, "lo que ha convertido el consumo vintage y retro en un punto de encuentro intergeneracional". En este sentido, varios expertos sostienen que esta inclinación hacia lo "antiguo" constituye principalmente un medio para que los jóvenes se distingan dentro de su grupo, estableciendo así su propia identidad.
Así, muchos de estos objetos (discos de vinilo, relojes de bolsillo o máquinas de escribir), debido a cuestiones como la rareza o el valor cultural, han alcanzado precios inimaginables, situados en el rango de los cientos de miles e, incluso, millones de dólares.