Juan es un cubano promedio que trabaja para el estado. Cobra, al mes, un salario básico de 750 pesos (CUP). No tiene familiares en el extranjero y es quien lleva el principal aporte de los ingresos a su casa. En medio de la crisis humanitaria provocada por el COVID-19, necesita más que nunca un fácil acceso a las vías comunicativas con las cuales cuenta el país, para saber acerca de su familia. Él vive en La Habana. Su madre reside en Guantánamo. Desde que están separados por tanta distancia, y recluidos en sus hogares, la comunicación entre ambos se ha vuelto una odisea, pues ninguno de los dos tiene acceso a un teléfono fijo. El móvil parece la única vía, pero producto a las altas tarifas implementadas por ETECSA (tanto para llamadas dentro del territorio nacional, como para la compra de paquetes de internet por datos móviles), se les hace imposible saber nada el uno del otro.
Resignado, Juan echa un vistazo a su cartera y piensa si merece la pena sacrificar el 17 por ciento de su salario para comprar un cupón de recarga de 125 pesos, con el que solo podrá hablar con su madre 14 minutos en el mes, ya que el costo de una llamada nacional es de 0.35 CUC cada 60 segundos. La otra opción, igual de cara, sería adquirir un paquete de datos móviles de 400 megabytes, lo cual tampoco le resulta rentable, ya que su madre también tendría que activar el servicio.
Cientos de cubanos como Juan decidieron tomar parte en un tuitazo con el objetivo de protestar contra los altos precios impuestos por la única empresa de telecomunicaciones del país. De acuerdo con las declaraciones de usuarios que participaron en el debate social con las etiquetas #bajenlospreciosdeinternet y #bajentodoslosprecios, la condena pública se concertó a partir de la noche del 24 de marzo a través de grupos de chat en la red Telegram y se extenderá hasta que el gobierno acepte implementar las rebajas. La iniciativa busca que las personas puedan estar al tanto de las informaciones con respecto al coronavirus y mantenerse en contacto con sus familiares.
Muchas otras publicaciones han denunciado los abusivos precios del Internet en Cuba. Ejemplo de esto es el mensaje (que ha sido compartido más de 7 mil veces) del escritor y coordinador del perseguido grupo de poesía Demóngeles, Ariel Maceo Téllez:
“ETECSA_Cuba Ya es hora de que te pronuncies. Reduce tus precios. Estamos en crisis, y aunque no lo estuviéramos, igual deberías pronunciarte. Tienes los precios más caros de todas las empresas telefónicas del mundo. ¿Por qué eso? ¿Por el embargo económico? Vamos, déjate de mentiras. Reduce tus precios ya. Escucha a los cubanos”.
Pero a pesar del carácter humanista que tendría una acción de este tipo, la negativa a la rebaja de precios continúa vigente. El 25 de marzo, en el artículo editorial Los mercenarios de las redes, ETECSA y la pandemia genocida, publicado en el portal digital CubaSí, del cual la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba es propietaria, se publicó:
“Después de intentar presionar al Gobierno para que llevara a cabo un confinamiento anticipado que paralizaría al país en medio de la hecatombe del coronavirus, los mercenarios de las redes ya han anunciado su propia campaña en Twitter: pedirle a la empresa de comunicaciones cubana, ETECSA, que baje los precios del internet para que los cubanos, en esa terrible circunstancia, puedan comunicarse con sus familiares y amigos en el exterior”.
No es la primera vez que medios oficialistas arremeten contra aquellos que exigen precios dignos y les llama mercenarios. Sucedió también en junio de 2019 luego de que fuera convocado un tuitazo para que bajaran los precios del internet, similar al que ahora acontece (pero sin coronavirus). El medio CubaSí aseguró que fue convocado por mercenarios como Yoani Sánchez, y describió a la periodista como “un globo inflado a fuerza de dólares por el gobierno de Estados Unidos para tales fines”.
La justificación ahora toma un matiz similar al de aquel entonces. El viceministro primero del Ministerio de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, aseguró, en conferencia de prensa que en este momento no hay un pronunciamiento específico sobre la rebaja de los servicios, pues la decisión recae sobre la propia empresa de comunicaciones. “En relación con los precios, está muy clara la política de controlar que no tengamos un alza de los precios en esta situación”.
La respuesta fue dada ante la interrogante de la corresponsal de la agencia AP en Cuba, la cual denunció que la población atraviesa dificultades a la hora de acceder a los conciertos y espectáculos dados por artistas en la red (con el objetivo de facilitar a la gente su estancia y entretenimiento en casa en medio de la actual pandemia) a causa de los altos costos.
Por su parte, la presidenta de ETECSA, Mayra Arevich explicó que su empresa no baja los precios de la telefonía móvil para evitar congestiones. A lo que muchos usuarios se preguntan por qué la empresa no ha invertido el dinero, recaudado anteriormente (que no es despreciable), en más equipos o mejores tecnologías para facilitar la conexión a internet.
Mientras todo esto acontece, Juan compra su cupón de recarga de 125 pesos (CUP). Luego de un rato de meditación y algunos cálculos, decide activar el protocolo habitual para estos casos y le envía un mensaje de texto a su madre:
“Si te doy un timbre quiere decir que todo está bien. Dos timbres es para preguntarte ¿cómo estás?, que me lo respondes con un solo timbre si estás bien o dos si estás mal. Si me urge decirte otra cosa te mando un SMS. Solo si llamo tres veces seguidas debes contestarme”.
