Este 20 de agosto el Programa Cuba de la Universidad Sergio Arboleda fue el escenario de un evento centrado en analizar y desmitificar el impacto de las revoluciones de Cuba, Nicaragua y Venezuela en la vida de las mujeres, para lo cual fueron invitadas destacadas feministas y defensoras de los derechos humanos que han vivido y estudiado estos procesos de cerca.
La mesa de debate estuvo compuesta por Erika Guevara de Amnistía Internacional, Nastassja Rojas Silva de Amnistía Internacional Venezuela, Edipcia Dubón de Puentes para el Desarrollo de Nicaragua e Ileana Álvarez González, fundadora de la revista feminista cubana Alas Tensas.
La jornada comenzó con la presentación del libro “¿Cómo han cambiado las revoluciones la vida de las mujeres?”, una obra que fue lanzada recientemente en la Feria del Libro de Bogotá y que ofrece una profunda reflexión sobre la vida de las mujeres en Cuba, Venezuela y Nicaragua bajo regímenes revolucionarios.
El libro, que se puede descargar de forma gratuita en este enlace, está compuesto principalmente por relatos y análisis, y sirvió como punto de partida para un debate que se extendió más allá de las páginas impresas.
Erika Guevara, autora del prólogo del libro, abrió la discusión con una denuncia contundente en relación a cómo las agendas de los movimientos feministas han sido cooptadas y desmanteladas por los regímenes revolucionarios, limitando las posibilidades de resistencia autónoma frente a la violencia y la represión estatal.
Sus palabras resonaron en el auditorio, subrayando la manera en que los regímenes revolucionarios han instrumentalizado los discursos de igualdad de género, mientras en la práctica perpetúan opresiones y desigualdades.
La intervención de Nastassja Rojas Silva añadió una capa de complejidad al análisis, pues la defensora de derechos humanos subrayó el retroceso en la calidad de vida de las mujeres en estos países, donde se han reducido deliberadamente los espacios para expresar sus demandas.
La voz de Edipcia Dubón, quien ha sufrido la represión del régimen de Daniel Ortega hasta el punto de ser desnacionalizada, añadió un testimonio desgarrador sobre el costo que las mujeres han pagado por oponerse a los regímenes en sus países.
Ileana Álvarez, por su parte, ofreció una visión crítica sobre la situación de las mujeres cubanas tras la Revolución cubana. Durante su intervención, la escritora desmanteló la narrativa oficial del régimen comunista, señalando la contradicción entre la retórica de igualdad de la Revolución y la realidad de opresión que viven las mujeres en la isla.
Su exposición se centró en cómo la creación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en 1960 sirvió más para controlar y silenciar a las mujeres que para empoderarlas, al eliminar las organizaciones independientes que luchaban por los derechos femeninos.
No obstante, Álvarez contó cómo en los últimos años pese a la represión las plataformas y organizaciones feministas como OGAT, YSTCC, Cubalex y la Red Femenina de Cuba han desafiado la narrativa oficial presentando datos, testimonios y denuncias sobre la situación de las mujeres en la isla.
El intercambio de ideas y experiencias entre las panelistas y el público fue el cierre perfecto para un evento que no solo amplió el conocimiento académico, sino que también conectó las luchas locales con las globales.
Ileana Álvarez lo resumió con claridad: “Este fue un espacio necesario para unir academia y activismo. Compartir nuestras experiencias y datos reales ayuda a desmontar el mito de que las revoluciones han favorecido a las mujeres. Al contrario, las han instrumentalizado, dejando de lado sus derechos y agravando problemas tan acuciantes como la violencia de género”.
El evento cerró con una promesa: seguir trabajando en la construcción de una narrativa que refleje la verdadera situación de las mujeres en los regímenes revolucionarios y continuar buscando alianzas entre la academia y el activismo para dar voz a quienes han sido silenciadas.