Sin información veraz y oportuna resulta imposible tomar decisiones para nuestra vida diaria o expresarnos de forma libre y fundamentada. La ciudadanía tiene derecho a saber dónde y cómo recibir los servicios públicos, conocer en qué se invierte el presupuesto estatal, y cuáles son las decisiones que se toman y afectan su vida cotidiana. Proveer esta información es una obligación de los Estados. Atendiendo a que el acceso a la información pública constituye un “derecho-llave” (puede ayudar a la ciudadanía a exigir con mayor certeza y fundamentación otros derechos), medios de prensa y proyectos cubanos nos hemos nucleado en coordinación con la Alianza Regional para la Libertad de Expresión e Información para presentar una campaña conjunta en favor del derecho de acceso a la información pública.
En Cuba, ¿tienes acceso a la información pública? Primero deberías saber que la información pública es producida o resguardada por el Estado, pero su acceso debería ser libre para todas las personas.
El acceso a la información pública te empodera como ciudadano, y puede brindarte las herramientas de conocimiento necesarias para resolver problemas de tu vida diaria. El acceso al conocimiento de cómo funcionan instituciones o el acceso a estadísticas, por solo citar ejemplos, propicia una relación más directa y consciente entre un ciudadano y las dinámicas de la sociedad donde vive. Partiendo de tu acceso a la información, de manera individual o colectiva, puedes generar propuestas de políticas públicas más coherentes con tus propias necesidades y las de tu comunidad.
A partir de tu acceso a la información pública, puedes monitorear la acción del gobierno, lo cual constituye parte de tu responsabilidad ciudadana y no es solo una acción unidireccional: la retroalimentación de la ciudadanía sobre el trabajo de los funcionarios del Estado debería ser de especial importancia en la lógica de la construcción de una sociedad democrática.
Para académicos y periodistas durante sus investigaciones el acceso a la información pública es fundamental para poder ir más allá de los hechos y encontrar un contexto sólido que devuelva trabajos bien fundamentados y vayan más allá de una mirada superficial de la realidad social.
Es un derecho de todas las personas buscar y acceder a esta información, que el Estado debe hacer pública. Este derecho ciudadano es un derecho "llave" porque "abre las puertas" para ejercer otra gran gama de derechos, que sin el acceso a la información pública se ven frustados.
Con el nivel de desarrollo social y tecnológico que ha alcanzado la sociedad mundial, hoy día debería ser sencillo encontrar y recibir información por parte de los gobiernos. Tanto así, que en la región de las Américas solo Bolivia y Venezuela, además de Cuba, no poseen normativas funcionales que protejan este derecho ciudadano. El marco normativo sin su verdadera implementación destruye este poderosa herramienta ciudadana.
En otros países de la región en los últimos años se ha visto un incremento de normativas sólidas que protegen este derecho, además de una mayor jurisprudencia a favor de la apertura a la información, y una creciente transparencia activa que se ve reflejada en el uso por parte de los periodistas.
En el caso de Cuba, los mayores desafíos ante el acceso a la información pública tienen que ver con un bajo nivel de conocimiento social y uso del derecho a la información. La amenaza a la independencia de los órganos garantes, el uso ilegítimo de las excepciones para negar información y la baja eficacia para evitar las sanciones ante el incumplimiento de esta garantía son otros de los retos.
Teniendo en cuenta la experiencia de otros países y gobiernos con un mayor nivel de desarrollo en sus políticas públicas, es fundamental que la ciudadanía monitoree y evalúe la implementación del acceso a la información pública. La discusión local debe enriquecerse con experiencia y estándares internacionales. Repensar las sanciones para que funcionen e impulsar la capacitación de funcionarios públicos en el tema son otras de las lecciones que no debemos pasar por alto.
La voluntad política es importante pero no es todo. El acceso a la información en tu derecho y se construye en colectivo, ¡hazlo valer!