La prensa oficialista cubana dice que en Ucrania existen laboratorios secretos patrocinados por los Estados Unidos que se dedican a la producción de armas biológicas, aunque no existe ninguna prueba al respecto.
En al menos cinco artículos publicados desde finales de marzo, portales como Cubadebate, Granma y Visión Tunera afirman que en Ucrania existen más de 30 laboratorios que realizan actividades biológicas militares a gran escala. Sin embargo, los laboratorios mencionados no son secretos, ni existen pruebas de que realicen investigación militar alguna.
Las publicaciones hacen eco de declaraciones del ministerio de defensa ruso según las cuales Ucrania desarrolla patógenos de uso militar para diseminar mediante la migración de patos y murciélagos. Su única fuente son artículos militares rusos.
“El objetivo de estas investigaciones biológicas financiadas por el Pentágono en Ucrania era crear un mecanismo de propagación secreta de patógenos mortales”, dice uno de los artículos publicados por Cubadebate.
“Durante su operación militar especial en Ucrania, Rusia encontró aves numeradas producidas por laboratorios biológicos ucranianos, financiados y supervisados por Estado Unidos”, afirma por su parte Granma en un artículo titulado: “Pájaros numerados, un arma para matar sin tirar un solo tiro, entre otros experimentos biológicos”.
Sin pruebas de supuesto uso militar
Diversos medios alrededor del mundo, como BBC, EFE y Polifact, ya han explicado que las afirmaciones rusas carecen de sustento. En primer lugar, los laboratorios no son secretos. Por el contrario, es de conocimiento público que Ucrania tiene una red de laboratorios que investiga enfermedades peligrosas para la salud de humanos y animales, como el ántrax y la fiebre hemorrágica.
Tampoco es secreto que esas instalaciones reciben apoyo financiero de los Estados Unidos. En la página web de la Embajada de los Estados Unidos en Ucrania existe una sección que incluye todos los detalles de dicha colaboración. Algunos de los laboratorios también son apoyados por la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Otro aspecto relevante es que Rusia no presentó ninguna prueba de que estos laboratorios se usaran para investigación militar, ni de que las instalaciones tuvieran las capacidades necesarias para el desarrollo de armas.
“No hay indicios de que los laboratorios ucranianos hayan estado involucrados en alguna actividad nefasta, o en cualquier investigación o desarrollo que contravenga la Convención de Armas Biológicas", explicó Filippa Lentzos, experta en bioseguridad del King's College de Londres, a la BBC.
“La realidad es que un programa real de armas biológicas tiene requisitos adicionales, como la formulación de un agente que pueda producirse en masa y sea lo suficientemente estable como para almacenarse y diseminarse”, dijo por su parte el director del Programa de Posgrado en Biodefensa de la Universidad George Mason, Gregory Koblentz, a Politifact.
Ucrania también presenta, periódicamente, informes voluntarios de cumplimiento de la Convención de Armas Biológicas que prohíbe el desarrollo, la producción y la posesión de armas biológicas. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) tampoco cuenta con ningún informe de la Oficina de Asuntos de Desarme que indique alguna sospecha sobre las investigaciones realizadas en los laboratorios ucranianos.
Finalmente, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos informó el 11 de marzo que cuando empezaron los ataques rusos el Ministerio de Salud de Ucrania ordenó la eliminación segura de las muestras de patógenos que se almacenaban en los laboratorios, con el objetivo de prevenir cualquier tipo de liberación accidental generada por los ataques.