Frente al alza de precios en los paquetes de datos móviles impuestos por ETECSA, estudiantes y docentes cubanos protagonizan un movimiento de protesta sin precedentes en el ámbito académico.
Inicio de la protesta universitaria
El anuncio de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) sobre el incremento de los precios en sus paquetes de internet móvil ha desatado una ola de indignación en los espacios universitarios. Lo que parecía una actualización tarifaria se convirtió rápidamente en el epicentro de un movimiento nacional. La comunidad universitaria denuncia que estas nuevas tarifas vulneran el acceso al conocimiento, profundizan desigualdades sociales y representan un obstáculo directo al ejercicio de derechos fundamentales.
La oferta básica de ETECSA propone 6GB de datos por 360 CUP, pero los precios se disparan cuando los usuarios requieren mayor conectividad: 3GB adicionales cuestan 3.360 CUP, mientras que los 15GB alcanzan los 11.760 CUP. Esta estructura tarifaria, en un contexto donde el salario medio ronda los 5.700 CUP, ha sido tachada de desproporcionada e insostenible.
Las expresiones de rechazo
Desde la Universidad de La Habana, el Departamento de Sociología y Trabajo Social hizo pública una declaración en la que califica esta medida como una profundización de las brechas estructurales que afectan al país. “Esta decisión, tomada sin consulta ciudadana ni consideración por las precarias condiciones económicas del pueblo cubano, profundiza las desigualdades estructurales y limita el desarrollo científico, académico y social de la nación”, señalaron los docentes.
En paralelo, estudiantes de la Facultad de Filosofía, Historia, Sociología y Trabajo Social también se manifestaron enérgicamente. En su comunicado destacan: “No nos movilizamos por privilegios sectoriales, sino por justicia social y por el derecho de todos los ciudadanos cubanos a acceder a la información, la comunicación, el trabajo, el estudio y el ocio”.
“No nos movilizamos por privilegios sectoriales, sino por justicia social y por el derecho de todos los ciudadanos cubanos.”
Las expresiones de rechazo no se han limitado a la capital. Universidades de otras provincias, como la Central Marta Abreu de Las Villas, se han sumado al reclamo. En todos los casos, los jóvenes exigen medidas justas, una política tarifaria equitativa y condiciones reales para el acceso a la educación y a la vida pública digital. “ETECSA intenta maquillar la situación permitiendo acceso gratuito a algunos portales, pero el acceso limitado y la sobrecarga de costos persisten”, señaló un estudiante de esa universidad bajo condición de anonimato.
La respuesta institucional no se hizo esperar. ETECSA anunció la posibilidad de adquirir un segundo paquete de 6GB por el mismo precio de 360 CUP, así como el libre acceso a más de 40 portales educativos. No obstante, tales ajustes han sido recibidos como insuficientes y cosméticos, incapaces de revertir el fondo del problema: la falta de transparencia, la falta de participación y la desconexión entre políticas públicas y necesidades ciudadanas.
Una protesta estudiantil: ¿el despertar cívico en Cuba?
Para muchos, lo que comenzó como una crítica puntual se ha convertido en un despertar cívico. Las protestas contra el tarifazo son también un llamado a democratizar la tecnología, a considerar la conectividad como derecho y no como privilegio. “Estas medidas tarifarias no solo afectan la economía doméstica, sino que refuerzan un modelo de control informativo y exclusión tecnológica”, escribieron activistas digitales en redes sociales.
Este proceso ha evidenciado que la juventud cubana no es indiferente a su realidad. Frente a la precariedad económica, la centralización política y el silenciamiento de las demandas sociales, emerge una generación que exige ser escuchada y participar en la toma de decisiones.
Dialektika: “Los estudiantes no están confundidos, ni manipulados, ni desinformados. Su protesta no es fruto de un malentendido, sino de una comprensión lúcida del país que habitan.”
“Los estudiantes no están confundidos, ni manipulados, ni desinformados. Su protesta no es fruto de un malentendido, sino de una comprensión lúcida del país que habitan”, ha afirmado en una declaración de apoyo a los universitarios cubanos Dialektika, el Foro Global por el Pensamiento Crítico, las Humanidades y las Ciencias Sociales, contrarrestando la campaña de manipulación y descrédito con que el gobierno cubano pretende silenciar a los estudiantes, y añade: “Lo que el poder intenta descalificar como ingenuidad, es en realidad el producto de la capacidad crítica que la universidad —a pesar de sus límites— ha contribuido a formar. Por eso duele tanto: porque el pensamiento ha empezado a pensarse a sí mismo, incluso contra los dispositivos que intentan contenerlo.”
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