Según fuentes oficiales, solo operarán 15 centrales en la próxima zafra azucarera cubana. La escasez de azúcar ha alcanzado en la Isla niveles nunca vistos y su precio en el mercado informal (donde único se puede conseguir) ha alcanzado los 500 pesos por libra.
Después de haber sido conocida mundialmente por la cantidad y calidad de la azúcar producida (durante buena parte del siglo XX fue la mayor productora del planeta), hoy en día el Gobierno cubano debe importar buena parte de la que le vende a la población.
La industria azucarera de la Isla ha ido en franca picada desde la pandemia de Covid-19. En 2021 se alcanzaron las 800 mil toneladas, la cifra más baja desde 1908 y solo un 10% de los ocho millones de toneladas de que se solían producir antes del colapso de la URSS. En 2023 fue todavía peor: solo 350 mil toneladas, la cantidad más baja desde la época colonial.
"Sin azúcar, no hay país", de cuando Cuba fue la reina del azúcar
Según el historiador Julio le Riverend, en 1894 operaban en Cuba 200 centrales, los cuales fueron reabiertos y mejorados tras la guerra de 1895. Diez veces más que los que existen a día de hoy. Después de 1902, la relación económica con Estados Unidos garantizó mercados seguros para el azúcar cubano mediante acuerdos preferenciales.
El auge azucarero cubano alcanzó su apogeo durante los años 1920 y 1930, cuando la Isla producía millones de toneladas anuales y abastecía gran parte de la demanda mundial. Sin embargo, esta hegemonía comenzó a declinar a partir de la Revolución de 1959 y, especialmente, con el colapso de la Unión Soviética en los años 1990, que terminó con los subsidios y el apoyo técnico que habían sostenido la industria durante décadas.