Más de 70 personalidades del mundo de la cultura y la política han firmado una carta de respaldo a la Marcha Cívica por el Cambio en Cuba, convocada por la sociedad civil de la isla para el próximo 15 de noviembre. La iniciativa partió de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) y el presidente de esa organización y Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.
"Durante décadas, ya más de 60 años, el pueblo de Cuba ha sufrido la gigantesca opresión de la dictadura más longeva de la historia de América Latina, siendo así privado de los más elementales derechos humanos", reza el documento que aparece firmado por, además de Vargas Llosa, Luis Alberto Lacalle, ex presidente de Uruguay; Mauricio Macri, ex presidente de Argentina; Lenin Moreno, ex presidente de Ecuador; Ernesto Zedillo, ex presidente de México; Jorge Quiroga, ex presidente de Bolivia; Fernando Savater, filósofo y escritor, España; Gioconda Belli, poeta y novelista, Nicaragua; María Corina Machado, exdiputada, Venezuela; Carlos Alberto Montaner, escritor y periodista, Cuba; Alfredo Cristiani, ex presidente de El Salvador; Pablo Casado, presidente del Partido Popular de España, e Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, entre otros, en su mayoría de Iberoamérica.
La carta esclarece que los cubanos no participan en elecciones libres desde 1952 —año del golpe de estado de Fulgencio Batista— ni cuentan con los derechos elementales de prensa, expresión o reunión. No obstante celebra "el grito de libertad y democracia" del pueblo de Cuba el pasado 11 de julio, lo que, según el texto, mostró "a la comunidad internacional que los cubanos están de pie en la lucha por la conquista de sus derechos y la construcción de una democracia".
"Es el pueblo cubano quien pide, al igual que hace tiempo lo hizo José Martí, una República con todos y para el bien de todos", sentenciaron antes de invocar a la Carta Democrática Interamericana y la Declaración Universal de los Derechos Humanos para exigir "la libertad y la democracia en nuestra región y el mundo".
Los firmantes se comprometieron a acompañar "el pedido por la liberación de los presos políticos y de conciencia, especialmente aquellos arrestados por manifestarse pacíficamente el pasado 11 de julio".
Esta misiva se suma al espaldarazo de más de 100 ciudades que han confirmado el apoyo a la marcha del 15N con diferentes manifestaciones en más de una treintena de países, además del apoyo de gobiernos como el de Estados Unidos, que amenazó con incrementar las sanciones a la isla si el régimen procesa o reprime a los manifestantes, como hizo el 11J.