Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, enfatizó en la necesidad de que trabajadores y vecinos asuman la responsabilidad de cuidar y mantener los espacios públicos, inundados de basura en todo el país.
“No hacemos nada si vienen brigadas de otras provincias y aquí no movilizamos a la población", aseguró Lazo en el Consejo de Defensa Provincial de La Habana, vestido de militar, "No puede haber una cuadra donde la población no se movilice”.
Asimismo, Lazo se refiró a la "falta de control" y a la "corrupción" como causas de la proliferación de la basura en las calles de Cuba, sin hacer ninguna mención a la responsabilidad gubernamental. Presentada como un "esfuerzo colectivo", esta iniciativa no está dirigida a resolver las carencias estructurales que afectan a la recogida de desechos, sino a palear momentáneamente la situación.
Aunque las autoridades cubanas han admitido en alguna ocasión sus deficiencias en la gestión de residuos, las justifican con la escasez de recursos, la falta de equipamiento adecuado y otros problemas logísticos. Sin embargo, estas explicaciones no han convencido a la población, que percibe la falta de capacidad gubernamental y está expuesta diariamente a la suciedad que abarrota las calles.
La ausencia de soluciones sostenibles y la ineficiencia en la aplicación de políticas de gestión de residuos han alimentado el descontento ciudadano. Si bien es cierto que los apagones y la escasez de agua son dos de los problemas más acuciantes para los cubanos, la tensa situación epidemiológica (dengue, oropouche) también preocupa a los ciudadanos, siendo la falta de higiene urbana una de sus causas principales.