"Como unidades de investigación y docencia que mantienen relaciones de colaboración e intercambio de larga data con colegas e instituciones cubanas, queremos expresar nuestra enérgica condena a la reciente represión del gobierno cubano contra artistas y activistas que buscan la libertad artística y la libertad de expresión", dijeron en una declaración conjunta este lunes 1 de junio un grupo de académicos asociados a la Universidad de Harvard, ubicada en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos.
El texto "sobre los derechos humanos en Cuba" fue firmado por los centros David Rockefeller de Estudios Latinoamericanos y Hutchins de Investigaciones Africanas y Afroamericanas, y el Instituto de Investigaciones Afrolatinoamericanas de la Universidad de Harvard, y aborda varias aristas de la represión sostenida por el régimen contra miembros de la sociedad civil cubana.
Del Movimiento San Isidro los académicos recordaron su lucha desde 2018 contra el Decreto 349, "que criminaliza la creación artística independiente"...
"Los activistas, incluidos artistas visitantes de Harvard como Tania Bruguera, están siendo desacreditados en los medios estatales cubanos como 'mercenarios', declararon, mientras que "entre los que sufren las formas más violentas de represión estatal destacan los miembros del Movimiento San Isidro (MSI)".
A propósito del MSI los académicos recordaron su lucha desde 2018 contra el Decreto 349, "que criminaliza la creación artística independiente", y señalaron que sus integrantes "son artistas visuales, músicos de rap, poetas, y jóvenes intelectuales que utilizan las artes para articular demandas de reconocimiento e inclusión", cuya "principal exigencia ha sido el diálogo con las autoridades".
Los firmantes rememoran el Manifiesto fundador del grupo, uno de tantos llamamientos por los que han debido enfrentar una "violenta represión estatal", como la sufrida por el artivista Luis Manuel Otero Alcántara, líder del MSI, durante su huelga de hambre y sed y posterior reclusión en un centro hospitalario durante casi todo el mes de mayo.
"Sabíamos muy poco sobre este destino, su salud o su estado. Las fuerzas de seguridad del Estado cubano lo detuvieron sin el debido proceso. Amnistía Internacional declaró a Otero Alcántara preso de conciencia y exigió su liberación inmediata e incondicional", denunciaron los investigadores, quienes además estimaron que "ese llamado debe hacerse extensivo a otros integrantes del Movimiento San Isidro, quienes están experimentando diversas formas de represión estatal".
"San Isidro es un barrio pobre habitado mayoritariamente por afrodescendientes", manifestaron los académicos...
Al respecto mencionaron a los jóvenes afrodescendientes que integran el movimiento social, tales como los raperos Denis Solís González, Maykel Castillo Pérez (Osorbo) y Eliexer Márquez Duany (El Funky), "quienes actualmente se encuentran presos o detenidos bajo dudosos cargos de 'desacato' o 'desobediencia' contra funcionarios públicos".
"San Isidro es un barrio pobre habitado mayoritariamente por afrodescendientes", manifestaron los académicos, que encontraron el popular barrio habanero similar, en "naturaleza, calidad e intensidad de la violencia estatal desatada contra sus residentes", a los de otros países de América, incluido Estados Unidos, objeto por igual de sus denuncias en anteriores declaraciones. "Las vidas de los negros cubanos también importan", sentenciaron.
La nota de la plataforma académica finalizó con un "llamado respetuoso a las autoridades cubanas para que cesen esta represión, pongan en libertad de inmediato a los detenidos o encarcelados y atiendan los llamamientos del Movimiento de San Isidro a un diálogo nacional pacífico".
Una declaración de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA), contestó de forma tibia a la petición hecha por 300 intelectuales...
Precisamente el tema de la represión de la dictadura cubana y el mundo académico ocasionó un revuelo en redes sociales recientemente, cuando una declaración de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA), contestó de forma tibia a la petición hecha por 300 intelectuales para manifestarse contra las violaciones de derechos humanos en la isla. En su lugar, LASA prefirió hablar del bloqueo estadounidense contra la economía cubana, y se limitó a expresar su "preocupación por el trato que reciben académicos y académicas, intelectuales y artistas en Cuba", lo que ocasionó el descontento de la gran parte de la comunidad intelectual afín a los temas cubanos, y se sucedieron las críticas y renuncias de miembros de la organización.