Leopoldo Fernández Pujals, uno de los empresarios cubanos más exitosos de todos los tiempos, nació en La Habana el 12 de marzo de 1947. Provenía de una acomodada familia de origen español: su madre era catalana y arquitecta, mientras que su padre había nacido en Asturias y se desempeñaba como notario.
Tras la llegada de Fidel Castro al poder en 1959, su familia pierde todas sus propiedades debido a las nacionalizaciones y emigra a Miami al año siguiente. Leopoldo tenía 13 años en ese entonces.
Cuando Leopoldo Fernández Pujals “se quitaba la corbata se dedicaba a amasar, hasta la madrugada y los fines de semana"
En 1968 entró en los Marines, en la escuela de oficiales de Fort Belvoir del estado de Virginia, donde fue el número uno de su promoción, pasando luego a instructor. Así, tomó parte en la Guerra de Vietnam, de la que regresó a Estados Unidos después de haber sido condecorado y portando el rango de capitán.
Más adelante, cursó estudios de finanzas y comenzó a trabajar en Johnson & Johnson, compañía a través de la cual arribó a España en 1981.
Telepizza, el origen de un imperio de comida rápida
Según la revista Vanity Fair, cuando Leopoldo Fernández Pujals “se quitaba la corbata se dedicaba a amasar, hasta la madrugada y los fines de semana, en su primera pizzería del barrio del Pilar de Madrid”, ubicada en la calle Fermín Caballero.
Y es que el futuro magnate se dedicaba a trabajar para Johnson & Johnson durante el día, mientras que utilizaba la noche en cimentar lo que sería, poco tiempo después, su propia cadena de comida rápida.
El Cronista cuenta que uno de los hijos de Pujals “le había pedido pizza y ahí se dio cuenta de que podía hacer las propias, inspiradas en la versión del plato italiano que se come en Nueva York”.
Desde el inicio, Fernández Pujals tuvo claros los dos pilares fundamentales que sostendrían su empresa. El primero sería la implementación de un servicio rápido y eficaz de entrega a domicilio, una novedad que aún no se había extendido a la mayoría de los sitios gastronómicos españoles de la época.
El segundo pilar, por su parte, sería la calidad de las materias primas utilizadas para elaborar la base de las pizzas. Este último aspecto fue tan crucial que se convirtió en el lema de sus primeros anuncios televisivos y permanece como sinónimo de la marca: "El secreto está en la masa".
En 2014 publica Apunta a las estrellas y llegarás a la luna: Convierte tus sueños en éxitos, su autobiografía. Aquí, Fernández Pujals "da cuenta de su formación autodidacta como persona y como emprendedor, y explica las claves de su éxito", según se lee en Amazon.
De la gastronomía a las telecomunicaciones: los “batazos” de Pujals
Después de haber amasado una considerable fortuna gracias a Telepizza, Leopoldo Fernández Pujals decide vender la empresa por 300 millones de euros en 1999. Aunque en una primera instancia no había planificado su regreso al ámbito de los negocios, Pujals se lanza nuevamente en 2004 a la “aventura” de la inversión.
En septiembre de ese año compró el 24,9% de las acciones de Jazztel, una operadora de banda ancha establecida en 1997 por Martín Varsavsky, emprendedor argentino. Fernández Pujals, desembolsó 61,8 millones de euros para revitalizar la empresa.
Pujals vendió sus acciones en Jazztel en 483 millones de euros.
Sus renovadoras estrategias de marketing, así como su conocimiento del sector empresarial, le permitieron encumbrar a Jazztel como una de las compañías de telecomunicaciones más importantes de España.
Al igual que sucedió con Telepizza, Pujals vendió sus acciones en Jazztel en mayo de 2015, recibiendo a cambio 483 millones de euros.
Lo había vuelto a hacer, había vuelto a triunfar. Ya estaba listo para el retiro, para dedicarse a sus verdaderas pasiones.
Fernández Pujals y su lucha por la democracia cubana
En diciembre de 1999, después de haber vendido Telepizza por 300 millones de euros, Leopoldo Fernández Pujals contó en unas declaraciones los planes que tenía para su dinero: derrocar a Fidel Castro y ser el próximo presidente de Cuba.
“Quiero que Cuba sea una democracia y voy a invertir lo que haga falta para lograrlo”.
Un año más tarde, utilizó parte de ese dinero en la fundación en Estados Unidos de dos organizaciones contrarias al gobierno de la Isla: Cuba Libertad y Citizens for Liberty in Cuba.
Asimismo, ya en 2021, Pujals financió la realización de la película cubana Plantados, dirigida por Lilo Vilaplana. “Esta película trata de los derechos humanos, que no son propiedad de ningún país, así que un ciudadano de cualquier nación puede verla y entenderla”, señaló director en aquel momento en una conferencia de prensa.
Fernández Pujals, sobrino de José Pujals Mederos, uno de los presos plantados, se refirió asimismo al hecho de que la película estuviera siendo pirateada: “A mí esto no me preocupa. Yo lo que quiero es que vean la película. Yo no he hecho la película para enriquecerme”.
¿A qué se dedica Fernández Pujals después de haber vendido sus empresas?
“Telepizza, ahogada en deudas, ha perdido la carrera por la innovación desde la marcha de su fundador”, declara el sitio web Economía Digital con respecto al rumbo que ha tomado la empresa después de la salida de Pujals.
El periódico El Mundo, por su parte, lo situaba en el puesto número 87 de la lista de los 200 hombres más ricos de España en 2020, aún después de haberse apartado de los negocios.
Además, el empresario es el único español (ya que posee también esta nacionalidad) que ha llevado dos empresas al Ibex 35. A pesar de su enorme éxito, Leopoldo decidió retirarse de la vida empresarial, con el fin de dedicarle más tiempo a la cetrería y la cría equina, esto es, al adiestramiento de halcones y caballos.
- ¿Qué es el IBEX 35?
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El IBEX 35 es el principal índice bursátil de referencia de la bolsa española elaborado por Bolsas y Mercados Españoles. Está formado por las 35 empresas con más liquidez del país.
Pujals posee una finca en Segovia (comunidad autónoma española de Castilla y León), donde se le ha visto entrenando a sus animales. Ha declarado, asimismo, que su sueño es que sus caballos participen en unos Juegos Olímpicos.
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