La manifestante del 11 de julio de 2021 Angélica Garrido salió en libertad este miércoles 10 de julio tras cumplir tres años de privación de libertad por participar en las protestas antigubernamentales, mientras su hermana permanece encarcelada con una condena de siete años de los que le restan cuatro por cumplir.
“Acabo de cumplir tres años de injusta condena por delitos fabricados por la Seguridad del Estado. Dejo junto a mi hermana María Cristina mi alma, mi corazón y mi espíritu”, afirmó la joven en un video publicado en sus redes sociales, en el cual añadió que no considera “una victoria” su liberación.
Garrido también tuvo palabras de apoyo para los manifestantes del 11J y “todos los presos comunes que han sido víctimas de este sistema inoperante y tirano que ha mantenido al pueblo en una constante miseria y represión”.
“Mi libertad no es una victoria, no la celebro”, dijo la joven, quien insistió en que “nuestra lucha no violenta, reitero, es alzar nuestra voz ante el clamor de todo un pueblo que exige un cambio urgente y que pide una vida digna en libertad. Mil veces libertad para todos los presos políticos. Mil veces libertad para Cuba”.
A pesar de que la Fiscalía de Mayabeque pidió 15 y 10 años de cárcel para las hermanas, María Cristina fue condena a siete años de prisión, mientras para Angélica la sentencia quedó en tres años.
Michael Valladares Cala, el esposo de María Cristina Garrido, mostró su inconformidad con un juicio que catalogó como "circo", y denunció contradicciones entre los testigos de la policía y la colaboración de fiscales y jueces para inculpar a las hermanas.
Las hermanas Garrido se manifestaron el 11J en San José de las Lajas, por lo que recibieron acusaciones por los presuntos delitos de “desacato” y “atentado”. Ambas han cumplido las sentencias recluidas en la prisión de mujeres de El Guatao, en La Habana.
Durante su encarcelamiento las hermanas han denunciado numerosas agresiones y torturas en el penal, por lo que en septiembre de 2022 se plantaron en huelga de hambre. En junio de 2023 firmaron con sangre una carta exigiendo su liberación y las de los demás prisioneros políticos cubanos.