Ángelica Garrido, ex presa política liberada el 12 de julio de 2024, después de cumplir tres años de cárcel, visitó la redacción de Árbol Invertido este jueves 21 de noviembre. "El 11J fue el día más feliz de mi vida", confesó Angélica en la oficina del proyecto, donde también conversó con Yanelys Núñez como parte del programa La Entrevista TV, episodio que se emitirá próximamente.
"Actualmente soy una desterrada, no puedo regresar a Cuba", nos dijo Garrido, "Ellos me han obligado a quedarme aquí, le han dicho a mi familia que si regreso puedo enfrentar entre 25 o 30 años de cárcel o, incluso, pena de muerte en el peor de los casos". Angélica pertenece al Partido Republicano de Cuba, organización declarada como "terrorista" por el Gobierno cubano. Las autoridades le dieron esta información a su familia, todavía en la Isla.
Garrido habló con Yanelys sobre su papel en las manifestaciones del 11J, la represión que sufrió en las cárceles cubanas y alentó al pueblo de Cuba a seguir luchando contra el régimen. "Es mejor morir de una vez y renacer siendo libre que morir poco a poco, todos los días", dijo la ex presa.
El 12 de noviembre, Angélica participó en la 3ª Sesión del Foro Parlamentario Trasatlántico "Por Cuba Libre", celebrada en el Parlamento Europeo en Bruselas. “Vengo hoy a alzar la voz por ellos y también por mi pueblo, que está muriendo en silencio”, expresó Garrido ante eurodiputados y políticos de todo el mundo.
Angélica y María Cristina Garrido: hermanas por la libertad de Cuba
Angélica es hermana de María Cristina Garrido, apresada el mismo día y condenada a 9 años de privación de libertad. Además, María Cristina es autora del poemario Voz cautiva, publicado por Ediciones Deslinde y escrito desde la cárcel de manera clandestina, en pequeños papeles que salieron de la prisión gracias a una selecta red de colaboradores.
Las hermanas Garrido participaron en las protestas del 11J en San José de las Lajas, lo que les valió acusaciones por los delitos de “desacato” y “atentado”. Durante su reclusión, ambas denunciaron agresiones y torturas en el penal, lo que las llevó a iniciar una huelga de hambre en septiembre de 2022. En junio de 2023 firmaron con su propia sangre una carta exigiendo su liberación y la de todos los presos políticos cubanos.