I
Extraviada en la sombra,
busco amparo en el hombre que devasta el hogar,
que trastoca la risa,
que malgasta el calor que dispongo en la mesa.
Me interrogo revuelta
desde cuándo y por qué
tiene savia y raíz este miedo,
y florece en mi cuerpo
ese lirio morado que oculto.
Sombra que por detrás me sigue a oscuras,
grito que como un dardo se me lanza,
cadena de reproches sin testigos.
Me acecha,
me castiga,
me abandona
ese hombre que dice que me ama.
II
Con golpes y portazos,
regalos y llamadas estridentes,
con platos que se tiran contra el alma,
con voces y recelos,
con excusas,
promesa sin edén,
con la mirada
(que nunca me miró),
con todo
(todo y nada)
él me ataba
diciendo que era amor
ese delito.
III
Hablar con miedo,
hablar midiendo el aire de las letras,
apagar ese brote de la voz trepadora.
Llevar siempre conmigo redes para ideas
(o para la emoción que se apasiona).
Callar por el temor
de ser abofeteada por la burla.
No ahogaré la palabra
(lo único que salva).
No dormiré lo puro
que despierto
vive en mi cabeza.
Publicado originalmente en la antología Más allá del miedo es mi casa “Mujeres poetas contra la violencia” (Ediciones Deslinde, Madrid, 2021), con selección de Ivonne Sánchez-Barea e Ileana Álvarez, y prólogo de Milena Rodríguez Gutiérrez.
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