Al menos tres de los conciertos de la gira del dúo Buena Fe por España han sido suspendidos tras la presión de cubanos residentes en el país europeo, además de un incidente en el primer recital realizado en Madrid, donde uno de los asistentes fue golpeado tras gritar frases como “Patria y Vida”.
El rechazo de los cubanos residentes en España a la agrupación está relacionado con la defensa a ultranza que hacen del régimen de la Isla, por lo que algunos los consideran como “embajadores culturales” de la dictadura.
En la noche del viernes 12 de mayo tuvo lugar el primer concierto de la gira por España, en la sala madrileña Galileo Galilei. Una hora antes del comienzo del espectáculo, el activista cubano Lázaro Mireles convocó una protesta en las afueras del local, pero el suceso más polémico de la noche tuvo lugar cuando dos personas del público gritaron la frase “patria y vida” y pidieron la libertad de los presos políticos cubanos, por lo que fueron golpeados y expulsados del recinto.
Hasta el momento no ha sido revelada las identidad de los agresores, por lo que se desconoce si eran personal del local, agentes de seguridad u otros asistentes al concierto.
Tras el suceso, numerosos activistas cubanos residentes en España realizaron campañas por la cancelación del resto de los conciertos de la gira, lo que provocó la suspensión hasta el momento de tres presentaciones, las fijadas en Barcelona, Zamora y Salamanca.
Si bien los integrantes de la agrupación publicaron un comunicado en su página web negando la relación entre las protestas de los cubanos y la cancelación de su presentación en Barcelona, dijeron que los conciertos de Salamanca y Zamora fueron suspendidos por presuntas amenazas contra los organizadores.
Otro comunicado publicado por la agrupación aseguró que no viajan con equipo de seguridad, desmarcándose de una posible relación con los agresores del concierto en Madrid, y dijeron que no van “a hacer, ni a decir nada bajo presión de nadie”.
El respaldo a los músicos cubanos no tardó en llegar de sectores afines al oficialismo, como fue el caso del músico Silvio Rodríguez, quien dijo en su blog que es “insoportable para muchos el ejemplo moral de Buena Fe.
"Por lo visto los acosadores de Buena Fe no se molestan en escuchar sus canciones. ¿Será que no les conviene conocer las preguntas indóciles que el dúo lanza al aire, tema tras tema, aquí, en suelo cubano? ¿Será que algunos hacen uso de un respetable derecho a irse, pero no pueden soportar a los que se queden a luchar por un país mejor? ¿Será por vergüenza de ellos mismos, los que piden invasiones y bloqueos contra su propio pueblo?”, escribió Rodríguez.
Más tarde reaccionó el propio gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, quien escribió en Twitter: “Cuando leo del acoso a Buena Fe en España recuerdo una canción de Silvio: "Siempre tendré un enemigo/ Con el semblante arrugado/ Y más cansado que yo/ Los que a lo largo de su sombra/ Quieren cortar la medida/ De toda revolución". Toda Cuba con ustedes.”
Entre quienes contestaron a Díaz-Canel estuvo el activista Magdiel Jorge Castro, quien le recordó que hay “varios artistas cubanos presos, varios han muerto sin poder regresar al país porque les niegan la entrada... decenas censurados durante años, libros y discos musicales prohibidos... cuando se hable de acoso al arte mejor te quedas bien callado”.
El cineasta cubano Juan Pin Vilar, por su parte, se mostró contrario a lo que calificó como “censura” al dúo musical cubano, en contraste con la opinión de otros intelectuales como la escritora Wendy Guerra, quien dijo que “nadie los ha censurado”.
La crítica de cine cubana Miryorly García, por su parte, escribió que “lo que está sucediendo son actos de denuncia y emplazamiento público con los que se está develando la verdadera naturaleza de estos músicos, de ahí que las consecuencias sobre ellos es la cancelación de sus conciertos como decisión tomada ante la presión. No creo que esto sea censura”.
“Ojalá y presiones así pudieran ser ejercidas dentro de Cuba para denunciar y emplazar públicamente a quienes ofenden al pueblo con su actuar. Pero esa presión solo la ejerce una sociedad civil donde hay democracia. Aquí el Gobierno los protege, o mejor dicho, se protegen y cubren las espaldas los unos a los otros. Sobre ejercitar los modos de ejercer presión sin apelar a la violencia, sí podríamos hablar, pero incluso ante ese debate yo no vi golpeadas las caras de los músicos, sino de dos cubanos que los emplazaron. ¿Quiénes los golpearon y por qué? Eso sí me gustaría saberlo”, finalizó.