La poesía visual es una manifestación artística donde la imagen, cualesquiera que sean sus técnicas o soportes, tiene predominio sobre el resto de los elementos, aunque incluya palabras o frases. Es considerada un género propio que se mueve entre la pintura, la poesía, la performance poética, el teatro y la música.
Los poemas visuales suelen estar conformados fundamentalmente por un componente icónico y otro verbal, aunque también pueden incluir otros lenguajes como el matemático, el sonoro o el fonético.
Entre los elementos que dan forma a los poemas visuales se encuentra la tipografía, los colores y la disposición del espacio, entre otros. Es considerado un arte de la “síntesis”. Estudiosos de esta manifestación artística sostienen que tiene como antecedente los caligramas de la Antigua Grecia.
Los artistas futuristas, a inicios del siglo XX, empezaron a adoptar estas formas de representación que incluyen palabras o frases junto a imágenes o formas pictóricas que dotaban de un nuevo significado a los textos.
Aunque la mayor parte de poemas visuales son realizados en formas de collage o composiciones plásticas, también se pueden producir en otros formatos como la escultura o la instalación.
Otros artistas han agregado la música y la animación a este tipo de creaciones, dando paso a lo que se conoce como “poesía audiovisual”.
El poeta visual español Antonio Monterroso, quien también es un estudioso de la materia, afirmó que los poemas visuales “estimulan el juego del aprendizaje, permiten el conocimiento e incitan a la reflexión”, lo que le convierte en un recurso que puede utilizarse en “la vida pública a todos los niveles”.
Para Francis Sánchez, poeta visual cubano, a esta diciplina “se llega por una vía distinta a la tradicional del escritor que puede formarse digiriendo otros escritores. Sientes que esta poesía, a pesar de ser más antigua que cualquier forma literaria, está aún abierta y en construcción, porque esa es su naturaleza, formarse de contaminaciones, aleatoria, implosiva, expansiva, exterior y anterior incluso a la voluntad creativa”.
“El poder de síntesis de un buen poema visual se asemeja a la de un haiku en comparación con otras formas poéticas, porque el riesgo y la grandeza de tales textos, que sugieren la elementalidad de las cosas más importantes de la vida, estriba en no ocultar nada, aparentemente, y seguir siendo muy subjetivos, no dejar de vibrar y sugerir”, agregó el escritor cubano.
¿Cuándo surgió la poesía visual?
Para los expertos la poesía visual no es una manifestación que haya surgido en el siglo XX, cuando se comenzó a nombrar como tal, ni tan siquiera en el XIX; sino que sus orígenes se remontan a los de la poesía escrita, con el surgimiento de los caligramas y otros tipos de poemas figurativos.
Entre los principales antecedentes se encuentran los caligramas del poeta griego Simmias de Rodas, que se remontan al año 300 a.C., y más recientemente el escritor cubista francés Guillaume Apollinaire.
Si bien la poesía visual existía antes de las llamadas vanguardias artísticas, no cabe duda de que estos movimientos revolucionaron esta manifestación creativa de forma definitiva, desde el futurismo italiano hasta el dadaísmo y el cubismo.
En los últimos años la poesía visual ha ganado mucha relevancia a lo largo del mundo, especialmente aupada por su paso a otros soportes como es el digital, siendo internet el espacio donde se han difundido más este tipo de obras, dando paso a lo que se conoce como Net Art y Net Poesía.
¿Cuáles son las diferentes tipologías de poesía visual?
Caligrama: Es un texto en el cual mediante la organización de sus letras y palabras se crea una imagen que completa su significado. La imagen creada por las palabras suele expresar visualmente lo que refieren los vocablos.
El nombre de caligrama fue acuñado por el escritor francés Guillaume Apollinaire, quien creó la palabra uniendo el adjetivo griego kallos, que significa bello, con el sustantivo graphein, que significa escribir o grabar, por lo que según su origen significa “escritura bella”.
Poema concreto: Es un texto donde tanto sus componentes visuales como espaciales tienen la misma importancia que la rima y el ritmo en la poesía lírica. El concretismo fue una de las principales corrientes artísticas en el siglo XX y se extendió más allá de la poesía.
El movimiento surgió en Alemania durante la década de 1950. Uno de sus principales exponentes fue Eugen Gomringer, quien utilizó el término “concreto” para darle nombre inspirado en la obra de su mentor, el diseñador gráfico, tipográfico, escultor, pintor y arquitecto suizo Max Bill.
Arte correo: Es una manifestación artística que tiene como condición que el objeto esté pensado para ser enviado por correo y que contenga un mensaje. Por lo general consiste en el intercambio de postales intervenidas. En estos casos también su significado está dado por la interrelación entre el texto y la forma o el tipo de objeto en específico que se envía.
Es una manifestación artística abierta y experimental, marcada por un amplio uso dentro de los movimientos de artivismo. Su auge tuvo lugar entre los años 50 y en la década de 1990 volvió a crecer notablemente debido a la llegada de internet.
De acuerdo con el poeta uruguayo Clemente Pasín, la principal preocupación de esta manifestación no se basa “tanto en la estética y artística si no en la expresión fática, en la relación con el diálogo del receptor. Si la preocupación fuese solo artística contrataría un seguro adecuado para esa carta”.
Arte tipográfico: El arte tipográfico, muy ligado al mundo del diseño, es una manifestación donde las letras, sus tipografías y su colocación en el plano definen el significado de la obra. En este caso el formato y la forma de las letras cargan el mayor peso del significado.
¿Quiénes son los principales exponentes en Hispanoamérica de la poesía visual?
Los poetas mexicanos César Espinosa y Juan José Tablada han sido algunos de los principales impulsores de esta manifestación en la región, así como los argentinos Oliverio Girondo y Susana Fernández Sachaos y los chilenos Vicente Huidobro y Nicanor Parra.
En España destacan los poetas catalanes Juan Brossa y Juan Eduardo Cirlot, así como el colectivo de poesía de acción llamado Grupo Zaj.
Otros nombres propios que han destacado en España son Josep María Junoy, Ernesto Giménez Caballero, Juan Hidalgo, José Luis Castillejo, la Cooperativa de Producción Artística y Artesana, Guillem Viladot, Isidoro Valcárcel Medina, Carmen Peraldo, Miguel Jiménez Yolanda Pérez Herreras, Julia Otxa y Antonio Orihuela entre otros.
En tanto, en América Latina sobresalen Mathias Goeritz, Gladys Adamado, Claudia del Río, León Ferrari, Hilda Paz, Sergio Pinto Briones, Santiago Tavella, César Moro, Juan José Díaz Infante, Miguel Ángel Corona, Héctor Véliz, Kurt Folch y Carlos Cociña, entre otros.
¿Quiénes son los principales exponentes en Cuba de la poesía visual?
También en Cuba la poesía visual ha tenido un amplio desarrollo, pues entre sus precursores locales se encuentran importantes escritores como Guillermo Cabrera Infante, Fayad Jamís y Severo Sarduy.
Tal vez una de las figuras más relevante de la poesía visual cubana es el pintor, diseñador, periodista, narrador, folclorista, critico, ensayista y editor Samuel Feijó, autor de poemas visuales marcados por una gran expresividad plástica y un movimiento típico de las sonoridades caribeñas y cubanas.
Más recientemente Amaury Pacheco, Pedro Juan Gutiérrez, Francis Sánchez, Francisco Garzón Céspedes y Rafael Almanza son algunos de los artistas y escritores cubanos que incursionan en la disciplina artística actualmente.
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