Desde que el Golpe de Dados de Mallarmé inauguró la poesía visual contemporánea, la creación poética ha ganado nuevos y definitivos espacios: la poesía discursiva que usa el espacio de la página como recurso para la significación de la palabra, el caligrama, la poesía concreta que potencia los significados en los juegos de la grafía, la poesía objetual, el videopoema y el poema video, la poesía transgenérica. Como se sabe, he cultivado estas posibilidades en los últimos treinta años.
Y por el año 2016 decidí que uno de mis poemas concretos podía convertirse en poema arquitectónico, puesto que estaba incluido en De las consignas, un poema extenso cuyo centro es la Ciudad. De manera que hice una primera versión de "El parque AlmAnsiA", con la ayuda inestimable del joven artista Kevin Ávila. "El parque..." fue exhibido como video en mi casa en la 23a Peña del Júcaro Martiano el 20 de agosto de ese año, donde expuse parte de mi poesía visual, y fue instalado en YouTube y luego en mi web. Pero ni Kevin ni yo estuvimos satisfechos nunca con ese trabajo, hecho con prisa y sin el mínimo de recursos.
Siete años después hemos retomado el parque. Ahora el poema concreto es orgánico a la forma arquitectónica, hay un Camino del Ansia que lleva a él, y el conjunto es el de un enviroment citadino, perfectamente construible, que funciona como una metáfora del dinamismo humano corriente: caminar, sentarse, reclinarse, acostarse, subir, bajar, descansar, trabajar, investigar, mirar la tierra y mirar el cielo, alimentarse, divertirse y ascender a la reflexión sobre el propio destino.
Este es el poema concreto:
El corazón de "El parque..." es una interpretación teológica del famoso Teorema de la Recta de Euler. La palabra se vuelve geométrica y la geometría canta. Una invitación a la búsqueda de la rectitud posible, de la purificación fácil y de la ascensión a la gloria de ser, siempre en medio del esplendor de la naturaleza, que nos promete esa gloria.
Leonhard Euler es considerado por muchos como el mayor matemático en la historia. Pero el Teorema de la Recta es solo una más de sus creaciones geniales: en un triángulo equilátero sus tres puntos notables —circuncentro, baricentro y ortocentro— coinciden en un solo punto; en los triángulos irregulares no sucede así, pero los tres puntos se disponen siempre en una línea recta. Es común asimilar el triángulo equilátero a la perfección de Dios. El humano, huella de esa perfección, sería el triángulo irregular. Imperfecto, pero que contiene una vía de rectitud.
"La aventura principal del parque consiste en subir en un ascensor personal para ver el diagrama del Teorema..."
La aventura principal del parque consiste en subir en un ascensor personal para ver el diagrama del Teorema: un triángulo irregular al que se le han dibujado los tres puntos notables y la Recta que los une, con áreas de piedra de hierro y de piscinas infinitas. Esa Recta metálica conduce a un Círculo de Agua, en el que están inscritos tres chorros que coinciden en el centro. La imperfección puede ser lavada.
Vemos en la imagen el triángulo irregular ALM y las líneas y los puntos que crean la Recta de Euler:
Aunque "El parque...", como cualquier otro, es una instalación libre y recreativa, hay un Camino del AnsiA, que puede ser seguido o no, pero que está señalado por triángulos irregulares y óvalos, y que es interrumpido por las letras A, N, S, I.
Para completar la A, para leer correctamente la propia Ansia caminando, el viandante debe llegar al final del camino apartándose de las vías comunes de recreación. En ese final se encontrará frente a la Torre del Ansia, que muestra estructuralmente el poema concreto:
El viandante deberá entrar por la puerta triangular perfecta y bajar a tomar el ascensor personal que le permitirá ascender a la contemplación del Teorema:
Hay una evidente insinuación a llegarse luego ritualmente al Círculo de Agua:
Confieso que se trata de un contenido cristiano.
Pero nunca es obligatorio interesarse por él, pues en todo momento el viandante puede tomar otros rumbos, ver el paisaje, visitar la Torre del Deber, donde encontrará un centro de información, o la Torre del Mundo, donde hallará cafetería, restorán y discoteca. La Torre del AnsiA está dedicada al Arte, la Oración y el Silencio. Las tres torres poseen unos anfiteatros como espacio performático o de contemplación, que están marcados por la Mesa (Torre del Ansia), la Silla (del Deber) y el Tronito (del Mundo). Desde la azotea de la Torre del Deber se puede ver, de ese lado, el Teorema; desde la Torre del Mundo, no.
Torre del Deber:
Torre del Mundo:
Pero la mayor atracción de "El parque..." son los cuatro jardines subterráneos, que en la imagen aparecen como áreas vacías. En dos de ellos, a ocho metros de profundidad el visitante puede sentarse, reclinarse o acostarse en camas bajo los almendros. Las piscinas infinitas vierten agua sobre una pared donde crecen helechos arborescentes.
Hay otros dos pequeños jardines que pueden ser visitados solo selectivamente, desde las galerías subterráneas en donde se encuentra la logística de "El parque...". El primero es un Hortus Conclusus de rosas siguiendo la pauta medieval, con una escultura que nos muestra el Descenso del Triángulo en la Mesa. El otro es de flores aromáticas blancas, y presenta La Cama Celeste. Son jardines destinados a los capaces de entender lo que se ofrece ahí.
"Las formas del parque giran sobre la geometría del círculo y del triángulo (...). La imperfección que es perfección secreta está también en los muros de tapial..."
Las formas del parque giran sobre la geometría del círculo y del triángulo, que solo aparecen juntos en el espectáculo de los Chorros de Agua en el Círculo, que no hemos podido representar aquí. La imperfección que es perfección secreta está también en los muros de tapial: la tierra asciende, se consolida, soporta, con un juego de colores y texturas. Es un parque tropical, de ahí que los caminos estén siempre sombreados por ficus, algarrobos y almendros, y que el agua circule, caiga, suba y refresque. Los cactus identifican la resistencia al sol. Hay bancos por doquier. En la noche las letras, triángulos y óvalos se iluminan. Es una instalación de veinticuatro horas. Se habita por debajo de la tierra, sobre la tierra, subiendo sobre la tierra y de cara al cielo.
Kevin Ávila trabaja en esta obra necesariamente como propia y suya, añadiendo sus capacidades de artista, las iluminaciones de su juventud y, no en último lugar, su gusto exquisito e implacable.
En breve mostraremos, Dios mediante, "El parque...", en versión de video ampliada e inmersiva, con la dirección y la firma de Kevin Ávila. Su lectura de "El parque..." enriquecerá mi vida.