En los primeros días del mes de julio, comenzaron a salir a la luz algunos audios y videos filmados de manera “clandestina” durante un encuentro sostenido el 23 de junio entre un grupo de realizadores cubanos y las autoridades gubernamentales. Este material devino, finalmente, en una suerte de "micro-documental", una pieza tanto archivística como cinematográfica que supo registrar los enfrentamientos más urgentes de aquella tarde.
“Por favor, en una reunión no se debe grabar”, fueron las palabras con las que el actual presidente del ICAIC, Ramón Samada, inauguró la sesión. Por fortuna, el cineasta y escritor Miguel Coyula desoyó esta advertencia y recogió en su cámara algunas escenas de lo sucedido.
“¿Por qué hay temor a exponer los criterios de ustedes? ¡La sociedad tiene derecho a saber!”
Tras la declaración de la Asamblea de Cineastas Cubanos (ACC), ocurrida el 15 de junio con motivo de las irregularidades que rodearon la proyección del documental La Habana de Fito en la televisión cubana, el Ministerio de Cultura (MINCULT) prometió reencontrarse con los realizadores una semana después.
Así, en el video de nombre Confrontación en La Asamblea, grabado y posteriormente editado por Coyula, se muestran algunos momentos del encuentro del pasado 23 de junio en el Cine Chaplin. Intervienen en esta especie de cortometraje documental, además, Juan Pin Vilar, director de La Habana de Fito, Luis Alberto García, Fernando Pérez, Gloria María Cossío y Magda González Grau.
“Espero que algunos de los jóvenes presentes estén grabando porque le estarán haciendo un gran favor a los archivos de la cultura cubana”, declara el propio Juan Pin, quien mostró en varias ocasiones su inconformidad con respecto a la prohibición impuesta por Samada. “¿Por qué hay temor a exponer los criterios de ustedes? ¡La sociedad tiene derecho a saber!”, continuó Juan Pin Vilar.
El régimen se queda sin respuestas y vuelve a censurar
Después de señalar nuevamente las violaciones cometidas con respecto a La Habana de Fito, el encuentro giró en torno a la legitimidad de su filmación y conservación como registro del acontecimiento. Los presentes opinaron sobre la censura en Cuba y sus consecuencias.
“Nuestro trabajo es filmar”, dijo el propio Coyula.
“Aquí a nadie se le prohibió nada”, señaló Samada, contradiciendo el contenido sus propias palabras al comienzo de la reunión. Por su parte, el actor Luis Alberto García. comentó lo siguiente: "Tienen que parar de censurar. Todos los años hay un petate. Todos los años, revisen".
Asimismo, mientras Gloria María Cossío mencionaba los filmes que estaban siendo exhibidos ese mismo día en Madrid, durante la muestra “Cine independiente cubano: nuevos imaginarios”, el nombre de Miguel Coyula pareció incomodar a Ramón Samada. Este último, incluso, confesó que tenía "su criterio sobre la obra" Corazón Azul, filme de ciencia ficción de Miguel Coyula en el cual se retrata un futuro cubano "alternativo". Aquí, Fidel Castro utiliza ingeniería genética para fundar un nuevo orden moral y construir su propia utopía.
“Nuestro trabajo es filmar”, dijo Coyula después de que el presidente del ICAIC “recomendara”, otra vez, el cese de las grabaciones. Junto a la actriz Lynn Cruz, el realizador sostuvo un enfrentamiento verbal que tensó todavía más el ambiente. “Las omisiones son posiciones políticas muy claras”, sentenció esta última.
Los funcionarios del gobierno cubano, tan acostumbrados a los patrones de segregación política impuestos por la Revolución, no parecen dispuestos a abandonar su sitio de privilegio.
"(...) ustedes sí lo están grabando", dijo Gustavo Arcos Fernandez, profesor de la Facultad Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA), refiriéndose al encuentro que estaba teniendo lugar y, de manera más indirecta, a esa histórica potestad asumida por el oficialismo en tanto único emisor de información "autorizado" en el país. Las instituciones pretendían, acaso, inventarse un "Padilla" y conservar indefinidamente en su poder cualquier referencia visual de lo acontecido.
De igual forma, han sido pactados otros encuentros con las autoridades culturales de la Isla. Este tres de julio la Asamblea de Cineastas Cubanos decidió elegir “democráticamente en dos semanas a entre siete y nueve de sus miembros para que ejerzan de representantes de este colectivo”, según lo ha confirmado La Vanguardia.
Al parecer, este método buscar legitimar a la Asamblea como una entidad correctamente instituida, mostrándole al gobierno cubano su capacidad de organización.