Al cineasta Miguel Coyula lo vi por vez primera a finales de 2017 cuando junto a la actriz Lynn Cruz se disponían a exhibir la obra teatral Los enemigos del pueblo en la casa-galería El Círculo, en el Vedado habanero. Aquella noche fui una de las pocas personas que pudo evadir el cerco de la Seguridad del Estado y entrar a ver la obra. Fue una noche tensa donde no pudimos salir de la vivienda del artista Luis Trápaga hasta que los agentes de la policía política no se retiraron a altas horas de la madrugada...
Desde ese momento estuve un poco más cerca de su carrera porque era un asiduo visitante del proyecto cultural independiente INSTAR y de la muestra "Cine Independiente, cine Pendiente" coordinada por su compañera, la actriz Lynn Cruz.
Coyula se encuentra por estos días en Madrid donde vino a presentar su novela de ciencia-ficción La isla vertical el martes 6 de septiembre, a las 19:30 horas, en la Calle Paredes de Nava 31, en la Sede de Ediciones Deslinde, y que contará con el artista Lester Álvarez como presentador. Una novela atractiva, por cierto, publicada con gran calidad por la editorial Ediciones Deslinde en la Colección Isla, una de las variadas colecciones donde se publican las obras de destacados autores contemporáneos.
Este laureado cineasta accede a conversar al respecto con Árbol Invertido; aprovechamos para saber detalles también del estreno de la obra teatral Los Enemigos del Pueblo Informe Post-Mortem, una segunda versión de esta obra, censurada en la Isla.
La isla vertical es la segunda novela de Miguel Coyula, aunque muchos lo conozcan sobre todo como realizador audiovisual, gracias a sugerentes largometrajes como Memorias del Desarrollo.
Cucarachas Rojas, Nadie y Corazón Azul son otros de los filmes donde el artista cubano ha inmortalizado lugares y temáticas sensibles que tocan el alma, contadas de una manera muy personal, estilo que lleva a toda su creación, como ahora a la literatura…
"Realidad y novela distópicas: un cataclismo, del que no se dan todos los detalles —el narrador advierte que no va a describir cómo sucedió— y que deja, inicialmente, solo dos rascacielos medio hundidos en el mar con algunos de sus habitantes, afectados por una nueva forma de radiación ultravioleta que provoca mutaciones en sus cuerpos y también en sus mentes. Confinados por ´la maldita circunstancia del mar por todas partes´, las privaciones y el encierro hacen que desconfíen de todo. Desde un narrador casi omnisciente que alterna con el protagonista, Marcos, observamos la fatal deshumanización de estas personas, su intento desesperado de supervivencia en un inevitable apocalipsis. A Marcos también lo mueve el amor (o algo parecido a eso) desde la primera página. Pero, ¿esos son todos los espectros que habitan en la novela La isla vertical? Para nada, hay mucho más; también conflictos familiares, sociales y hasta artísticos. Rejuego de la literatura en la literatura, ¿o de la realidad en la (otra) realidad?"
(Palabras de contracubierta de La Isla Vertical, Ed. Deslinde, Madrid, 2022)
¿Qué te motiva a escribir esta novela de ciencia-ficción y qué tiempo te llevó su redacción?
“Un sueño. En su mayor parte, las imágenes de los sueños son lo que dan el primer impulso para escribir. Uno comienza a construir historias a partir de esas imágenes para concatenarlas. Fue una escritura accidentada, escribí las primeras 50 páginas en el 2005 y no la retomé para terminarla hasta 2021, después de terminar Corazón Azul”.
¿Qué resaltarías de la trama de esta obra literaria?
“Cada lector que la ha leído hasta ahora ha priorizado elementos distintos. Eso me alegra porque pensé que era una historia muy sencilla; de hecho, creo que lo es. Pero la forma de narrarla y las relaciones entre los personajes imagino que a cada lector le pueda resultar una experiencia distinta. Se puede elegir el camino de la alegoría social, o el de la historia de amor imposible. Dos opciones pugnan entre sí: elegir la fantasía o la realidad”.
Sobre Los enemigos del pueblo
¿Por qué decides, junto a tu compañera y actriz Lynn Cruz, hacer una segunda versión de la obra teatral Los enemigos del pueblo?
“Lynn quería retomar el mismo material donde había comenzado su exclusión de la vida pública para actualizar cómo había cambiado el país y su circunstancia. Y como esta vez teníamos acceso a un teatro, decidimos aprovechar todas las posibilidades del lenguaje. Los enemigos del Pueblo (2017) era una obra minimalista, sin otro elemento escénico que la actriz, para poder representarla en cualquier espacio sin producción, hasta en la calle”.
¿Qué diferencias con el guion original presenta esta versión “Post-Mortem “de Los enemigos del pueblo?
“La primera era una obra de agit-prop. Esta es una versión con muchas contradicciones en el personaje y con un lenguaje con varias capas narrativas. La obra utiliza, varias pantallas de TV, por lo que es también un híbrido entre teatro, video instalación, performance, podcast, y cine”.
Cine independiente, industria, premios y creación
El cine que realizas es muy sui generis y experimental, no te ha sido posible acceder nunca a fondos para producciones latinoamericanas, tampoco tienes apoyo institucional alguno en la Isla ni permisos para filmar, ¿cómo es posible, a pesar de tantas barreras, hacer cine independiente en la Isla?
“El término independiente en Cuba es muy complejo, suele verse en blanco y negro, como que eres independiente o no. Lo cierto es que hay muchas tonalidades, que destilan igualmente distintos grados de autonomía o libertades expresivas. Desde que pides permiso a una institución cubana para filmar, y ya saben de qué va el proyecto, eso ya es para mí una limitante.
“Este generalmente es un cine con más libertades que el cine producido o gestado por el ICAIC, pero es también un cine que tiene muy claro hasta dónde puede llegar políticamente. Por poner un ejemplo: el tratamiento crítico de la figura de Fidel Castro en mis películas.
“No hay nada más bello que soñar un mundo terrible, para despertar extrañándolo” (de la novela La isla vertical)
“Cuando rechacé el decreto Ley 373 que regula la producción independiente a ´el clima de libertad creativa que permite la Revolución cubana´, un amigo me dijo sobre el tema: ´pero es que a nadie más le interesa hacer el cine que tú haces´. Y yo pensé, bueno si siendo cubanos a nadie le interesa analizar la figura que más ha signado la vida del país en los últimos 60 años, pues ¡allá ellos!, a mí sí me interesa.
“Yo solamente puedo hablar desde mi experiencia personal, porque ninguna de mis películas, por su contenido político, las hubiera podido realizar si no hubiera sido completamente fuera de la matriz. Por eso creo en un cine independiente en contenido y forma, que se arriesgue y vaya a las zonas más incómodas del ser humano y de la sociedad donde a uno le ha tocado vivir.
“Filmo sin permisos. Cuando filmo en exteriores estudio bien la locación y los ángulos, para llegar y hacerlo lo más rápido posible; y paso mucho tiempo en post-producción para hacer lo que denomino dirección de arte digital”.
¿Cómo has lidiado con tantos obstáculos financieros y trabas para poder desarrollar tu obra cinematográfica?
“Lo que no tengo en dinero, lo invierto en tiempo hasta que las cosas quedan como uno quiere. Tener paciencia es esencial, como no conozco otra forma de producir quizás por eso estoy más acostumbrado. Mira, en este video muestro de la manera que trabajamos en Corazón Azul”.
Recibiste un premio en el Festival de Cine de Guadalajara por tu última película, Corazón Azul, que te llevó diez años terminarla. ¿Esperabas este premio? ¿Lo consideras un premio más al cine cubano auténticamente independiente?
“Lo mejor fueron las palabras del jurado: para mí ese fue el mayor regocijo cuando expresaron que lo otorgaban ´por ser una obra disruptiva y personalísima que solo puede existir en lenguaje cinematográfico´.
“Te hace sentir que el esfuerzo no fue en vano. Pienso que el cine independiente no debe ser para repetir fórmulas, tanto del cine comercial o de la etiqueta ´cine de arte latinoamericano´, que en muchos casos ha devenido también en una fórmula…”
Películas, libros, proyectos de Coyula
Después de este paso por la capital española, ¿cuál es el próximo proyecto que tiene Miguel Coyula?
“El estreno de Los enemigos del Pueblo Informe Post-Mortem en el mayor festival de las artes visuales que es Documenta 15, en Alemania, será el 10 de septiembre. Luego, un festival de cine en Nador, Marruecos, otro en Todos Santos, en México...
“Y ahora mismo estoy escribiendo un guion, para el cual ya filmamos la primera escena a nuestro paso por Berlín”.
Negro.
No describiré cómo sucedió.
Las orillas no se ven porque la tierra ya no es.
Dos rascacielos permanecen erectos sobre el océano, islas verticales de concreto precario. La sociedad se aferra… Sociedad no es la palabra que busco… Seres humanos aún viven en estos edificios. Puntos en movimiento. ¿Los ves? El desastre los golpeó hace tiempo, pero continúan siendo sobrevivientes. Es la palabra que mejor los describe, ya que todo su talento continúa invertido en lo básico. Exceptuando algunas gaviotas renegadas, ya no hay aves. Como puedes adivinar, pescar es la fuente principal de alimento. Anzuelos raquíticos se lanzan desde las ventanas cercanas al mar.
Un bote ocasional conecta intercambios entre las dos moles de cemento y metal. Acércate. Ahora puedes ver mejor a los miembros de la especie que protagoniza esta historia… Parásitos que no deberían existir. Sus pieles comienzan a mostrar las consecuencias de una dieta predominante en mercurio. Bajan y suben escaleras cambiando baterías caseras por pescado, almas por veneno, alegrías efímeras por resignaciones. Cubos de agua viajan por pasillos sin luz, por esquinas donde se descomponen cabezas de pescado. Las mutaciones del musgo corroen el hierro visible tras las grietas donde sobreviven cucarachas. De alguna forma todos intuyen que no hay vuelta atrás.
(Inicio de La isla vertical)
Puedes adquirir la novela La isla vertical en este enlace en Ediciones Deslinde.
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