Pasar al contenido principal

Narrativa cubana | José Gabriel Barrenechea: "Mi papá está preso" (cuento)

Un cuento escrito en la prisión por el escritor y preso político cubano.

 "Tu papá no es un delincuente. Él no está preso por robar ni por matar. A él lo tienen preso por decir que el gobierno no resuelve los problemas del país".

Imagen estilo pintura óleo. Niño frente a una prisión.
Imagen: Árbol Invertido (generada con IA)

Mi papá está preso

Mi papá está preso. Hace casi dos meses que la policía vino y se lo llevó esposado, en una patrulla. A prisión lo he ido a ver dos veces, siempre con mi mamá. A la primera visita vino con nosotros mi abuela, pero se puso muy mal y no ha vuelto.

La prisión donde está tiene muros altísimos, alambradas, unos guardias con perros y otros que te observan desde lo alto. A mí me da mucho miedo ese lugar. Las dos veces que he estado tuve pesadillas en la madrugada. Por eso mi mamá dice que no va a llevarme más.

A mi papá lo he visto en un salón lleno de gente y ruido, tan solo por dos horas. Está muy flaquito. Él, que siempre usó el pelo largo, allí lo obligan a pelarse al rape. Usa ropa de preso, de color gris, como el de la caja de los muertos.

Nunca había visto llorar a mi papá. La primera vez fue ahí en la cárcel. Siempre me recibe con los ojos aguados, y llora mucho al abrazarme. Yo trato de no llorar, para que él no lo haga. Le doy una palmadita en la espalda y le digo lo que él me decía a mí de más chiquito.

—Ya, ya, papá, no llores más.

El otro día me llevaron a la dirección de la escuela, porque en el receso me fajé con otro niño. Me dijo que algo muy malo debía haber hecho mi papá. Porque, según él, por gusto no meten preso a nadie.

—Tu papá es un delincuente —me dijo—, y tú debes ser igualito. Estoy seguro de que el sacapuntas de Amanda no se perdió. Me apuesto lo que sea, tú se lo robaste.

No me pude contener y le di un piñazo en la cara. Empezó a llorar y salió corriendo.

Al rato me mandó a buscar el director. La maestra lo dejó todo y fue conmigo.

Detrás del director había una foto del presidente colgada en la pared. No me dejó hablar, solo le hizo caso al otro niño. Me amenazó con pasarle mi nombre al oficial de la policía que se ocupa de los menores de edad con problemas de conducta. Me dijo que al parecer ya yo estaba siguiendo los pasos de mi papá. Que si seguía así iban a verse obligados a mandarme a un Centro de Reeducación.

La maestra sí me escuchó. En cuanto salimos al pasillo me llevó a un rincón. Al inclinarse sobre mí, su medallita de la Virgen de la Caridad flotó sobre mi rostro. Me pasó su mano suave por la cabeza, y me dijo:

—Tú sabes que yo estudié en esta misma escuela con tu papá. Lo primero que voy a decirte es que tú tienes que estar muy orgulloso de tu padre. Pero por lo mismo tienes que comportarte como él y no dejarte provocar. Tu papá nunca le ha dado un golpe a nadie.

La maestra hizo silencio por unos segundos. En el piso de arriba se escuchaban pasos que se alejaban. Volvió a inclinarse sobre mí y siguió.

—Tu papá no es un delincuente. Él no está preso por robar ni por matar. A él lo tienen preso por decir que el gobierno no resuelve los problemas del país. Lo cual es mucha verdad.

Volvimos al aula. Ese día en Lectura nos tocó un largo poema de Martí. Después que entre varios lo leímos en voz alta, la maestra concluyó:

—Martí es nuestro Héroe Nacional. Si tenemos “Patria Cubana” es en gran medida gracias a ese hombre bueno que murió para dárnosla. ¿Pero sabían, muchachos, que Martí estuvo preso? Recuerden, no siempre se está preso por robar, mentir, golpear o matar. Porque no siempre la justicia está de parte de quienes están encargados de hacer justicia.

Según supimos después, decirnos eso a la maestra le costó un regaño. El director la llamó y la amenazó con no dejarla dar clases más nunca. Incluso pretendió que mi maestra escondiera su medallita de la Virgen de la Caridad. Ella eso sí que no lo aceptó.

Mañana es viernes y yo tengo que levantarme temprano, porque toca visita a mi papá. Mi mamá no quería que yo volviera a ir, por las pesadillas. Pero ayer le dejé muy claro que yo iba a ir.

Yo estoy orgulloso de tener un papá como el mío. Uno que, como José Martí, está preso por decir la verdad, no importa cuán poderosos sean quienes quieran esconderla. Y mañana viernes, cuando lloremos abrazados, se lo voy a decir así mismo.

▶ Ayúdanos a permanecer

Un contenido como este, y nuestro medio informativo en general, se elabora con gran esfuerzo, pues somos un proyecto independiente, trabajamos por la libertad de prensa y la promoción de la cultura, pero sin carácter lucrativo: todas nuestras publicaciones son de acceso libre y gratuito en Internet. ¿Quieres formar parte de nuestro árbol solidario? Ayúdanos a permanecer, colabora con una pequeña donación, haciendo clic aquí.

[Y para cualquier propuesta, sugerencia u otro tipo de colaboración, escríbenos a: contacto@arbolinvertido.com]

José Gabriel Barrenechea

Foto de José Gabriel Barrenechea, revista cultural cubana independiente Árbol Invertido

Licenciado en Física. Graduado del Curso de Formación Literaria del Centro Onelio Jorge Cardoso y de Educación Sociopolítica por el Instituto Superior de Ciencias Religiosas a Distancia “San Agustín”, de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir. Coordinó y dirigió la revista Cuadernos de Pensamiento Plural, junto a Antonio Rodiles Cuadernos para la Transición, y con Henry Constantín La Rosa Blanca. Textos suyos han sido publicados en las revistas Conviviencia, Vitral, Voces, Otro Lunes, y en los diarios 14yMedio y Diario de Cuba. Actualmente es un preso político cubano. Encarcelado desde desde el 8-11-2024 por unirse a una manifestación pacífica junto a cientos de vecinos que protestaban por un apagón de 48 horas continuas.

Añadir nuevo comentario

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.
CAPTCHA
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.
Este reto es para probar que no eres un robot. Por favor, ten en cuenta minúsculas y mayúsculas.