El décimo aniversario de la normalización de las relaciones bilaterales motivó un encuentro entre políticos y activistas donde Fernández de Cossío aseguró que Cuba había cumplido todos sus compromisos y que Estados Unidos los incumplió prácticamente todos. Además, afirmó que el pretexto para la aplicación de medidas coercitivas de Estados Unidos sobre Cuba “parecen leyendas de películas de James Bond”.
Las relaciones diplomáticas entre ambas naciones desde el deshielo han tenido muchos altibajos. Luego de la apertura durante la era Obama, las relaciones empeoraron con el mandato de Trump, quien redujo al mínimo los servicios en la embajada estadounidense en La Habana y volvió a incluir a la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Durante la administración de Biden la embajada reabrió y se tomaron políticas para incentivar el sector privado en Cuba, pero se mantuvo al país en la lista y varios funcionarios cubanos fueron sancionados por las represión violenta de los manifestantes del 11 de julio.
Ahora bien, desde los acuerdos pactados en 2014 el gobierno cubano ha mantenido invariable su accionar en varias de las cuestiones que se le exigieron para el reestablecimiento de las relaciones bilaterales. De hecho, algunos de estos puntos se han recrudecido, lo que demuestra la falsedad de las declaraciones de Cossío, la ausencia total de voluntad política para la transición democrática y la reparación por parte de la cúpula del poder cubano.
A continuación analizamos algunos de los compromisos que Cuba ha violado:
Migración
En varias de las conversaciones sobre materia migratoria, el gobierno cubano ha acordado aceptar el regreso de personas a quienes se les ha ordenado la deportación o que han sido interceptadas en el mar. Sin embargo, el régimen también ha rechazado a muchos de estos migrantes y está en una lista de países denominados por ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos) como “recalcitrantes” a la hora de recibir a sus nacionales.
Sumado a esto, desde los acuerdos migratorios de 1994 y 1995 el gobierno cubano convino no perseguir la emigración ilegal, sin embargo, el Código Penal aprobado en 2022 tipifica el delito de “Salida ilegal del territorio nacional” y lo castiga con sanciones económicas y condenas de hasta ocho años.
Tráfico de personas
Dentro del plan que la Casa Blanca elaboró en 2014 para normalizar las relaciones, el tráfico de personas era uno de los puntos centrales y es otro a los que el gobierno cubano hace caso omiso. El gobierno de Estados Unidos ha mostrado preocupación en reiteradas ocasiones por las condiciones de semiesclavitud que viven los profesionales cubanos en las mal llamadas “misiones internacionalistas”, denunciadas también por otras organizaciones como Prisioners Defenders.
Los informes anuales del Departamento de Estado sobre trata de personas ubicaron a Cuba en el nivel más grave junto a otros países como China y Corea del Norte. El reporte de 2022 informó que Cuba no está haciendo los esfuerzos mínimos para erradicar la trata y lo define como un estado patrocinador de la misma. Explica además que “la legislación cubana no prohíbe explícitamente la trata de personas con fines laborales, tal y como se define en el derecho internacional”.
Derechos Humanos
Una de las exigencias constantes de las relaciones diplomáticas ha sido la apertura democrática del régimen. La falta de libertades fundamentales a las que están sometidos los y las cubanas ha sido una constante desde la monopilización del poder por Fidel Castro y se ha recrudecido desde las protestas del 11 de julio.
Según la plataforma Cubalex, casi 200 personas han sido condenadas por el delito de sedición en relación con las protestas, cifra que integra la de 1113 presos políticos que actualmente están en reclusión en Cuba. Entre 2023 y 2024 al menos 4 de de los condenados han fallecido bajo custodia policial con signos de violencia física o desatención médica por parte de las autoridades y otros denuncian torturas, tratos crueles e inhumanos.
A este panorama se suma la criminalización del ejercicio del periodismo independiente, hecho que sustenta el dato de que Cuba sea el peor país en América Latina en materia de libertad de prensa, según Reporteros sin Fronteras. Además, concurren otras prácticas como el exilio forzoso, la violación del derecho de reunión, asociación e información.
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