El ejército de Israel informó este martes que ha recuperado alrededor de 1.500 cadáveres de milicianos del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), luego de que estos rompieran el cerco de la Franja de Gaza y perpetraran una matanza de civiles y militares en el territorio controlado por el estado judío.
El conflicto entre israelíes y palestinos volvió a ocupar las portadas de la prensa internacional este sábado 7 de octubre, cuando integrantes de Hamás, un grupo calificado como terrorista y extremista por Estados Unidos y la Unión Europea, irrumpieron en el territorio controlado por Israel provocando más de 900 muertes, 2.600 heridos y llevándose consigo a unos 130 rehenes.
Tres días después del ataque de Hamás las autoridades de Israel anunciaron que recuperaron el control de la frontera mientras mantienen su ofensiva contra el territorio de la Franja de Gaza, donde han provocado más 700 muertos, más de 4.000 heridos y alrededor de 190.000 desplazados hasta el momento, según el ministro de Sanidad palestino.
Gran parte de la comunidad internacional rechazó el asesinato de centenares de civiles por parte de Hamás, cuyos milicianos, además de atacar cuarteles militares, dispararon indiscriminadamente a la población, entre ellos a 260 personas que se encontraban en un festival de música electrónica cerca de la frontera con Gaza.
La Unión Europea condenó “en los términos más enérgicos posibles los múltiples e indiscriminados ataques perpetrados por Hamás en todo Israel” y deploró “profundamente la pérdida de vidas” en un comunicado publicado por el alto representante del organismo para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrel.
También el organismo europeo llegó a anunciar la suspensión de todos sus proyectos de cooperación con Palestina en represalia por los ataques de Hamás, aunque poco después dio marcha atrás e informó que mantendría esas ayudas.
El Gobierno de EEUU, uno de los principales aliados de Israel, manifestó su “apoyo inquebrantable” al estado judío tras los “atroces ataques terroristas” perpetrados por Hamás, una milicia respaldada por Irán, aunque la propia Casa Blanca dijo en esta ocasión no tener pruebas de la participación de los persas en el ataque.
El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, insistió en que su país no tuvo relación alguna con el ataque de Hamás pero celebró la derrota “irreparable” a la inteligencia y al ejército israelí y dijo que su pueblo “besa las manos de aquellos que planearon el ataque al régimen sionista”.
Las autoridades cubanas, por su parte, evitaron las condenas a los actos terroristas cometidos por Hamás mientras culparon de la escalada de la violencia a “75 años de permanente violación de los derechos inalienables del pueblo palestino y de la política agresiva y expansionista de Israel”, en un comunicadodivulgado por el MINREX.
También el gobernante venezolano Nicolás Maduro arremetió este lunes contra el gobierno de Israel, a quien acusó de perpetrar un “genocidio” en Gaza.
Parecido sucedió con Vladimir Putin, quien dijo que la solución a este conflicto pasa por el cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y pidió la creación de un estado Palestino “independiente y soberano”.
La respuesta de Hamás a los bombardeos en Gaza consistió en amenazar a las autoridades israelíes con asesinar públicamente a un rehén y transmitirlo en vivo a través de internet por cada uno de los ataques que realicen contra edificaciones civiles sin previo aviso.
El grupo islámico también cerró la puerta a cualquier tipo de negociación mientras continúen los bombardeos en Gaza.
Si bien el enfrentamiento entre Hamás y el Ejército israelí se agudizó tras los ataques del grupo islamista, luego de que el estado judío tomó el control de los territorios el campo de batalla se trasladó a la Franja de Gaza, donde organizaciones como Médicos Sin Fronteras califican la situación actual como “horrible”.
En tanto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo sentirse angustiado por el “asedio total” a la Franja de Gaza, debido a que viola los tratados internacionales y pone en riesgo la vida de los dos millones de personas que viven en lo que organizaciones defensoras de derechos humanos califican como “la mayor cárcel a cielo abierto del mundo”.
“La imposición de bloqueos que ponen en peligro la vida de civiles privándoles de bienes esenciales para su supervivencia está prohibida por el derecho internacional humanitario”, afirmó el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, en un comunicado este lunes.
Türk denunció que, en respuesta al ataque de Hamás, el ejército israelí ha bombardeado edificios residenciales, incluidos grandes bloques de pisos, así como escuelas y edificios de la ONU, causando cientos de muertes a civiles.
“El derecho internacional humanitario es claro: la obligación de preservar a la población civil y los bienes de carácter civil sigue siendo aplicable durante los ataques”, agregó el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en el comunicado.
También la Comisión Internacional de Investigación de la ONU sobre Palestina e Israel dijo que cuenta con “pruebas claras” de que en los últimos cuatro días se han cometido crímenes de guerra y que todos los que han violado el derecho internacional y han atacado a civiles deberán rendir cuentas por sus crímenes ante la justicia.