En julio de este 2023, el Vaticano ha declarado "venerable" a la religiosa de origen cubano Mary Elizabeth Lange, una mujer desconocida por muchos, destacada figura religiosa y educadora afroamericana del siglo XIX.
En esta ocasión, nos centraremos en analizar varios momentos clave de su vida, sus aportes a la promoción de los derechos civiles de la población afrodescendiente y la labor educativa desplegada por su congregación religiosa en la vida de las comunidades racializadas en Cuba.
¿Cuáles son los orígenes de la Madre Lange?
La Madre Lange nació alrededor de 1784 en Santiago de Cuba, al interior de una familia de esclavos libres procedentes de Haití, siendo nombrada como Clarissa Elizabeth Lange. Aunque la información sobre su niñez es escasa, todo parece indicar que su padre era un esclavo liberto haitiano y su madre una hacendada de origen judío, procedente de la actual República Dominicana.
La familia se asentó en el oriente cubano, buscando un clima de estabilidad, huyendo de la tensión socio-política que ya se respiraba en La Española y que terminaría por desencadenar la Revolución de Haití en 1791. En esta región construyeron un patrimonio económico considerable que le permitió a Elizabeth recibir una excelente educación.
La familia Lange emigró a los Estados Unidos en la década de 1810 y se establecieron en Baltimore, Maryland. En un momento en que la educación de las personas de ascendencia africana era limitada y en su mayoría inexistente, Elizabeth Lange reconoció la urgencia de una formación religiosa y académica para las afrodescendientes. En respuesta a esta necesidad, fundó en su propia residencia la primera escuela católica para niñas afroamericanas de los Estados Unidos, conocida como la Provident School.
Labor educativa de Mary Elizabeth Lange
El Colegio de Lange proporcionaba una enseñanza integral para los infantes, que adquirían habilidades académicas y oficios prácticos. Esta religiosa entendía que la educación era fundamental para empoderar a la comunidad negra y luchar contra la discriminación. Su trabajo fue reconocido por la comunidad y la Iglesia Católica, recibiendo el apoyo de personas predominantes como el arzobispo James Whitfield.
En 1828, Mary Elizabeth Lange y otras dos mujeres afroamericanas, Marie Balas y Rosine Boegue, fundaron las Oblate Sisters of Providence (Hermanas Oblatas de la Providencia). Esta congregación religiosa se convirtió en la primera de su tipo en los Estados Unidos y estaba compuesta por mujeres afroamericanas dedicadas a la educación y al cuidado de los pobres, especialmente de las personas afrodescendientes.
Mother Mary Lange, como se la conocía cariñosamente, fue la líder espiritual y administrativa de la congregación. Luchó contra la discriminación racial y la segregación. Bajo su liderazgo, las Oblate Sisters of Providence abrieron escuelas en Maryland, Pennsylvania, Kentucky y Louisiana. Durante la Guerra Civil Estadounidense, en la década de los sesenta del siglo XIX, las Oblatas de la Providencia desarrollaron un importante rol asistencial en el cuidado de los enfermos y heridos del conflicto, sin establecer distinción alguna.
La dedicación de Lange y de las Hermanas Oblatas a la educación y la comunidad afroamericana sentaron las bases para futuras instituciones educativas y religiosas, dirigidas por y para personas de ascendencia africana. Su trabajo tuvo un impacto significativo en la lucha por los derechos civiles y la igualdad racial en los Estados Unidos. La Madre Lange falleció el 3 de febrero de 1882 en Baltimore, Estados Unidos. En el momento de su deceso tenía 98 años y su congregación religiosa se había extendido por varias ciudades de los Estados Unidos.
La presencia de las Oblatas de la Providencia en Cuba
Cuba fue el primer país fuera los de Estados Unidos donde se establecieron las Hermanas Oblatas de la Providencia.
La Isla se presentaba como un escenario de expansión favorable basado en dos elementos: en primer lugar, era la tierra natal de la Madre Fundadora. Además, el contexto de apertura educativa era propicio para la orden debido a la intervención estadounidense. El establecimiento definitivo de las religiosas se produjo en 1900 bajo la protección del obispo de La Habana, Donato Sbarreti, quién había permanecido parte de su vida en los Estados Unidos.
El primer colegio fundado por las Oblatas se denominó Nuestra Señora de la Caridad y se ubicó en La Habana, abriendo sus puertas en el año 1900. A esta fundación le sucedió un amplio ciclo fundacional amparado por Enrique Pérez Serantes y otros obispos cubanos. Este, futuro arzobispo de Santiago de Cuba, tenía una amplia estima por las religiosas, que se combinó con su preocupación pastoral basada en la falta de propuestas educativas en las diócesis de Camagüey y Santiago de Cuba, donde ejerció su ministerio episcopal.
Las religiosas desplegaron una amplia red educativa enfocada en la comunidad negra, que se extendió por toda la Isla entre 1900 y 1961, cuando fueron confiscados por el Gobierno Revolucionario. Las escuelas fundadas fueron:
- Nuestra Señora de la Caridad (1900-1961, La Habana)
- San José (1908-1961, Cárdenas)
- Dulce Nombre de María (1908-1922, Vedado, Habana)
- Nuestra Señora del Monte Carmelo (1910-1912, Santa Clara)
- Cayetano de Quesada-La Inmaculada (1925-1961, Camagüey)
- Mother Consuella Clifford (1947-1961, Marianao, Habana)
- Mother Mary Elizabeth Lange (1949-1961, Santiago de Cuba)
- Villa Providencia (1957- 1961, La Habana).
Las Oblatas, al establecerse en Cuba, tuvieron que lidiar con un amplio prejuicio racial, que las incluía a ellas y a sus alumnas, pues la sociedad insular no se había liberado del racismo proveniente de la mentalidad colonial. A pesar de los obstáculos, la propuesta de estas monjas destacó por un perfil integral que favorecía la inserción laboral de las estudiantes después de su graduación. Las materias impartidas comprendían desde las matemáticas y las ciencias sociales hasta un amplio dominio del inglés.
Debido al temor que generó la persecución religiosa del gobierno de Fidel Castro, las monjas salieron del país con destino a los Estados Unidos.
Las religiosas presenten en el país provenían de diversas geografías, aunque, a diferencia de otras congregaciones conformadas en su mayoría por extranjeros, las Oblatas poseían un número considerable de religiosas nativas. Mención particular lo merece el colegio santiaguero, donde todo el convento era autóctono, desatacando la madre superiora María Matilde Moncada, nieta del general mambí Guillermo Moncada.
En 1961, producto de la Ley de Nacionalización de la Enseñanza, se expropiaron los colegios de las Oblatas de la Providencia. Debido al temor que generó la persecución religiosa del gobierno de Fidel Castro, las monjas salieron del país con destino a los Estados Unidos.
Aun así, el trabajo realizado por la Madre Lange y su congregación ayudó a la promoción de los derechos civiles de las comunidades racializadas en los Estados Unidos y Cuba. De igual forma, conocer su amplia labor socioeducativa nos permite deconstruir los mitos de la propaganda y conocer una de las experiencias pedagógicas más innovadoras del período republicano en Cuba.
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