El pasado 23 de julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de viruela símica como una emergencia global. Según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, desde mayo se han reportado cerca de 27 mil casos en 88 países.
A continuación, explicamos qué es la viruela del mono, cómo identificarla y la situación en Cuba.
¿Qué es la viruela del mono?
La viruela del simio o viruela del mono es una enfermedad causada por un virus al que se conoce con el mismo nombre: viruela del mono. Se trata de una enfermedad zoonótica viral, lo que significa que puede transmitirse de animales a humanos. También se puede propagar de persona a persona.
La mayoría de los animales susceptibles de contraer la dolencia y contagiar a las personas son roedores, como las ratas gigantes de Gambia, los lirones o los perros de las praderas.
La enfermedad se detectó por primera vez en África en 1970 y hasta el momento hay dos cepas genéticamente diferenciadas: la cepa de la cuenca del Congo, en África central, con un 10% de mortalidad, y la cepa de África occidental con un 1% de mortalidad, que es la que circula actualmente en varios países.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?
Los síntomas generalmente incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y erupciones o lesiones en la piel.
Las erupciones en la piel generalmente comienzan en el primer o tercer día de la fiebre, pueden ser planas o ligeramente elevadas, llenas de líquido transparente o amarillento, y después forman costras, se secan y se caen.
Las erupciones tienden a presentarse en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies. También se pueden encontrar en la boca, los genitales y los ojos. Los síntomas suelen durar entre dos y cuatro semanas y desaparecen por sí solos sin tratamiento.
¿Cómo se contagia?
La viruela símica se transmite, principalmente, por contacto directo o indirecto con sangre, fluidos corporales, lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados. La transmisión secundaria o de persona a persona puede producirse por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada.
"Entre las poblaciones vulnerables o de mayor riesgo se encuentran los niños, las embarazadas y las personas con un sistema inmunológico comprometido"
El virus también puede transmitirse por contacto con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente o materiales de la lesión. La transmisión se produce principalmente por gotículas respiratorias. Otra forma de contagio es a través de inoculación y de placenta (viruela símica congénita).
Entre las poblaciones vulnerables o de mayor riesgo se encuentran los niños, las embarazadas y las personas con un sistema inmunológico comprometido.
¿Hay contagio por transmisión sexual?
La afección se puede propagar de una persona a otra a través del contacto físico cercano, incluido el contacto sexual. Sin embargo, actualmente se desconoce si se puede propagar por vías de transmisión sexual (por ejemplo, a través del semen o los fluidos vaginales).
En ocasiones, pueden aparecer erupciones en los genitales y en la boca, lo que probablemente contribuya a la transmisión durante el contacto sexual. Por lo tanto, el contacto boca con piel podría causar la transmisión cuando hay lesiones en una de estas partes.
Sin embargo, el riesgo de infectarse no se limita a las personas sexualmente activas, ya que cualquiera que tenga contacto físico cercano con alguien contagioso está en riesgo.
Las erupciones se parecen a las de algunas enfermedades de transmisión sexual, como el herpes y la sífilis. Esto puede explicar por qué varios de los casos del brote actual se han identificado entre hombres que buscan atención en clínicas de salud sexual.
¿Cómo se trata?
Según la Organización Panamericana de Salud (OPS) no hay tratamientos específicos contra la infección por el virus de la viruela símica y sus síntomas suelen resolverse espontáneamente.
La atención clínica de la viruela del mono debe optimizarse al máximo para aliviar los síntomas, gestionar las complicaciones y prevenir las secuelas a largo plazo. Por ello es importante cuidar las erupciones y dejar que se sequen o cubrirlas para proteger la zona.
También es recomendable evitar tocar cualquier llaga en la boca o los ojos. Se pueden utilizar enjuagues bucales y gotas para los ojos siempre que se eviten los productos que contengan cortisona.
Un antiviral que se desarrolló para tratar la viruela (tecovirimat, comercializado como TPOXX) también fue aprobado para el tratamiento de la viruela del mono en enero de 2022.
¿Hay vacuna para la enfermedad?
Según la información disponible hasta el momento, las vacunas producidas para la viruela pueden proteger contra la viruela símica.
Estas vacunas incluyen:
a) Dryvax, una vacuna autorizada en la década de 1930 por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA),
b) ACAM2000, autorizada en 2007,
c) una vacuna más reciente que se desarrolló para la viruela (MVA-BN, también conocida como Imvanex, Imvamune o Jynneos) aprobada por las autoridades reguladoras nacionales de la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos para prevenir la viruela y la viruela símica.
¿Cómo puedo protegerme?
Las recomendaciones para evitar el contagio con la viruela del simio no distan mucho de las seguidas durante la pandemia de Covid 19.
En principio es importante mantener una higiene personal adecuada: lavar bien las manos, mantener el uso de desinfectante, evitar llevarse las manos a los ojos y cara y mantener el uso de mascarilla. También evitar contacto con personas enfermas u objetos que puedan haber sido utilizados por los pacientes, como ropa y ropa de cama.
Además, se debe acudir al médico ante cualquier indicio de contagio y cumplir con el protocolo sanitario de aislamiento.
¿En qué situación está Cuba?
"Las autoridades cubanas afirman que se encuentran monitoreando la enfermedad y casos sospechosos"
Al día de hoy el Ministerio de Salud Pública de Cuba no ha confirmado la existencia de ningún caso de contagio, pero la detección de casos cada vez más cercanos a la Isla continúa. Las autoridades cubanas afirman que se encuentran monitoreando la enfermedad y casos sospechosos.
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