En medio del severo colapso económico y social que enfrenta Cuba, caracterizado por apagones de más de 20 horas diarias y una alarmante escasez de alimentos y medicamentos, Sandro Castro, nieto del dictador Fidel Castro, ha decidido seguir adelante con la celebración de su cumpleaños. El jueves 5 de diciembre planea festejar en el Bar EFE, un establecimiento de su propiedad.
La celebración contará con un código de vestimenta: todos los asistentes deberán vestir de blanco. Entre las cortesías destacadas figuran un cóctel de bienvenida, cerveza gratuita, shots de tequila reservados y vino espumoso "sin costo para todos"
En el video, el anfitrión extiende una invitación abierta a participar en el evento hasta alcanzar la capacidad máxima del lugar. Sin embargo, el costo de las entradas, junto con el consumo mínimo requerido, tiene un precio superior a 15.000 CUP, cuando el salario mínimo en Cuba es de apenas 2.100 CUP. Esta disparidad ha generado críticas, reflejando el abismo existente entre las posibilidades económicas de la mayoría de los ciudadanos y el nivel de exclusividad de la élite castrista.
"Celebro mi cumpleaños en mi negocio, como un joven revolucionario común y corriente", dijo Sandro Castro en el video en cuestión. Asimismo, otros de sus "amigos" han salido en su defensa. Entre ellos se encuentra "Carluchín Verde", el organizador de la fiesta. "Este evento decidimos hacerlo en el lugar más humilde de Cuba, en el EFE, el negocio de Sandro", dijo Carluchín en un reel de Instagram, en el que concluye diciendo "Viva Canel, Viva la Revolución".