Fuera de lugar
Los humanos aúllan como fieras,
y las fieras parecen humanas.
Osip Mandelstam
Uno toma por desfasado el tiempo de su tiempo.
El vientre no aguanta más la orina espesa.
Bajo el sudor de la tierra los senos yacen.
Las botas acallan la furia.
Uno pierde de vista los ideales.
No responde la voz adyacente a la historia.
El eco no retumba más en las arterias.
La luz no llegará.
Uno,
severamente,
se mutila
se deshace en la cordura
inmóvil
sobre el rastro aciago de las madrugadas.
Se introduce en el día
como se abre una fiera en la pólvora.
El proyecto del siglo
A mi madre fugitiva
Será el tiempo el que endurece los cuerpos de metal
o el que los corroe.
Será que cuando tocan la sal del océano
efectivamente se oxidan,
y temen navegar esos mastodontes armados
con los hierros del 80.
Será además que ya una vez huyeron
a otras tierras para formarse,
para armar la utopía del robot de hierro
y quedaron en la mitad del camino.
Será que en esas tierras se forjaron con lo imposible
en el momento de lo posible,
y después de tan pocos años cayó el colosal paredón.
Pendimos, aún pendemos.
Entonces cayó la esperanza de vivir de la energía,
cayó la esperanza de vivir con energía,
en una ciudad inconclusa,
en una generación inconclusa,
joven e ingeniosa aún.
Y el naufragio alcanzó a todos,
por estar hechos de uranio,
por no haber empujado la palanca,
por ver al robot que aún duerme,
en un apartado mundo que todos desconocen.
La verdadera historia
Parió un sueño
a medias
lleno de escombros
porque de sus huesos
ávidos
sólo emergía el salitre.
Parió la piedra cementada
de las que aún quedan
en estas costas carcomidas
de porción de muelles y carreteras.
Expulsó un olor extraño
de arenisca y gravilla
solitario
como los niños cazadores de pájaros
como los padres fatigados después de la construcción.
Las cavidades entiznadas
me dicen
que el calor trae moscas y malos augurios.
Me quedaré a esperar a que aclare el día
cuando el sol cercene las uvas caletas.
Así sabré
si fue culpa del apagón
o del mar
que se lo tragó todo.
(Uranio empobrecido, edición ilustrada, Rialta Ediciones, 2021, de Katherine Bisquet, con prólogo de Nestor Díaz de Villegas y diseño de cubierta de Julio Llópiz-Casal; contiene ilustraciones de Carlos Cárdenas, Camila Lobón, Italo Expósito, Enfori García, Ezequiel Suárez. Henry Eric Hernández, Raychel Carrión, Celia González, Juan-Sí González, Héctor Trujillo. Julio Llópiz-Casal, Hamlet Lavastida, Sandra Ceballos, Luis Manuel Otero Alcántara, Filio Gálvez y Lester Álvarez).
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