Anda suelto satanás
y en los resquicios del alma
no florece ni una palma
que apalee a Barrabás.
Los pasos del contrapás
han mutado al descontento
y la plebe es un lamento
lejos de Dios, su propósito.
Hoy Cuba es solo un depósito
de odio y resentimiento.
Anda suelto satanás
y en los resquicios del alma
no florece ni una palma
que apalee a Barrabás.
Los pasos del contrapás
han mutado al descontento
y la plebe es un lamento
lejos de Dios, su propósito.
Hoy Cuba es solo un depósito
de odio y resentimiento.
Sangre, perjurio, golpiza,
madres locas, sufrimiento,
precariedad del tormento
asentado en la ojeriza.
La Mierda se escandaliza
cuando el carnero despierta
y quiere quebrar la puerta
del horror, ganar la luz,
pero la Mierda es capuz
y esclava de la reyerta.
Parir la tolvanera del contexto
me amarra al agujero de la escena,
la misma que por siempre me encadena
y ensancha los puñales de mi texto.
Por suerte, va rasante en el contexto
el nuevo entendimiento de los seres,
va pronto, naufragando en los enseres
de la mendicidad de estos apuntes.
Ya saben que el color de los pespuntes
puede cambiar de tonos y poderes.
Según el lema,
según la rabia,
según la labia
y su estratagema.
Según la nema,
según el sobre,
según zozobre
su hipocresía,
según la vía
en que el malo obre.
Y Cuba es charco de miedo
Y Cuba es charco de miedo
putrefacto en el olvido,
nadie le ha prestado oído
a los gritos de su ruedo.
La milicia es un torpedo
de sangre y muerte. El ganado
que rige el demonio sado-
masoquista de los zombis
el veneno de sus combis
tiene al mundo hipnotizado.
Los quieren mensos y sin bríos,
los quieren con la mente en ascuas,
los quieren sin amor, sin pascuas,
los quieren con los ojos fríos.
los quieren sin los albedríos,
el caso ya no admite trecho,
los quieren lejos del derecho
gamitando en la oscuridad
del hambre y su continuidad
clavada en un rincón del pecho.
Y que florezca el chantaje
en la negrura del cielo
y que no exista consuelo
en el letargo del viaje.
Y que les valga el ultraje
al socavar la esperanza
y que el odio sea una lanza
clavada en la ideología.
Que no exista la alegría,
pues Cuba es la destemplanza.
Que no exista confusión
para encontrar a la Mierda,
ella tiene la mancuerda
y el diablo en su corazón.
Son vergüenza en la nación,
marionetas fratricidas,
tienen técnicas zurcidas
y el rostro bañado en sangre.
Ya colgarán del desangre
sus culpas en estampidas.
Poema del libro inédito La máquina de triturar colibríes.