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Todo sobre el Zunzuncito, colibrí cubano (Mellisuga helenae): el ave más pequeña del mundo

Explora la vida del colibrí cubano, el ave más pequeña del mundo. Conoce su biología, hábitos, relevancia cultural y datos sorprendentes del Mellisuga helenae.

Zunzuncito cubano, colibrí cubano (Mellisuga helenae) libando una flor en la mano.
El Zunzuncito o Colibrí cubano (Mellisuga helenae), el ave más pequeña del mundo.

El colibrí cubano (Mellisuga helenae) es el ave más pequeña del mundo, con un tamaño promedio de 5 a 6 cm y un peso de apenas 1,6 a 2 g, según BirdLife International. Endémico de Cuba, sobresale de modo fascinante entre las especies cubanas

Aunque antaño habitó buena parte del país, incluida la Isla de la Juventud, actualmente se encuentra en zonas con vegetación bien conservada como los mogotes de Pinar del Río, la Ciénaga de Zapata y enclaves del oriente cubano como el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, la Reserva Ecológica Baitiquirí, la Sierra Cristal y alrededores.

Su plumaje combina tonos verdes iridiscentes con matices metálicos en la cabeza y el dorso, mientras que el vientre es grisáceo. Se alimenta principalmente de néctar de flores nativas, aunque complementa su dieta con pequeños insectos y arañas. Su metabolismo extremadamente rápido le permite batir sus alas hasta 80 veces por segundo, lo que le permite permanecer suspendido mientras se alimenta.

Etimología del nombre científico: Mellisuga helenae 

El nombre genérico Mellisuga proviene del latín: «mel, melis», que significa “miel”, y «sugere», que significa “chupar”, haciendo referencia directa a la manera en que estos diminutos colibríes se alimentan del néctar de las flores. Este nombre refleja no solo su dieta característica, sino también la increíble adaptación de su anatomía, como su pico fino y su lengua larga y flexible, diseñada precisamente para “chupar” el néctar con gran eficiencia.

El nombre específico helenae rinde homenaje a Helena Booth, esposa de Carlos Booth, compañero de estudios del naturalista alemán Juan Gundlach, quien fue uno de los primeros científicos en estudiar la fauna cubana. Helena Booth desempeñó un papel fundamental al invitar y alojar a Gundlach en Cuba, permitiéndole realizar sus observaciones y contribuciones científicas. Así, el nombre Mellisuga helenae no solo describe su comportamiento alimenticio, sino que también conserva un vínculo histórico y humano con la exploración científica de la isla en el siglo XIX.

Nombres populares para el ave más pequeña del mundo

El fascinante colibrí cubano no solo destaca por ser el ave más diminuta del mundo, un récord que le concede un lugar especial en la naturaleza y en el imaginario popular de la isla, sino también por la variedad de nombres con que se le reconoce en Cuba. Entre los más comunes se encuentran:

  • Zunzún, Zunzuncito: probablemente el nombre más popular, un diminutivo cariñoso que refleja el diminuto tamaño del ave y el característico sonido de su vuelo.
  • Colibrí abeja: alude a su parecido con una abeja por su tamaño minúsculo y su habilidad para volar en todas direcciones con gran agilidad.
  • Pájaro mosca o pájaro mosquero: menos difundidos, estos nombres también se usan de manera coloquial para referirse a la especie.

Estos nombres populares forman parte de la riqueza cultural y lingüística de Cuba, y reflejan la fascinación de la población por esta pequeña joya de la naturaleza. En la literatura, canciones y cuentos populares, a menudo se le menciona como “zunzuncito”, reforzando su presencia en la memoria cultural del país.

Historia y "descubrimiento" del Zunzuncito o Colibrí cubano

Primeros dibujos del Colibrí cubano, el Zunzuncito (Mellisuga helenae) a finales del siglo XIX.
Primeros dibujos del Zunzuncito. Ejemplar masculino en el libro "Aves de Cuba" (1850), de Juan Lembeye. / Ambos sexos, en "A monograph of the Trochilidae, or family of humming-birds" (1861), de John Gould.

El zunzuncito o colibrí cubano fue descrito por primera vez en 1844 por Juan Cristóbal Gundlach  (1810–1896), naturalista cubano de origen alemán, quien dedicó gran parte de su vida al estudio y documentación de la fauna cubana. Realizó una de las colecciones zoológicas más completas del país.

Durante sus investigaciones, Gundlach observó y estudió al diminuto colibrí, pero cedió el mérito de su descripción formal a Juan Lembeye, un naturalista hispano-cubano que publicó la primera descripción científica de la especie en 1850. El epíteto específico helenae fue elegido en honor a Elena (Helena) de Faz Booth, benefactora de Gundlach.

Históricamente, la especie ha sido mencionada en la literatura cubana del siglo XIX, incluyendo poemas de José Martí, donde se hace referencia a la “pequeñez gloriosa de los colibríes que vuelan sobre el azúcar y la caña”.

Etapas de estudios científicos:

  • 1850: Descripción por Juan Lembeye, basada en ejemplares y observaciones de Juan Cristóbal Gundlach.
  • Siglo XX: Estudios sobre comportamiento alimenticio y vuelo.
  • 2000-2020: Investigación sobre polinización y conservación (Journal of Caribbean Ornithology).


Descripción, características y biología del Zunzuncito 

El macho es notablemente más pequeño que la hembra, con cabeza y cuello de un rojo intenso, espalda y alas azul metálico, y pecho y abdomen blanco grisáceo. La hembra, por su parte, exhibe un tono verde azulada con blanco en el pecho y abdomen, y pequeñas manchas blancas en la punta de la cola. Su tamaño varía entre 5,5 y 6,1 cm y su peso apenas alcanza los 1,8 g.

Su nido, de apenas 3 cm de diámetro, es el más pequeño entre todas las aves. Por su tamaño, se le confunde más con una abeja que con un pájaro. En vuelo, agita sus alas unas 80 veces por segundo, lo que le permite mantenerse suspendido en el aire mientras se alimenta del néctar de flores sin posarse. Durante el cortejo puede elevar esta frecuencia hasta 200 veces por segundo. Su pico es fino y negro, mientras que su lengua, larga y delgada, está especialmente adaptada para extraer néctar.

Este colibrí cubano posee el segundo ritmo cardíaco más rápido del reino animal y la menor cantidad de plumas entre las aves. Su temperatura corporal alcanza los 40 °C durante el día y desciende hasta 19 °C por la noche para conservar energía. Su alimentación diaria puede equivaler a la mitad de su peso en alimento y hasta ocho veces su peso en agua, basándose en néctar e insectos.

Es capaz de flotar en un solo punto durante largos períodos, su corazón late más de mil veces por minuto, y su pequeño tamaño lo convierte en el vertebrado de sangre caliente más diminuto del mundo, un verdadero milagro de la naturaleza caribeña.

Desde la perspectiva científica, este colibrí cubano pertenece a la familia Trochilidae, que agrupa a más de 330 especies de colibríes en el mundo, de las cuales 12 habitan en Cuba, haciendo de la isla un punto clave para la diversidad de estos diminutos voladores.


Otras especies de colibríes que habitan en Cuba

Tres especies de colibríes endémicos de Cuba.
Zunzuncito (Mellisuga helenae), Esmeralda cubana (Riccordia ricordii), Colibrí de La Sagra (Cyanophaia bicolor).

Existen aproximadamente 360 especies de colibríes en el mundo, distribuidas principalmente en América, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, siendo más abundantes en América Central y Sudamérica.

En total, en Cuba se han registrado unas 12 especies de colibríes. De estas, solamente dos son endémicas, mientras que las otras 10 son especies que también habitan en otras regiones del Caribe o América, y algunas se observan solo en migración o en determinadas regiones de la isla.

Especies endémicas de Cuba:

  1. Zunzuncito o colibrí cubano (Mellisuga helenae).
  2. Zunzún común cubano, esmeralda zunzún, esmeralda cubana (Riccordia ricordii).
  3. Colibrí de La Sagra (Cyanophaia bicolor).

Especies no endémicas, pero presentes o registradas también en Cuba:

  1. Chincheta o colibrí tijereta (Archilochus colubris)
  2. Colibrí verde y oro (Chlorostilbon ricordii)
  3. Colibrí dorado (Anthracothorax dominicus)
  4. Colibrí de Jamaica (Cyanophaia cucullata)
  5. Colibrí de pico recto (Chlorostilbon ricordii musica)
  6. Colibrí de garganta roja (Archilochus alexandri)
  7. Colibrí rubí (Cynanthus latirostris)
  8. Colibrí pico de hoz (Eulampis holosericeus)
  9. Colibrí cola larga (Chlorostilbon canivetii)

El Zunzún común cubano: Riccordia ricordii

Llamado "Esmeralda cubana" por su color predominantemente verde y brillante, el colibrí común cubano (Riccordia ricordii) es una especie endémica de Cuba y que se puede ver en toda la isla, incluyendo la isla de Pinos y numerosos cayos como Cayo Coco y Cayo Largo, y también se encuentra en algunas islas de Bahamas (Gran Bahama, Gran Ábaco, Andros, Green Cay), siendo más ocasional en el resto del archipiélago bahameño. Esta especie habita una amplia variedad de ecosistemas boscosos, desde el nivel del mar hasta al menos 1,300 metros de altitud, y excepcionalmente hasta los 1,975 metros en Cuba. Prefiere tierras bajas y se adapta a distintos tipos de bosques, tanto húmedos como secos, así como a jardines, parques, plantaciones y matorrales costeros. 

Este es el colibrí que puede observarse comúnmente en los jardines en Cuba, y en todos los bosques del archipiélago. Por tanto, su imagen es la que más tienen presente los cubanos cuando piensan en un colibrí, convirtiéndolo en una de las aves más amadas en la isla. 

En cambio, el Zunzuncito se deja ver muy poco, raramente algún cubano logra verlo en la naturaleza, debido a que habita zonas más remotas de los bosques, zonas restringidas e intrincadas, y precisamente por su pequeñez extrema. A diferencia de su primo más común, el Zunzuncito o Mellisuga helenae enfrenta mayores riesgos, debido a la reducción de su hábitat y que resulta menos adaptable a los cambios ambientales.

Colibríes endémicos de Cuba Características y diferencias
Zunzuncito (Mellisuga helenae) Tamaño: 5,5–6,1 cm (el ave más pequeño del mundo).
Colores: Rojo y azul metálico (macho); verde azulada (hembra).
Pico: Fino y recto. 
Distribución: Vive en zonas bajas de bosques húmedos. 
Alimentación: néctar e insectos. Nido: 3 cm de diámetro.
Colibrí de La Sagra (Cyanophaia bicolor) Tamaño: 8–9 cm.
Colores: azul intenso y verde.
Pico: Ligeramente curvado.
Distribución: Habita montañas y bosques semideciduos cerrados. 
Vuelo ágil y alimentación similar al Zunzuncito. Más grande y con colores más uniformes.
Zunzún común cubano, esmeralda zunzún, esmeralda cubana (Riccordia ricordii) Tamaño: 8–9 cm.
Colores: dorso verde brillante con reflejos azules, abdomen blanco grisáceo; garganta azul brillante (macho).
Pico: Recto y robusto.
Distribución amplia: toda Cuba y algunos cayos; adaptable a bosques secos/húmedos, jardines y parques. 
Alimentación: néctar e insectos.

Nido de Zunzuncito, el colibrí cubano.
Nido de Zunzuncito (Mellisuga helenae).

El Zunzuncito: aspectos científicos y biológicos

El colibrí cubano, conocido científicamente como Mellisuga helenae, pertenece a la familia Trochilidae, que agrupa a todos los colibríes del mundo. Esta especie es endémica de Cuba, lo que significa que no se encuentra naturalmente en ningún otro lugar del planeta.

Clasificación completa del zunzuncito cubano

  • Reino: Animalia.
  • Filo: Chordata.
  • Clase: Aves (Aves).
  • Orden: Apodiformes.
  • Familia: Trochilidae.
  • Género: Mellisuga.
  • Especie: Mellisuga helenae.

Morfología y medidas

  • Longitud: 5-6 cm.
  • Peso: 1,6-2 g.
  • Velocidad de aleteo: 80 veces por segundo.
  • Longevidad promedio: 3-5 años en libertad.

Reproducción

  • Nidos minúsculos de musgo y fibras vegetales
  • Ubicación: ramas finas a 1-3 m de altura
  • Huevos: 2, blancos, de 1 cm
  • Incubación: 14-16 días

Alimentación y vuelo

  • Dieta: néctar de flores nativas como Hamelia patens y Lantana camara.
  • Complemento: pequeños insectos.
  • Habilidad: vuelo hacia atrás, gracias a musculatura pectoral altamente desarrollada.

Curiosidades y hechos sorprendentes

  • Es el ave más pequeña del mundo, incluso más pequeña que algunos insectos grandes.
  • Puede consumir el doble de su peso en néctar diariamente.
  • Tiene capacidad de hibernación parcial para conservar energía durante noches frías.

Impacto en la vida cotidiana

El colibrí cubano contribuye a la polinización de plantas endémicas, manteniendo ecosistemas locales. Su presencia también impulsa el ecoturismo en Cuba, siendo un atractivo para observadores de aves y amantes de la naturaleza. 

Poliniza flores nativas y cultivadas. Mantiene equilibrio en el ecosistema de bosques y jardines. Favorece la reproducción de especies vegetales cubanas.

Conservación y estado de la especie

El colibrí cubano (Mellisuga helenae) tiene un estatus de “Casi Amenazado” según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), lo que indica que su población podría acercarse a la categoría de especie en peligro si continúan las amenazas. 

Además, está incluido en el Apéndice II de la Convención CITES, que regula su comercio internacional para evitar riesgos a su supervivencia. La pérdida de hábitat, la invasión de plantas exóticas y los huracanes han reducido sus poblaciones, por lo que la protección de áreas clave y la restauración de la flora nativa son esenciales para su conservación.


El Colibrí en el arte y la cultura de Cuba

El colibrí ha inspirado diversas obras en la cultura cubana. 

En la novela Colibrí  (1984) de Severo Sarduy (1937-1993), el título se justifica entre otras razones por la relación metafórica con el estilo barroco del escritor, a través de la representación de las posibilidades infinitas del vuelo de esta avecilla capaz de detenerse en el aire y cambiar de rumbo en todas direcciones: "La metáfora fijada, privada de toda vinculación, de toda comunicación se corporiza. La lectura horizontal se
vuelve un contrasentido: las palabras nos detienen en su verticalidad como resistencias infranqueables" (Verónica Grossi). 

Poemas de Dulce María Loynaz mencionan al colibrí como símbolo de delicadeza y libertad; por ejemplo, en este poema dedicado a la isla de Cuba ("Poema CXXIV"):

La mala bestia no medró en tus predios, y jamás ha muerto en ti un solo pájaro de frío.

Idílicas abejas pueblan de miel la urdimbre de tus frondas; allí vibra el zunzún desprendido del iris, y destilan música viva los sinsontes.

Pinturas de muchos artistas incluyen colibríes como motivos de vida y movimiento. La canción folclórica cubana “El colibrí y la flor”  es una de las principales canciones de amor y tradicionales de la isla.

Existe una creencia popular, especialmente entre personas del campo: que ver un colibrí anuncia buenas noticias o felicidad cercana. El colibrí también simboliza la conexión entre el mundo espiritual y el natural, siendo un motivo frecuente en amuletos y ofrendas de la santería cubana.

Colibrí, obra de arte de Ernesto Rancaño. Un colibrí cubano liba la estrella de la bandera cubana.
Obra del artista cubano Ernesto Rancaño.

El artista cubano Ernesto Rancaño responde en una entrevista a la pregunta "¿Por qué se repite en tu obra el colibrí?":

"Estudiando en San Alejandro, un profesor nos dijo en clase que todo ser humano se parece a un animal y nos puso como ejercicio que buscáramos al que más nos semejábamos. Yo escogí el colibrí. Pienso que es el animal que más tiene que ver conmigo. Porque es tranquilo y a la vez inquieto. Soy así, tímido y nervioso. Hay amigos que incluso me dicen Colibrí. Para mí también se ha convertido en un elemento de suerte, un amuleto. Es como el ángel de la jiribilla. En el balcón de la casa le tenemos un comedero con azúcar y hasta que no se acerca uno no me despego de allí".


Canciones cubanas dedicadas al Colibrí

En 1930 Ernesto Lecuona compuso (letra y partitura para piano) la rumba Cantaba el colibrí. Este tema fue rescatado por el pianista Franco Rivero Bueno en su disco Lecuona. Todo voz y piano. Toca el piano Franco, mientras canta Anisley Martínez: Cantaba el colibrí

El tema Sun Sun ba baé es un clásico de la música popular cubana, un son cubano con ritmos afrocaribeños, composición de Rogelio Martínez, director de La Sonora Matancera que lo convirtió en un éxito internacional, donde sobresale una frase emblemática que resume el símbolo del colibrí como mensajero del mundo espiritual y luminoso que anuncia con su vivacidad la llegada de amanecer: "Pájaro lindo de la madrugá". 

Cantado por La Sonora Matancera y Bienvenido Granda en la película La Mentira (1952).  La cubana Ninón Sevilla (1929-2015) canta y baila Sun Sun ba baé en la película mexicana Aventura en Río (1953). La gran Celia Cruz cantó Sun Sun Ba baé, incluso también podemos ver a Celia Cruz cantando Sun Sun ba baé en la televisión estadounidense. 

CANTABA EL COLIBRÍ

(Rumba. Letra y música de Ernesto Lecuona)

Se nubló el horizonte

con celajes de gris

y volando hacia el monte

se perdió el colibrí.

En su loco vuelo

todo rumbo olvidó

y cayose aterido

en mi jardín.

Colibrí, ¿dónde vas?

No te alejes, colibrí.

Colibrí, ¿dónde estás?

Colibrí que perdí,

ya te espera

tu nido de amor.

Colibrí, cuando te vas

en mi vida tú dejas

un vacío de amor.

No me dejes, colibrí,

no te alejes,

ven a mí,

ven a mí.

EL COLIBRÍ Y LA FLOR

(Canción anónima cubana del siglo XIX)

Crecía una flor a orillas de una fuente

Más pura que la flor de la ilusión

Y el huracán tronchóla de repente

Cayendo al agua la preciosa flor

Un colibrí que en su ramaje estaba

Corrió a salvarla solícito y veloz

Y cada vez que con el pico la tocaba

Sumergíase en el agua con la flor

El colibrí la persiguió constante

Sin dejar de buscarla en su aflicción

Y cayendo desmayado en la corriente

Corrió la misma suerte que la flor

Así hay en el mundo seres

Que la vida cuesta un tesoro

Yo soy el colibrí si tú me quieres

Mi pasión es el torrente y tú la flor

Yo soy el colibrí si tú me quieres

Mi pasión es el torrente y tú la flor.

SUN SUN BA BAÉ

(Fragmento. Rumba. Letra de: Rogelio Martínez, Sonora Matancera)

(Sun, sun, sun, sun, sun, babae)

(Sun, sun, sun, sun, sun, babae) 

(Pájaro lindo de la madrugá') 

(Pájaro lindo de la madrugá')

Ee pájarito volandero

(Pájaro lindo sun, sun) 

Ay pero llévame a tu nido 

(Pájaro lindo sun, sun) 

Ay pajarito, que bonito, pajarito 

Pajarito, pajarito volandero 

(Pájaro lindo sun, sun) 

Ay lleva llévame a tu nido 

(Pájaro lindo sun, sun)



EL ZUNZUNCITO

(Canción. Letra de: Teresita Fernández)

Voy a contar, mi niño, una canción, mi amor, de un pajarito,

es el zunzún, mi niño, es el zunzún mi amor, el zunzuncito.

Vuela de flor en flor buscando el néctar, mi amor,

y lleva pegado el sol en las alitas, mi amor,

es el zunzunzunzunzunzunzunzunzunzuncito.

Es el zunzún, mi niño, es el zunzún mi amor, una joyita,

diamantico que vuela, arco iris de plumas chiquitico.

Pregunta qué es tornasol, qué cosa es rojo rubí,

azul y verde limón, el amarillo, mi amor,

es el zunzunzunzunzunzunzunzunzunzuncito.

Cuando cumple un año, cuando cumple un año el zunzuncito

le salen plumas rojas, plumas rojas, mi amor, de sombrerito.

Vuela de flor en flor buscando el néctar, mi amor,

lleva pegado el sol en las alitas, mi amor,

es el zunzunzunzunzunzunzunzunzunzuncito.

Cuando hace el nido vuela rápido el albañilito.

¡Qué albañil se vuelve cuando hace el nido el zunzuncito!

Pide lana a la ceiba, algodoncito en rama,

su calor al sol, el néctar a la flor

es el zunzunzunzunzunzunzunzunzunzuncito.

Con telaraña, mi niño, y pedacitos de árbol pegaditos

así decora el nido, así decora el nido el zunzuncito.

Pide lana a la ceiba, algodoncito en rama,

su calor al sol, el néctar a la flor

es el zunzunzunzunzunzunzunzunzunzuncito.

Es muy cubano y es un pajarito

y es muy chiquitico, ya te lo conoces bien

es el zunzunzunzunzunzunzunzunzunzuncito.


Creencias y leyendas del colibrí en Cuba

Creencias y supersticiones

En la tradición religiosa afrocubana y en la religiosidad popular cubana, el colibrí ha sido históricamente un símbolo de espiritualidad, agilidad y conexión con el mundo de los espíritus. Su pequeño tamaño y su capacidad de movimiento rápido y preciso lo han asociado con la ligereza del alma, la comunicación con lo divino y la transmisión de mensajes de buena fortuna.

En la santería cubana, aunque no existe un orisha directamente representado por el colibrí, su presencia se interpreta como un signo de protección y de energía positiva, especialmente en ceremonias relacionadas con Elegguá, el orisha de los caminos y las oportunidades. En ciertos rituales, los colibríes o su simbolismo se asocian con la recepción de mensajes espirituales y la apertura de caminos favorables.

Dentro de la cultura popular, el colibrí está ligado a la suerte y la prosperidad. Es común escuchar que ver un colibrí anuncia noticias felices, encuentros significativos o la llegada de amor y bienestar. En algunas comunidades campesinas, los cuidadores de aves y practicantes de rituales populares dejan pequeños recipientes de agua y flores para atraer a los colibríes, en la creencia de que su visita trae energías positivas al hogar.

  • Presagio de cambios importantes: Se cree que la captura o muerte de un colibrí anuncia transformaciones emocionales, proyectos nuevos o la llegada de noticias relevantes.
  • Mensajero de los orishas: Algunos linajes familiares en Cuba consideran que los colibríes transmiten mensajes de los espíritus o de los orishas, especialmente en rituales de protección y prosperidad.
  • Símbolo de prosperidad y amor: Observar un colibrí alimentándose o acercándose a la casa se interpreta como un augurio de fortuna y bienestar

El zunzún y la princesa del bosque

Se cuenta que una joven princesa del bosque, conocida por su bondad hacia los animales, fue advertida por un colibrí sobre un peligro inminente que amenazaba el bosque. Gracias a su intervención, los animales fueron protegidos y el bosque conservado. Desde entonces, se dice que el colibrí trae mensajes de la naturaleza y anuncia la llegada de la primavera.

(Tradición oral campesina de la región oriental de Cuba, finales del siglo XIX y XX. Esta leyenda fue recopilada por el etnógrafo cubano Fernando Ortíz en sus estudios sobre la tradición oral rural cubana)

El colibrí como mensajero de Yemayá

En la santería cubana, el colibrí es considerado un mensajero de Yemayá (diosa del mar y madre de la vida) y de otros orishas de la naturaleza. Se cree que un colibrí que se acerca a la casa anuncia bendiciones o protección espiritual. Algunos devotos cuentan que en los altares donde se ofrece agua, miel y flores, los colibríes se posan como señal de aceptación de los ofrecimientos.

(Origen: Religiones afrocubanas en Cuba (regla de Ifá y santería), siglo XIX-XX. Esta tradición ha sido documentada por investigadores de la etnografía cubana como Miguel Barnet y Fernando Ortíz)

La leyenda del colibrí y el tabaco

Según la tradición, los colibríes eran considerados espíritus guardianes de las plantas de tabaco. Los aborígenes creían que ver un colibrí posado sobre las hojas indicaba que los dioses aprobaban la cosecha y que la cosecha sería buena para rituales y ofrendas. Con el tiempo, esta creencia se mezcló con relatos africanos y coloniales, convirtiéndose en un símbolo de prosperidad y protección de la naturaleza.

(Origen: Tradición aborigen taína y campesina, regiones occidental y central de Cuba. Recogida por Fernando Ortíz en sus estudios sobre la cultura cubana)

Conclusión

El colibrí cubano es un símbolo de la biodiversidad y cultura cubanas. Conocer su biología, historia y presencia en la cultura permite valorar su importancia ecológica y su influencia en el patrimonio cultural de la isla. Su pequeño tamaño y hábitos únicos lo convierten en un tema fascinante para científicos, artistas y amantes de la naturaleza.


Preguntas frecuentes

¿Dónde se encuentra principalmente el colibrí cubano?
En áreas con floración continua de Cuba, destacando los mogotes de Pinar del Río, la Ciénaga de Zapata y enclaves del oriente cubano.

¿Cuál es su esperanza de vida?
Entre 3 y 5 años, aunque algunos ejemplares alcanzan hasta 7 años en condiciones óptimas.

¿Qué papel juega en la polinización?
Es un polinizador clave de flores endémicas, vital para la reproducción de plantas nativas y el equilibrio ecológico.

¿Por qué tiene un metabolismo tan rápido?
Su diminuto tamaño exige un consumo constante de energía, por lo que puede batir sus alas hasta 80 veces por segundo y consumir grandes cantidades de néctar.

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