En medio del apagón nacional en Cuba, que interrumpió el servicio eléctrico durante más de siete horas, fue detenido Ángel Santiesteban tras ser objeto de una medida restrictiva que le prohibía salir de su domicilio. El escritor rechazó cumplir la disposición, salió a la calle y fue arrestado poco después.
Un oficial del régimen que vigilaba su vivienda le comunicó a Santiesteban que no podía salir de su domicilio hasta que el Gobierno restableciera el servicio eléctrico. Tras expresar públicamente su negativa, porque su "casa no es un calabozo", el autor cubano desafió esta medida de confinamiento y, en consecuencia, fue detenido.
El episodio documentado muestra hasta qué punto la disidencia en Cuba es objeto de criminalización. La prohibición no derivó de un proceso judicial ni de un delito cometido, sino de una disposición arbitraria aplicada en medio de un apagón. En este contexto, el simple acto de salir a la calle se convierte en un desafío y termina sancionado con arresto.
El apagón comenzó a las 9:14 de la mañana del 10 de septiembre de 2025 y provocó que la generación eléctrica nacional descendiera a menos del diez porciento de su capacidad. Las autoridades atribuyeron la interrupción a una avería en la termoeléctrica Antonio Guiteras, en Matanzas. Se trató del quinto apagón de carácter nacional registrado en menos de dos años, lo que evidencia la fragilidad estructural del sistema energético cubano.
Ángel Santiesteban (La Habana, 1966) es un narrador galardonado con el Premio Casa de las Américas en 2006 por su libro Dichosos los que lloran. En 2008 fundó el blog Los hijos que nadie quiso, plataforma desde la cual ha expresado críticas directas al régimen de la isla. En 2013 fue condenado a cinco años de prisión en un proceso que diversos observadores internacionales consideraron motivado políticamente.