El presidente cubano Miguel Díaz-Canel demuestra "su gran confianza en el pueblo" cuando asiste a la sede del acto nacional por el 26 de julio en la provincia de Ciego de Ávila.
La ciudad cabecera provincial ha sido militarizada. Largas filas de coches policiales recorren los barrios en un ejercicio de disuasión, con un enorme alarde de gasto de combustible, luces y toques de sirenas, mientras los vecinos echan en falta que, al mismo tiempo, no exista una dotación similar de ambulancias y otros transportes más útiles para la ciudadanía.