Nacida en Las Tunas en 1974, la cantante cubana Haila María Mompié comenzó su formación artística en el mundo de la danza, aunque su padre, aficionado al canto, comenzó a vincularla con el mundo de la música a temprana edad.
Pero no fue hasta el año 1991 cuando la artista, con 17 años de edad, comenzó oficialmente su carrera como cantante de la agrupación “Septeto Tradición”, dedicado a la música tradicional.
En esos años, cuando el país sufría una de sus peores crisis económicas, bautizada por Fidel Castro como Período Especial, Haila consiguió seguir consolidando su carrera en cabarets y agrupaciones como “Habana Son”, hasta llegar a la popular banda “Bamboleo” en 1994, con la que se hizo conocida.
Con “Bamboleo” Haila viajó por Europa y América Latina, solucionando así sus problemas económicos en un momento de crisis en el país y comenzando a establecer algo que a la postre ha marcado su carrera, su apoyo a la dictadura cubana y su devoción por el máximo líder, Fidel Castro.
Cuatro años más tarde Haila se desligaría de “Bamboleo” para fundar “Azúcar Negra”, una agrupación donde afianzó su popularidad hasta convertirse en solista tres años más tarde, para ese entonces la prensa oficial que silenciaba a Celia Cruz y Olga Guillot la ensalzaba como la más grande cantante cubana del momento.
Haila parecía imparable tras la publicación en 2001 de su disco homónimo, su relación con el cantante de la popular orquesta Charanga Habanera Aned Mota le daba acceso directo a la “farándula” en la capital, y con el apoyo gubernamental y su difusión en medios de prensa consiguió colaborar con grandes artistas internacionales.
Entre las principales figuras con las que compartió escenario durante esos años se encontró Cheo Feliciano, Oscar de León, Rey Ruiz, José Alberto “El Canario”, Gilberto Santa Rosa, Chucho Valdés, Adalberto Álvarez e Isaac Delgado, lo que da una idea de su creciente prestigio.
También obtuvo un Latin Grammy en 2001 como parte del disco La Rumba Soy Yo, producido por la disquera estatal Bis Music con la participación de artistas como Tata Güines, Los Muñequitos de Matanzas, Yoruba Andabo, Los Papines y Mayito Rivera, entre otros.
La artista realizó una gira por Estados Unidos junto a Isaac Delgado y su Orquesta en el año 2002. En la Isla la presentaban como la mayor estrella de la canción cubana en décadas y la bautizaron como “La Diva del Son”, en un intento de hacer olvidar a Celia Cruz.
Durante toda la década del 2000 las disqueras cubanas y empresas de promoción artística del régimen le produjeron discos, conciertos y decenas de giras internacionales, facultades que en la Isla solo tienen algunos elegidos a dedo por el poder.
Tal vez impulsada por sus privilegios en la Isla, en el año 2010 sucedió algo que marcaría su carrera en el futuro. El caso fue que, al terminar de cantar en un acto por los 60 años de la creación de los Comités de Defensa de la Revolución, el mayor aparato de vigilancia del régimen, se cruzó con Fidel Castro, a quien besó y dedicó palabras afectuosas.
“Que Dios me le de mucha salud. Muchas gracias por existir. Lo amo con todo mi corazón”, le dijo la artista, autodenominada como “La diva del pueblo”, al dictador cubano.
Tal vez Haila no creyó que este suceso tendría mayores consecuencias, por lo que continuó publicando discos y realizando giras por Asia, Europa y América, y en diciembre de 2014, mientras se anunciaba el restablecimiento de relaciones entre Cuba y EEUU, la artista lanzaba la marca de perfume “Madamme Mompié”.
Por esos años también comenzó a explotar más visiblemente su faceta como imagen publicitaria para campañas contra el VIH/SIDA, la violencia contra las mujeres, mientras no se ruborizaba por la vida de lujos que llevaba en Cuba.
En una entrevista a la revista OnCuba en el año 2015 se declaró una persona “totalmente consumista”. “Yo compro todo el tiempo. Todo el tiempo. Todo el tiempo. A cada país que llego, llego comprando. Es como una enfermedad”, afirmó la artista, que se definía como revolucionaria en un país donde a la mayor parte de la población apenas le alcanza para comer.
La cantante, consciente de que sus mejores años habían pasado, dijo confiar que con el éxito de su nuevo perfume pudiera iniciar la creación de una línea completa de productos de belleza y otra de moda con su nombre, pero sus sueños se desvanecieron tres años después cuando la empresa Suchel Camacho descatalogó la fragancia.
Pese a habitar un mundo de frivolidades, su devoción por la figura del dictador Fidel Castro se mantenía intacta, por lo que sufrió mucho su muerte y asistió a los funerales, donde declaró a la prensa que sentía un “dolor muy grande” por “lo que significa la figura de Fidel Castro para todos los cubanos”.
Con Díaz-Canel su relación no parecía ser peor, pues participó en varios eventos organizados por la primera dama, Liz Cuesta, como fue el Gastrocult Cuba de enero de 2019, donde ofreció conciertos junto a Kelvis Ochoa.
Los cubanos atravesaban entonces una considerable crisis de desabastecimiento de alimentos, pero Mompié, quien se ha definido como una amante de la cocina e incluso ha aparecido junto al elenco del famoso programa español Master Cheff, esto no pareció importarle. Hasta entonces su comportamiento no le había traído problemas con su público.
En un guiño a su querido Fidel Castro, la artista dijo que le encantaba la moringa, una verdura que promocionaba el dictador cubano en sus últimos años de vida, pero también “la comida gourmet, mezclar sabores con colores. Por ejemplo, el chocolate con queso y cosas así. Y la comida cubana: la vaca frita, la ropa vieja, los tostones”.
Pero el ambiente en 2019 ya no era el de décadas atrás, pues los cubanos en la Isla, con la llegada de internet, mostraban cada vez más su inconformidad con el régimen, mientras el exilio se radicalizaba tras los infructuosos años del deshielo liderado por el gobernante estadounidense Barack Obama.
En ese contexto, la artista planeó una de sus frecuentes giras por EEUU, donde se encontró a un exilio enfadado que, liderado por el influencer Alexander Otaola, se dio a la tarea de boicotear sus presentaciones.
El escándalo generado por su presencia provocó la cancelación de su concierto en Las Vegas, y días después el entonces alcalde de Miami, Francis Suárez, la declaró persona non grata en la ciudad.
“No deseamos tener en nuestra ciudad a una persona que nos ofenda de esa forma. Da asco que ellos utilicen nuestras libertades en contra nuestra, y regresen a Cuba hablando así de un dictador que ha matado a miles de personas”, afirmó Suárez en referencia a los elogios de la cantante a Castro.
La respuesta de su hijo, Haned Mota Mompié, quien a día de hoy reside en EEUU, no hizo más que seguir encendiendo la polémica: el joven escribió en sus redes sociales que quienes criticaban a su madre eran “sapingos” y calificó de “estúpido” y “terrorista” al alcalde.
“Tantos terroristas que entran a la ciudad de Miami, tantos adolescentes matándose por el uso de las armas y drogas, y el alcalde de Miami preocupado por una cantante (...) se les olvidó, sapingos, que todos somos CUBANOS", agregó el joven.
Haila, por su parte, dijo en una entrevista a Rusia Today que “mucha gente me alabó por cantarle a nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro y muchos me critican, pero a mí me hubiese gustado también cantarle a Barack Obama”.
“Para suerte mía pude conocer a una de las figuras más queridas y odiadas durante mucho tiempo. Estoy segura que a muchos le hubiera gustado tener delante a Fidel Castro (…) Fui criticada porque le canté, porque lo besé y por lo que le dije, pero era mi sentir y el de muchos cubanos”, añadió.
También dijo que estaba “preparada psicológicamente” para el rechazo del exilio, no obstante, manifestó estar “tranquila” y justificó que “las personas expresan sus sentimientos en momentos de emociones, y fueron los sentimientos que yo expresé, entonces son mis sentimientos, nadie me puede juzgar por eso, porque yo no he cometido ningún delito, eso no me convierte en terrorista, ni en una criminal”.
El periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, no tardó en salir en su defensa denunciando “el fanatismo oscuro de quienes desean manchar su obra musical, y no le perdonan su beso y su canto a Fidel”, en referencia a los exiliados que se manifestaron contra su presencia en Miami.
Sobre ello, la artista dijo al medio estatal CubaSí que “Miami es solo una parte del mundo, no es que sea un afán de los artistas cubanos poder dar conciertos allí”.
Además, afirmó que los medios de prensa de Miami estaban ansiosos por entrevistarla y tener sus declaraciones. “Empezaron a llamarnos constantemente todas las televisoras para que les concediera una entrevista. Una vez más, al parecer no tienen muchas noticias, o no crean contenidos para entretener al público”, afirmó.
En esa controvertida entrevista Mompié dijo que la razón verdadera por la que rechazaron su presencia en Miami no fue su declarado amor por el dictador cubano, sino su decisión de quedarse a vivir en Cuba y amar a su patria.
No obstante, la cantante cubana se vanaglorió de que podía “haber vivido en otra parte, con mucho dinero en una cuenta bancaria, con un contrato multinacional”, pero prefirió permanecer en la Isla.
Las protestas en su contra siguieron en el exterior, y ya no solo en Miami, pues cuando anunció un concierto en Montreal, Canadá, en el año 2020, decenas de exiliados salieron a protestar gritando “Haila, vete a cantarle a la Piedra”.
Entre sus defensores estuvo entonces Eduardo del Llano, otro enamorado de la dictadura cubana, quien calificó de “mitincito patético” a la protesta canadiense.
El régimen, por su parte, le agradeció entregándole distinciones como “Cultura en Revolución” en junio de 2021, la cual recibieron otros artistas como Paulito FG, Alexander Abreu y José Luis Cortés por estar “comprometidos con el momento histórico que vive la nación”.
Un dato: el reconocimiento fue entregado en el aniversario 60 de las “Palabras a los intelectuales” pronunciadas por Fidel Castro, consideradas por muchos el fin de la libertad de creación en la Isla: “dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada”.
No obstante, la artista, que ya no puede facturar en ciudades como Miami, donde predominan los exiliados cubanos, parece tener permiso para hacerlo en la Isla, pues a finales de 2022 causó polémica el precio de sus conciertos de fin de año en el Grand Hotel Packard de La Habana, donde para entrar había que pagar entre 4.000 y 7.000 pesos cubanos.
Una de sus últimas apariciones públicas no fue menos polémica, pues en agosto de 2023 posó en fotos junto al rapero estadounidense Tekashi 6ix9ine en el Music Fest Playa Santa María.
Este artista, ahora también muy cercano al régimen cubano, ha estado preso por violencia de género y agresiones sexuales que incluyen la publicación de videos íntimos de menores de edad.
En tanto, Mompié no piensa en dejar de cantar ni estar en el centro del espectáculo. En una ocasión, al ser preguntada por su futuro, dijo que “mientras no haga el ridículo, voy a seguir. Ojalá a los 60 años yo esté como Celia Cruz a sus 60. Llena de vitalidad, cantando”.