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Opinión | Salud mental y ecología

Si tu cuerpo y mente no están saludables, si no dedicas tiempo diario al autocuidado, difícilmente podrás cuidar de otros, incluido el medio ambiente, el planeta en que vives.

Persona meditando en una montaña frente al sol.
"Meditación". | Imagen: Pixabay

Cuidar la salud mental es un primer paso imprescindible antes de cualquier acción “externa”. Si tu cuerpo y mente no están saludables, si no dedicas tiempo diario al autocuidado, difícilmente podrás cuidar de otros, incluido el medio ambiente, el planeta en que vives.

En último caso, sería al menos incoherente preocuparte por el exterior, querer impulsar cualquier tipo de acciones ecológicas por ejemplo, sin partir del equilibrio personal. “Como es afuera es adentro, como es adentro es afuera”… son principios simples que no deben olvidarse.

Recientemente fue el día de la salud mental, una justificación para hablar sobre la importancia del cuidado de la mente y, más en general, del autocuidado en todas sus dimensiones.

Desde la filosofía yóguica, cuerpo y mente completan una unidad inseparable, el equilibrio de uno afecta el del otro, funcionan indisolublemente separados, y cuidar la salud de uno es cuidar la salud de otro. La ciencia moderna ha llegado a iguales conclusiones.

A propósito, quiero utilizar esta vía para proponer algunas recomendaciones básicas de autocuidado.

Sobre la respiración

La respiración es uno de los procesos más básicos que sostienen la vida humana. Dificultades en esta traen consigo enfermedad y desequilibrio mental. La observación de la respiración, y el desarrollo de la capacidad respiratoria mediante ejercicios, repercuten positivamente en la salud física e inducen el estado meditativo en la mente.

La postura del cuerpo impacta directamente en cómo respiras. Mantener la columna derecha, ejercitarte para mantenerla fuerte, impacta directamente en tu calidad de vida.

La respiración natural debe realizarse por la nariz, inhalación y exhalación. Una respiración completa debe incluir primero el llenado del abdomen y de este hacia arriba, expandiendo costillas y llenando por último el pecho. Para la exhalación, que debe ocurrir sin pausas ni retención en este caso (respiración natural), comienza en sentido contrario, vaciando el pecho, costillas y por último el abdomen. 

Proponerte mantener este patrón de respiración completa desarrollará tu capacidad pulmonar, regulará tu corazón y la presión sanguínea, y ayudará a calmar la mente y combatir la depresión, por solo citar algunos ejemplos.



Puedes dedicar un tiempo determinado para practicar esta respiración o proponerte ser consciente de ella durante tu rutina evitando la respiración superficial, para regresar a una respiración completa, profunda y lenta.



Puedes practicar esta respiración todo el tiempo, cada vez que quieras, ya que este "ejercicio" está basado simplemente en tu patrón de respiración natural. Puede que al principio sientas incomodidad debido a que la respiración superficial debilita los músculos implicados, pero poco a poco desarrollarás tu capacidad pulmonar.



La respiración consciente te calma, ayuda a aliviar el estrés, la ansiedad, fortalece tus pulmones y el sistema inmunológico, entre otros muchos beneficios. Sé consciente que permitir que el aire circule correctamente en tu cuerpo es también conectarte de la manera más sutil con el propio flujo de energía del planeta.

Sobre la digestión

Es útil observar los patrones de ansiedad que sueles reflejar en las costumbres alimenticias. Desde pequeños la alimentación es usada como aliciente emocional, muchas veces creando vínculos inconscientes poco saludables con la comida.

Los alimentos, de cualquier tipo, muchos o pocos, deben ser tratados con la sacralidad que merecen como fuente primaria de nutrición. Agradece, de forma explícita o solo mentalmente; pero es saludable sentir gratitud antes de ingerir el alimento: de alguna manera te conviertes en lo que comes.

Masticar correctamente la comida ayudará luego a que tu estómago pueda funcionar sin estrés. La digestión conlleva el uso de grandes cantidades de energía, tómate un descanso después de alimentarte. En este sentido, es recomendable comer de día, y no luego del atardecer cuando tus ritmos corporales bajan y te preparas para el sueño.

Una práctica muy útil para mantener la salud intestinal, y la de todo el organismo en general, es ayunar una vez por semana. Aunque en la cultura occidental actual siguen siendo temida este tipo de prácticas, sus beneficios como limpieza profunda de tu organismo son grandes. Sin embargo, asegúrate de informarte sobre las distintas maneras de hacer ayuno y valorar su relación con tu estado de salud actual antes de realizarlo.

La conciencia de los procesos digestivos de tu cuerpo y las alternativas de nutrición mejorará considerablemente tu calidad de vida.

Movimientos ecológicos como el veganismo unen el conocimiento sobre fuentes de energía vegetales con la necesidad de no asesinar animales ni consumir ningún tipo de producto de origen animal, lo que constituye una manera de activismo y un estilo de vida en las sociedades donde la industria de la carne es un problema medioambiental.

El vegetarianismo, por su parte, es una práctica milenaria que propone eliminar la ingesta de carne para mejorar la salud, siendo al mismo tiempo una práctica alimentaria armoniosa con la vida en el planeta.

Sobre el descanso y el sueño

Antes de irte a dormir, reserva un tiempo para tu autocuidado. Practicar yoga o meditación o cualquier técnica de relajación que prefieras puede serte útil para procesar el estrés del día. No te vallas a dormir sin dedicar un tiempo para tu higiene mental.

No comer nada pesado al menos dos horas antes de ir a dormir es recomendable para un descanso pleno. Peinar tu pelo, limpiar tu dientes, vaciar la vejiga, son costumbres sencillas que te ayudarán a descansar mejor.

Beber un vaso de agua antes de dormir para mantenerte hidratado, lavar tus pies con agua fría y masajearlos te relajará y ayudará a "soltar el peso" del día. También es recomendable realizar algunas respiraciones profundas y conscientes para quedarte dormido.

De manera general

En distintas religiones a lo largo de la historia de la humanidad pervive la creencia de la sabiduría ancestral de que una manera simple y efectiva de "hacer el bien" es estando bien. Cuidar tus palabras y cómo tratas a los demás, respirar aire puro del campo o del mar, contemplar la naturaleza, ejercitarte al aire libre: son cosas sencillas que puedes hacer por ti.

El planeta es tu casa, todos los seres igualmente sagrados, los seres humanos son tus hermanos y hermanas. Honra la vida empezando por honrar la vida que hay en ti. Recuerda que si no puedes cambiar el mundo, puedes cambiarte a ti. Que tu vida sea tu ejemplo.

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Ailén Rivero

Ailén Rivero

(Cuba, 1996). Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana (Cuba, 2019). Instructora de Yoga (Anand Kundalini, Argentina, 2020), especializada en yoga para embarazadas (Quinta Do Rajo, Portugal 2022). Con la iniciativa Proyecto Semilla promueve un estilo de vida saludable a partir de la filosofía yóguica.

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