Ensayista y narrador y poeta, Antonio José Ponte es un provocador en toda regla y uno de los pocos autores cubanos que escribe para la posteridad. Entre sus títulos destacan Las comidas profundas (1997), Cuentos de todas partes del imperio (2000), El abrigo de aire (2001) y El libro perdido de los origenistas (2002). Su poesía está recogida en títulos como Naufragios (1992), Asiento en las ruinas (1997) y Un bosque, una escalera (2005).
El autor de La fiesta vigilada (2007) ha devenido referente obligatorio e inspiración para buena parte del arte contemporáneo cubano. Una suerte de intermediario entre Lezama Lima, Virgilio Piñera y varias generaciones de lectores a quienes les ha despertado el músculo de la crítica, tan adormecido por el totalitarismo.
En esta entrevista, Antonio José Ponte nos habla acerca de sus referencias culturales, sus experiencias como escritor y periodista en el exilio, y sus opiniones sobre el estado actual de la literatura cubana.