La insatisfacción de la población cubana ante los constantes apagones y la falta de alimentos provocó que este 17 de marzo se desarrollaran varias manifestaciones opositoras al régimen en las cuales los cubanos criticaron el manejo ineficaz de la crisis que está llevando a la gente a condiciones de pobreza y desesperanza.
Santiago de Cuba, ubicado en la parte oriental de la isla, fue el escenario de la primera gran manifestación. Los residentes del barrio Veguita de Galo tomaron las calles en la tarde para expresar su malestar por la ausencia de electricidad y la carencia de alimentos básicos.
Exigiendo “comida y corriente”, un gran número de personas se reunió cerca de la calle 9 de Veguita de Galo y la Avenida de Carretera del Morro. Pese a la una notable presencia policial, los santiagueros expresaron su agotamiento con la situación del país y pidieron cambios, coreando la ya icónica consigna "Patria y Vida".
La respuesta del régimen fue inmediata, pues puso en marcha una operación de seguridad que incluyó a policías, tropas especiales del Ministerio del Interior y unidades militares especializadas como son los cuerpos de "Boinas Rojas" y "Avispas Negras".
Poco tiempo después de las primeras noticias de las protestas, numerosos cubanos reportaron interrupciones en el servicio de internet en varias regiones del país, lo que afectó principalmente el acceso a plataformas de redes sociales.
Inspirados por los manifestantes de Santiago de Cuba, un gran grupo de personas en Bayamo también tomó las calles, enfrentando a las fuerzas de seguridad conocidas como "Avispas Negras", quienes ya habían procedido a cerrar varias vías en un intento por contener la protesta.
El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, en ese punto, culpó a presuntos “terroristas de EEUU” de la inconformidad manifestada por los manifestantes cubanos con los apagones, la falta de alimentos y las ineficientes políticas del Gobierno.
Como respuesta, el Gobierno cubano intensificó la respuesta represiva en Bayamo, hecho que quedó evidenciado en redes sociales a través de vídeos que captaron a la Policía en el acto de golpear y detener a personas en plena huida.
Durante la noche, los residentes de Cárdenas, en la provincia de Matanzas, también demostraron su descontento con protestas sonoras de cacerolazos, un evento que fue documentado y compartido en Facebook por una usuaria.
Finalmente, el foco de atención se desplazó nuevamente hacia el oriente cubano en horas de la noche, donde la comunidad de El Cobre, en Santiago de Cuba, se unió a las protestas masivas del 17M, clamando por la no violencia en sus demandas.