La Aduana General de la República de Cuba considera determinadas mercancías como "abusivas", por lo cual ha adoptado varias medidas que facilitan su decomiso.
Las autoridades han indicado que la prohibición busca frenar el contrabando de mercancías y "aumentar la seguridad nacional". La medida incluye la confiscación de paquetes que violen las normas establecidas y establece duras sanciones, tanto administrativas como penales.
A pesar de que en los últimos años han crecido los negocios que envían paquetes no acompañados a Cuba, las mulas han sido y siguen siendo una de las principales vías para la entrada de diversos artículos al país.
Con el pasar de los años, las mulas cubanas se han acomodado a regulaciones anteriores, sobre todo gracias a la complicidad de los funcionarios aduanales. Aun así, estas medidas pueden causarles estragos a los cubanos que viajen con paquetes ajenos en cualquier momento, por lo cual ha surgido una gran incertidumbre con respecto al futuro de esta labor.