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Reportajes | “No necesitamos médicos cubanos en México”: el debate por los datos ocultos

Aunque los médicos cubanos en México aseguran entregar informes, las instituciones no los han hecho públicos. El gasto millonario y la opacidad generan un fuerte debate social y político en torno a la transparencia del programa.

Médicos cubanos en México levantan banderas de Cuba y México como parte de su misión sanitaria.
Grupo de médicos cubanos con banderas de Cuba y México.

El gobierno mexicano ha gastado millones de dólares en la contratación de médicos cubanos, pero no existen datos públicos que permitan evaluar su desempeño. Mientras las autoridades de salud niegan tener métricas, los propios médicos aseguran que reportan cada paciente en plataformas oficiales.

Las instituciones mexicanas responsables de salud pública —la Secretaría de Salud (SSA), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el IMSS-Bienestar— han admitido que carecen de registros públicos de productividad que sirvan para medir el trabajo de los especialistas que trabajan en el país desde 2022. En cartas expuestas por El Universal, estas instituciones se señalan unas a otras como responsables, sin embargo, ninguna facilita datos al respecto. En contraste, testimonios de profesionales cubanos confirman que sí entregan informes periódicos de su labor.

Por qué México recurre a médicos cubanos

El sistema de salud en México enfrenta dificultades complejas: escasez de personal sanitario y especialistas, sobre todo en regiones rurales, comunidades indígenas y zonas marginadas. La proporción de doctores por habitante es inferior a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y existen brechas considerables en la cobertura de atención primaria y especializada.

Para paliar esa situación, el gobierno mexicano ha recurrido a la contratación de médicos extranjeros, en particular cubanos. Primero a través del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) en 2020, y después mediante IMSS-Bienestar, han llegado miles de profesionales de la isla a hospitales, clínicas y centros de salud con el objetivo de reforzar la atención en áreas vulnerables y desatendidas. Desde sus inicios, esta medida ha generado polémica por cuestiones de transparencia y condiciones laborales.

En julio de 2024 se anunció la incorporación de 2 700 médicos cubanos, lo que elevaría la cifra total proyectada a unos 3 650 profesionales. Meses después, en enero de 2025, el IMSS informó oficialmente que 552 especialistas estaban ya en servicio en 12 estados, sin aclarar el avance del resto de las contrataciones.

El programa funciona mediante un convenio bilateral entre ambos gobiernos. México paga a la empresa estatal Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos S. A., que entrega a los profesionales solo una parte del salario que les corresponde; el resto lo retiene el régimen cubano.

Médicos cubanos en México.
Médicos cubanos en México.

El debate ciudadano sobre los médicos cubanos en México

El descontento de la población se hizo visible en plataformas digitales. El 8 de agosto, cuando El Universal compartió en Facebook la noticia sobre la falta de datos del rendimiento de los médicos cubanos en México, la publicación se llenó de comentarios. Algunos usuarios agradecieron al personal de la isla por llegar a comunidades de difícil acceso donde los doctores locales no suelen ir, pero la mayoría defendió la idea de que “México no necesita médicos cubanos, necesita oportunidades para los médicos mexicanos”.

Las críticas, en general, se dirigían más a los gobiernos de ambos países que a los profesionales en sí:

“Es pura saliva que ellos son los especialistas supremos, es ilógico que un país que carece hasta lo más mínimo y básico forme a los mejores médicos. Tuvieron su momento de gloria, pero ¡ya no! Nuestros médicos mexicanos son mejores, pero este gobierno prefiere favorecer a los dictadores porque quieren ser como ellos: ser dueños de un país, tener muchos súbditos pobres, muy pobres, y ellos, los salvadores ricos con el dinero del pueblo”.

Testimonio de los profesionales cubanos

Para esta nota fueron entrevistados dos profesionales cubanos que se encuentran actualmente en México como parte del programa. Por petición suya y de sus familiares, no se revelan sus nombres ni las localidades donde están asignados.

Una de las doctoras entrevistadas aseguró que el desempeño de su grupo sí se registra:

“En las instituciones mexicanas el mismo personal de salud nos evalúa constantemente. IMSS-Bienestar, que fue quien contrató a los médicos cubanos, tiene una página online llamada SINBA donde tenemos que reportar todos los pacientes vistos. Si son o no transparentes no sabría decirte”.

El portal SINBA corresponde al Sistema Nacional de Información Básica en Materia de Salud, que concentra estadísticas oficiales sobre hospitales, nacimientos, defunciones y recursos humanos. Sin embargo, hasta la fecha no se han difundido registros específicos sobre el programa de médicos cubanos.

Un segundo entrevistado, en otro estado, relató que también se entregan informes semanales y mensuales:

“Se realiza un resumen de todas las actividades de la semana, el cual se entrega a las autoridades correspondientes del hospital. Además, diariamente se digitaliza por parte del personal de estadística toda la información que llena el médico a la hora de atender al paciente, por medio de diferentes planillas o modelos. Esa misma información se recoge en un resumen mensual que también se sube a una plataforma digital del Ministerio de Salud. Esa información se le brinda también a nuestro coordinador del estado”.

De acuerdo con estos testimonios, sí existe información que permitiría evaluar el desempeño de los médicos cubanos. No obstante, los responsables de procesar y administrar esos registros no los han entregado a las organizaciones internacionales que los han solicitado. ¿Qué pasa con todos esos datos? ¿Dónde están? ¿Por qué no se hacen públicos?

La ausencia de información transparentes impide determinar el impacto real del programa o identificar gastos injustificados. Documentar avances y resultados no solo garantizaría un mejor funcionamiento y un uso más eficiente del presupuesto, sino que permitiría exigir responsabilidades ante cualquier irregularidad, como han señalado diversos actores.

Atención médica en una comunidad indígena de México, contexto de las zonas rurales donde trabajan médicos cubanos.
Jornada de salud en una comunidad indígena de México.

De la misión humanista al modelo comercial

El rigor con el que se evalúa a estos profesionales no es el mismo que en otras “misiones internacionalistas”. “Prueba no han hecho. IMSS-Bienestar sí orienta cursos online, pero son para todos sus trabajadores, incluyendo área médica y paramédica”, explica la doctora citada anteriormente, quien estuvo también en Brasil hace unos años. Sobre la superación de los médicos en aquel país recuerda:

“Tuvimos que hacer una especialidad en Medicina Familiar. Nos dejaban tareas todas las semanas y, al cabo de 18 meses, tuvimos que presentar una tesis; era obligatorio”.

Otro de los entrevistados añade:

“En Brasil entregábamos nuestras hojas de registro de pacientes a Estadística de la Secretaría de Salud del municipio. Aquí la información la subimos nosotros a una plataforma online y la enviamos a la jurisdicción de salud dos veces al mes”.

En el pasado, las “misiones cubanas” se sustentaban en una formación técnica sólida y un compromiso humanista, con el objetivo de atender áreas relegadas, promover la salud pública y capacitar al personal local. Aunque la evaluación estaba enfocada en el impacto sanitario y social, el control estatal sobre los médicos siempre fue estricto, y muchos profesionales han denunciado presiones para falsear estadísticas con fines propagandísticos.

El programa en México evidencia una transición hacia un modelo más comercial y autoritario. La formación continua, la capacitación local y los mecanismos transparentes de evaluación son inexistentes. Además, informes de organizaciones independientes y testimonios de médicos señalan violaciones constantes de derechos humanos y describen el esquema como una forma de esclavitud moderna. Mientras tanto, el régimen cubano mantiene un discurso apenas sostenible de voluntarismo y solidaridad.

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Thalia Guerra Carmenate

Thalia Guerra Carmenate

(Pinar del Río, Cuba, 2001) Licenciada en Letras por la Universidad de La Habana. Ha publicado textos sobre cine y literatura en La Jeringa, el blog de cine Los Experimentos, Cine Cubano, Alas Tensas y la página web de la editorial Gente Nueva. Ha trabajado en la Cinemateca de Cuba.

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